Se acabó lo digital
Es evidente que la explosión de los medios digitales están creciendo en desmedro de los tradicionales a medida que los nuevos consumidores se sienten más cómodos con las webs y las nuevas plataformas en lugar de los medios impresos y las radios. Así no es una exageración afirmar que los consumidores de los medios tradicionales están en proceso de extinción. Sonará exagerado pero la desaparición de los analfabetos digitales y el arribo masivo de los Millennials a la PEA están reformulando la creación de nuevos espacios informativos y, por ende, el destino de las pautas publicitarias.
En esta guerra de medios vemos como las webs, los foros y blogs vienen derrotando a los diarios. En 1996 Bill Gates dijo al mundo que el 50% del mundo leería sus noticias por internet. Cuando ello sucedió se atacó la credibilidad que tenían los medios digitales frente al papel sin embargo con los años esta brecha ha sido reducida y hoy estamos ante una realidad donde los mismos usuarios producen información. Así un reciente estudio de la BBC afirma que 7 de cada 10 personas se enteran de las noticias por internet y el 85% de estos las consumían desde sus dispositivos móviles.
La información está mutando no solamente en forma sino en canal y por ende en código. La comunicación es una sin embargo desde las áreas publicitarias y comerciales queremos seguir separando el trabajo en online y offline como si la estrategia se pudiera segmentar. En estos tiempos esta separación ya no cabe en un mundo integrado pese que los medios siguen vendiéndose –en la gran mayoría- por unidades diferenciadas. Esto mientras el gran grueso de agencias publicitarias ven a lo digital como un complemento del comercial de televisión tratándolo como una extensión de la pública o el repositorio ideal para subir la versión extendida del aviso de TV.
En estos días de progreso tecnológico instantáneo, donde Apple ha lanzado 17 evoluciones de IPhone en solamente una década, abordar el trabajo de comunicación o de innovación de espalda al consumidor y alojado en la teoría es peor delito que se puede cometer. La tarea hoy pasa por la integración de dos realidades como lo son la digital y la tradicional, que hace unos años construimos separadas para poder comprenderlas en su totalidad, en una nueva. Una de la que no se ha escrito aún y que tenemos la misión de emancipar. Se acabó “lo digital”. Llamémoslo realidad.