Hacia un Perú sin obesidad
Dos recientes, grandes estudios europeos, publicados en BMJ, concluyen que aquellos adultos cuya dieta incluye alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas artificiales -tales como helados, gaseosas, y hamburguesas- son mas propensos a desarrollar enfermedades del corazón y sufrir muerte prematura, comparados con personas que consumen dietas mas saludables.
El primer estudio, hecho en Francia y llamado NutriNet-Santé, demostró que aquellas personas que tuvieron un aumento del 10% en el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas artificiales, tuvieron un riesgo de 11% a 13% mayor de desarrollar enfermedad de las arterias coronarias, presión arterial elevada y derrames cerebrales.
En el segundo estudio, -Seguimiento de la Universidad de Navarra o SUN- aquellas personas que consumieron mas de cuatro porciones diarias de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas artificiales, tuvieron 62% mayor riesgo de morir en los 10 años que duró el estudio, comparados con los adultos que consumieron menos de dos porciones diarias de ese tipo de alimentos y bebidas industrializadas.
Por otro lado, un estudio de la Universidad de Harvard. publicado la semana pasada, encontró que, durante un periodo de ocho años de observación, personas adultas que consumieron media porción diaria de carnes procesadas (jamonadas, mortadelas, salchichas y otras) tuvieron 13% mas riesgo de morir por diversas causas, comparados con aquellos que no consumieron ese tipo de alimentos procesados.
Como lo afirma un editorial que acompaña a los artículos europeos, estos hallazgos refuerzan el concepto de que el consumo indiscriminado de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas artificiales no es saludable. Dicen además los editorialistas que, “en las últimas décadas, el volumen de productos procesados industrialmente en el suministro mundial de alimentos ha aumentado”, y concluyen que “esta tendencia ha coincidido con un aumento en la prevalencia de obesidad y enfermedades no transmisibles en muchos países”.
Es en ese contexto, que el día de hoy es tan importante para la salud pública en el Perú. Desde la fecha, todos los alimentos procesados, ultraprocesados y bebidas azucaradas, tendrán que llevar etiquetas octogonales que informen -con un solo golpe de vista- si esos productos tienen un exceso de sal, azúcar, grasas saturadas o tienen presencia de grasas trans. Dado que ya algunos miembros responsables de la industria han empezado a mostrar los octógonos de advertencia en sus productos, es interesante constatar la reacción de sorpresa de muchas personas, que no sabían lo que estaban consumiendo. El próximo paso -como ya esta sucediendo en Chile -que nos lleva casi cuatro años de ventaja- es que la industria fabricará productos mas saludables.
Esa medida adquiere mayor importancia cuando se considera el último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), que muestra que en el 2018, el 60% de los peruanos tenía ya sobrepeso u obesidad, la cifra mas alta registrada hasta ahora. En otras palabras, el Perú, se esta convirtiendo progresivamente -en los últimos 25 años- en un país de gordos.
Tampoco debemos olvidar que los octógonos de advertencia, no son mas que uno de los componentes de la regulación del sistema de publicidad y mercadeo de alimentos procesados en el Perú. Los otros, regulación de la publicidad en los medios de comunicación y prohibición de mensajes engañosos a niños, ya está en marcha.
Así mismo, recordemos también que la regulación de la publicidad y mercadeo de alimentos procesados es uno de los cinco componentes de la Ley de Alimentación Saludable, la cual incluye además, educación en nutrición escolar, actividad física en las escuelas, implementación y mantenimiento de un sistema de vigilancia de obesidad infantil en el Perú (observatorio) y la implementación de quioscos escolares saludables.
Todos esos componentes -con la excepción de la implementación del observatorio de obesidad- están ya en marcha. Destaca que los quioscos escolares han sido designados como entornos saludables, lo que significa que en ellos, solo deben venderse productos que no tengan octógonos de advertencia.
También debe destacarse que el Perú ya cuenta -luego de 26 años de retraso- con “Guías Alimentarias para la Población Peruana”, documento que pone la cereza sobre el pastel al entramado legal y regulatorio anteriormente descrito. Elaborado por el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (CENAN) del Instituto Nacional de Salud (INS), las guías tienen un objetivo muy simple y claro: enseñarle al ciudadano de a pie como debe ser una alimentación saludable “a la peruana”.
Corolario
No hay duda -desde el punto de vista científico- que el consumo indiscriminado de alimentos procesados, ultraprocesados y bebidas artificialmente azucaradas es nocivo para la salud y contribuyen al desarrollo de obesidad y muerte prematura.
El tinglado legal y regulatorio de la alimentación saludable ha sido completado en el Perú, llamando la atención, sin embargo, la modificación al reglamento de la ley, publicada la semana pasada, dándole plazo de un año a los bodegueros para vender productos sin octógonos. Eso es consecuencia de la desidia de algunos irresponsables miembros de la industria de alimentos, quienes -a pesar de saber de que el plazo empezaba el 17 de junio- dejaron para último momento la impresión de los octógonos y pusieron en peligro el negocio de los bodegueros.
De seguir así, el Perú esta en buen camino para evitar el oprobio de convertirse en otra nación gorda de la América Latina. Al respecto, saludamos que las dependencias de EsSalud y del Ejercito Peruano solo venderán alimentos sin octógonos en sus dependencias.
La responsabilidad de la implementación completa de la ley recae ahora en el Ministerio de Salud, que tendrá que hilar muy fino para que el trabajo de tantos años y de tantas organizaciones, no caiga en saco roto.