La copa anónima
Es fantástico que exista la opción de “vino por copa” en los distintos restaurantes y bares. Resulta una salvación si queremos acompañar la comida y no tenemos intención de comprar una botella
(Karen Zárate/ Archivo El Comercio)Lo usual es que cuando se solicita “vino por copa” el sommelier, mesero, maitre o persona quien atienda, informe de qué vino se trata, la cepa, la bodega y el año. Lamentablemente he observado que no se está dando esta información al comensal y lo que es peor, a veces no sirven el vino que ofrecen.
Me sucedió en un restaurante reconocido y bien calificado. Llegamos a cenar y por supuesto la buena comida exige una copa de vino. Nos indicaron que tenían chardonnay y pinot grigio, sin ninguna información más y optamos por el segundo.
Trajeron las copas servidas y nos llamó la atención el color del vino. Cuando lo probamos comprobamos que habían servido chardonnay en lugar del pinot grigio solicitado y le informamos al maitre que había un error. Insistió que no. Ante tal reacción, solicitamos que trajera la botella del pinot grigio y comprobamos que era de color distinto al de la copa servida. El chardonnay era más amarillo que el pinot grigio, los aromas y sabores por supuesto que también son muy distintos entre si.
¿Error involuntario? No lo sé, me quedo con la duda. Esperemos que la cultura de servicio mejore y avance para que esté a la altura de lo que merece la gastronomía peruana.
Por el lado de los comensales, debemos exigir que cuando solicitamos una copa, esta sea servida en nuestra presencia. Se trate de agua, gaseosas, vino, whisky o pisco. Así se acostumbra en otros países, algo que bien podemos aplicar en Perú.