Napalm Death - Utilitarian - Century Media Records - 2012
Esto sí que está brutal. Napalm Death ha vuelto con un disco en cuyo balance encontramos lo mejor (y muy poco de lo peor) de su historia musical. Podríamos decir que es una buena patada en el culo a mucho de la escena contemporánea en el metal extremo.A fines de los 80, todos en el colegio (suena a mucha gente, ¿no? los que estábamos metidos en el metal, unos 5 o 6) empezábamos a oír cosas más extremas y la frontera entre lo tolerable y lo realmente extremo era Napalm Death. Eran la banda subterránea más conocida de todas (lo que ya ponía en tela de juicio la categoría subte aplicada a ellos) y el paradigma del sonido extremo. En opinión de muchos la competencia por la velocidad que emprendieron las bandas de death metal y grindcore de esa época, la terminó ganando Napalm y cerca les quedó Slayer (Ian Christie, The Sound of the Beast). Luego iniciaron una conversión al death metal y engrosaron las filas de ese género durante el cambio de década. Desde entonces han venido lanzando discos y experimentando de varias formas pero dejando bien claro que de lo que más saben es de brutalidad y allí nadie tiene nada que enseñarles y este álbum es una prueba más de ello.
Los trabajos inmediatamente anteriores, desde The Code is Red, mostraban una peligrosa tendencia a la autorepetición. Lo que suele señalar más bien cierto cansancio y autocomplacencia. Felizmente este álbum es una revisión de sus sonido más clásico y por ende extremo; decidieron darse una vuelta por todo lo que han sido y les ha salido muy bien. Los temas son breves, 16 en 46 minutos. Algo frecuente en su discografía. Me gustado mucho su acercamiento, nuevo, a sus trabajos tempranos pero desde la óptica actual. De entrada la portada me remite a sus primeras obras (concretamente al From enslavemente to obliteration) antes que a su paso al death metal. La agresividad vocal e instrumental es la de la época del Death by Manipulation. Ahora, no vayan a pensar que se trata de un disco que se limita al autotributo, claro que no. Hay elementos contemporáneos en algunos temas y la producción tiene la limpieza y contundencia actual, aunque eso no siempre es bueno.
El disco abre con una pieza instrumental de distorisión que es acompañada con una ligera melodía. Dura poca más de 2 minutos, para entrar en el agresivísimo Errors in the signals, un tema de death metal brutal con una influencia 100% grindcore. La velocidad del tema recuerda viejos furores metálicos. Everyday pox comienza bien en sus primeros segundos, pero lamentablemente cede a unos acordes groove escasamente afortunados que felizmente son muy esporádicos en el disco y que si hubiesen predominado habría convertido el disco en una bazofia. Felizmente todo vuelve al orden con Protection racket, que viene bien grindcore también con sucesivos redobles de batería que hacen recordar tanto a esos años finales de los 80. El duelo de voces entre Barney Greenway, gutural grave, y Mitch Harris, gutural aguda, ha quedad genial en casi todos los temas pero más en este.
La vena punk se enciende en The wolf I feed un tema que podría haber aparecido en las Peel Sessions
de la banda. Quarantined regresa al brutal death metal con gran acierto. Las guitarras mantienen un ritmo trepidante que te empujará a salir a patear gente. Fall on their swords es un poco más técnico y con una huella más thrashera, hasta algo de Testament les oigo pero solo a nivel rítmico. Collision Corsure recoge influencias más heavy metal, pero sin salir de las coordenadas extremas de la banda. Es un tema más moderno. Orders of magnitude vuelve con la tradción punk pero mezclada con tendencias contemporáneas. Me parece una canción con influecia de lo que hacían a finales de los 90. Think tank trials es extrema y grindcore muy como los temas del Scum.
Blank look about face es uno de los temas más atípicos del disco. Comienza con una recitación del título de la canción y luego da paso a un tema de tendencia actual en el que esa recitación se repite. Por momentos entra en un ritmo más marchoso y luego vuelve a entrecortar. Debe ser el tema con más cambios del disco.
Leper colony comienza pausadamente (ya era hora) y acelera en un tema de death metal brutal. La voz ensaya climas interesantes. Nom de guerre es uno de esos temas que vuelven a sus viejas glorias y al Scum o a los demos. Analysis paralysis, por el contrario, es enteramente death metal actual. Y el contrapunto sigue, porque Opposites repellent es otra inmersión es un herencia clásica. A gag reflex, último tema, es otra muestra de las tendencias más técnicas de la banda, que las ha tenido también.
En resumen, es un disco muy de balance con mucho de lo que ha sido Napalm Death hasta ahora y sobre todo de lo mejor que ha sido. Creo que este trabajo gustará a casi todos los fans del metal extremo y me parece que mantiene la fe en esta banda, que no ha tenido grandes metidas de pata (a lo más resbalones ocasionales, pero con tantos discos…)
Shane Embury: bajo
Mitch Harris: guitarra
Mark “Barney” Greenway: voz
Dany Herrera: bateria
Trailer del disco
Video oficial, quizás no el mejor ni el más representativo, pero es un buen gancho