Nightwish en Lima: la banda más exitosa del metal postclásico
Luego de nuestros padres fundadores (Black Sabbath, Judas Priest), los gigantes de la NWOBHM (Iron Maiden, Def Leppard, Saxon, Motörhead), los grandes iniciadores de los subgéneros matrices (Venom, Mötley Crue, Metallica, Slayer, Death) y los principales seguidores de todas esas corrientes (un conjunto muy variopinto) todos ellos bandas que conforman el periodo clásico del metal (1979-1992) solo una agrupación posterior ha tenido un éxito comparable con el de esos clásicos definitorios: Nightwish.
Seamos honestos, en el metal no nos hemos quedado sin grandes bandas, el metal no murió en los 90, hemos conseguido mantener, en medio de muchos revivals, propuestas innovadoras y es de suponer que los seguiremos haciendo. Sin embargo, el peso de las bandas clásicas, su enorme y valiosa herencia que hoy atesoramos es tan grande que las bandas postclásicas, sean retro o innovadoras, que tratan de luchar por alcanzar una estatura gigante no la tienen nada fácil. Therion, Gates of Slumber, Dragonforce, Municipal Waste y varios otros han alcanzado ciertos niveles de popularidad, pero no pueden competir en ese terreno con Iron Maiden o Megadeth.
De entre las bandas nacidas en los 90, especificamente de entre las nacidas en la segunda mitad de los 90 y que por ende ya están fuera del periodo clásico, solo una ha logrado un éxito popular al menos comparable con el de las grandes bandas del ayer, esta es Nightwish. Solo ellos han podido por sí mismos convocar audiencias de millares en sus conciertos y llenar estadios, al menos en Europa. Nightwish es quizás la única banda de metal relativamente reciente (si la comparamos con Black Sabbath o Metallica) que ha alcanzado a ser conocida incluso fuera del ámbito del metal. Solo eso ya hace interesante su debut en el Perú.
Lo malo, como es habitual, es que su llegada ocurre nuevamente tarde. Para nadie es un secreto que la mejor época de la banda fue cuando militaba con ellos Tarja Turunen, la sobresaliente vocalista de corte operístico que mejor amalgamó ese estilo con el metal, sobre todo el arco de discos que comienza en Oceanborn y se detiene en el ápice de su carrera, el Once. No puedo creer que en todos esos años nadie se haya atrevido a traer al grupo, sobre todo porque ya eran habituales en la Argentina y que acá sí hubiesen sido un éxito, incluso en la época preexoneración de impuestos.
A muchos les supo a purgante la salida de Tarja (en uno de los culebrones más sonados de la farándula metálica) y la entrada de Anette. Yo fui de los que lamentó mucho su ida y más la llegada de Anette. El disco debut de la nueva vocalista fue mediocre y decepcionó a casi todo el mundo. Las comparaciones eran obvias y la culpa no era ni de ella. El error fue de la banda y sobre todo de Holopainen al componer un disco para Tarja, teniendo a Anette.
Esto se subsanó con el Imaginaerum, un disco concepto variado, ambicioso y arriesgado, pero sobre todo, apropiado para las capacidades de la nueva cantante (no inferiores, sino distintas a las de la Turunen). Lamentablemente, cuando ya se veía una luz al final del túnel, el culebrón volvió y se fue Anette.
Ahora con Floor Jansen abordan este tour, no sé hasta cuando, pues la Jansen no tiene fama de ser sumisa. Es una presencia imponente tanto en imagen (se le ve enorme a la mujer,hasta es más alta que Holopainen) como en carácter (proyecta poder como pocos), ya no digamos de su calidad vocal. Por supuesto, que será genial oírla cantar, sobre todo los temas de la epoca de Tarja, porque su estilo se amolda más a ellos (una pena por los del último disco, pues siendo buenos no son tanto para una voz tan potente). Sin embargo es una vocalista sin historia en la banda. Ese es el Nightwish que conoceremos acá, una banda con una voz, sobresaliente sin duda, pero sin historia propia en el grupo.
Todo esto, claro, no me desanima de la presentación que tendremos en unos días más, el 7 de diciembre, pero no puedo dejar de pensar en lo genial que habría sido tener acá al grupo con la Turunen y toda su trayectoria, o incluso poder ver la nueva propuesta con la Olzon, pero las circunstancias lo han impedido. De todas maneras llegará, por fin, el grupo de metal más exitoso del siglo XXI y eso merece una gran convocatoria.