Simone de Beauvoir, la filosofía hecha mujer
La independencia femenina, en diversos aspectos de la vida actual, ya no es un tema de discusión para la gente. Hoy el mundo admira a la mujer por su eficacia, que demuestra en diversos campos que antes les eran negados. Sin embargo, muchas de las pioneras en la lucha por la igualdad de géneros no son reconocidas por las nuevas generaciones, como el caso de la filósofa y escritora francesa Simone de Beauvoir, quien ejerció su femineidad en medio de una Europa reprimida. Hoy se cumplen 25 años de su muerte, y del comienzo de su leyenda.
Un 9 de enero de 1908, una robusta niña lanzó su primer grito de vida. Fue en París, Francia, y la recién nacida llevaría el nombre de Simone de Beauvoir.
Desde muy pequeña, sus padres le inculcaron el valor de las artes, especialmente la literatura y el teatro. A los 7 años escribió dos cuentos, titulados “Les malheurs de Marguerite” y “La famille Cornichón”. La bancarrota del patriarca familiar, dejó casi en la miseria a los padres de Simone, acostumbrados a un estilo de vida burgués.
A los 17 años, se graduó del Bachillerato de Ciencias con mención honorífica de excelencia, y de notable en el de Letras. En esa época, decidió estudiar en el Instituto Católico y en la Escuela Libre de Neuilly, donde se preparó como docente de centros privados.
Fiel a su pasión por la lectura, se inscribió en La Casa de los Amigos del Libro, donde compartió la lectura de grandes autores como Joyce, Proust y Bretón con otros aficionados. Para ese entonces, Simone ya se mostraba a favor del aborto, tal como lo señaló en su obra “Memorias de una joven formal”.
Y Sartre llegó a París
En 1928 obtiene la licenciatura en filosofía. Un año más tarde, el destino se encargaría de unirla con quien fue el gran amor de su vida: el filósofo existencialista Jean-Paul Sartre. Invitado por este, ambos prepararon sus exámenes para la cátedra en filosofía en La Sorbona.
De esta manera, iniciaron una relación amorosa que duraría hasta la muerte del filósofo en 1980. Entendiendo que los sentimientos hacia Sartre no la encadenaban a él, Simone vivió con total independencia cada aspecto de su vida intelectual. Habían sellado un pacto de amor esencial, dejando abierta la posibilidad de tener “amores contingentes”.
Para 1938, ad portas de la Segunda Guerra Mundial, la filósofa tendría el momento más productivo de su carrera literaria. Entre 1940 y 1946, libros como “La invitada”, “Las bocas inútiles” y “Todos los hombres son mortales”, son publicados.
En 1942, invitada por el siempre contestatario Albert Camus, escribió en el periódico clandestino Combat, junto a su amado Sartre. Un año después, es expulsada del recinto donde dictaba clases, tras ser acusada por la madre de una de sus alumnas debido a una supuesta seducción.
El segundo sexo
El 25 de enero de 1947 es invitada a dictar una conferencia sobre el problema moral del escritor en la posguerra. Dicha gira la llevó por varios países. En la ciudad de Chicago, Estados Unidos, conoció al escritor Nelson Algren, con el que entablaría una férrea relación amorosa.
A mediados de 1949 se publicó su obra cumbre “El Segundo Sexo”, donde analiza la condición femenina desde puntos de vista diferentes, como el psicoanálisis y la biología; además de criticar las costumbres, leyes y demás estructuras sociales que oprimían a la mujer.
La incansable labor literaria y filosófica de Simone de Beauvoir siguió vigente años después, siendo incluso convocada, junto a Sartre, por el Gobierno chino en 1955, para visitar el país oriental durante dos meses, lo que le serviría para tema de los ensayos “La larga marcha” (1957), y “La Vejez” (1970).
En este último escrito, Simone denunció el maltrato de la sociedad contra los ancianos. Luego de la muerte de Jean-Paul Sartre, publicó “La ceremonia del adiós” (1981), donde hizo una semblanza de su eterno compañero.
El 14 de abril de 1986, la brillante feminista falleció en París. Los restos de ambos filósofos descansan juntos en el cementerio de Montparnasse.
(Iván Gonzales Geldres)
Fotos: Archivo/ Agencia AP