De aquí a la eternidad: Deborah Kerr
Hace noventa años nació Deborah Jane Kerr-Trimmer, bella y talentosa estrella cinematográfica. Sus cualidades artísticas cautivaron a los cineastas, convirtiéndose en una de las principales presencias del cine de la época. La esbelta británica cautivó a toda una generación de espectadores con el beso que se diera con Burt Lancaster en “De aquí a la eternidad”. Su trabajo actoral se fijaría en la retina de los cinéfilos que vieron en la novel actriz una nueva luz de Hollywood.
Nació en Reino Unido, en una pequeña villa escocesa donde vivió junto a su padre, el capitán Arthur Kerr-Trimmer, ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial.
De niña fue tímida y taciturna. Se vio atraída por el canto y la danza, y obtuvo una beca que le permitió estudiar en la academia de Ballet de Sadler’s Well, en Londres; donde fortaleció su disciplina. Su gran oportunidad aparecería en el teatro. Años más tarde se iniciaría en el cine con la comedia “Major Barbara”, junto a Wendy Hiller y Rex Harrison.
Luego Hollywood la reclutaría en su primer film estadounidense “Mercaderes de ilusiones” (1947) de Jack Conway donde compartió el rol principal con el galán Clark Gable. Más tarde realizó grandes producciones como “Las minas del rey Salomón” (1950), “Quo Vadis” (1951), “Julio César” (1953), entre otras.
En 1953 aceptó el reto profesional de la Columbia Pictures al interpretar a Karen Holmes en “De aquí a la eternidad” donde su papel supuso un cambio de registro. Deborah interpretó a una aparente esposa feliz, que se vio seducida por el sargento Milton Warden, a quien daba vida Burt Lancaster.
El famoso beso que se dieron en la playa fue muy sonado para su tiempo, pues rozó el escándalo por su inusitado erotismo. El espectador se quedó embelesado con la escena.
El público desterraría de su memoria la imagen virginal de la ex estrella de la MGM y vería a una nueva Deborah Kerr, capaz de protagonizar a personajes más psicológicos.
En la década del 60 cuando era considerada una estrella consagrada del cine, luego de compartir roles con Cary Grant, Robert Taylor, Richard Burton, Yul Brynner, Frank Sinatra y Marlon Brando, se alejó del cine, no sin antes dejarnos títulos como “La noche de la iguana” (1964), de John Huston, donde compartió el plató con una soberbia Ava Gardner.
Evitó volver al mundo del cine sosteniendo que las últimas producciones estaban cargadas de sexo y violencia explícitas. Sus últimos rastros como actriz fueron en la década de los 80 en la pantalla chica y el teatro, y en la película “The Assam Garden”.
En 1994 recibió un Oscar de manera honorifica. Después de adolecer de Parkinson, la estrella de Hollywood partió a la edad de 83 años.
(Marleny López Lucas)
Fotos: Agencias