Adorada señora Libertad
La Estatua de la Libertad, uno de los símbolos emblemáticos de la ciudad de Nueva York y del mundo entero, cumple 125 años. El colosal monumento fue un regalo del pueblo francés por el centenario de la independencia de Estados Unidos. Con el paso del tiempo se ha convertido en el destino turístico más visitado de la gran manzana.
Desperdigadas en la Isla de Bedloe, muy cerca al puerto de Nueva york, quedaron en junio de 1885 las 214 cajas conteniendo la anatomía desarmada de cobre y acero de la que se convertiría en el coloso emblema de los valores norteamericanos: la Estatua de La Libertad.
Ofrendada por Francia para celebrar el centenario de la declaración de independencia de los Estados Unidos, el levantamiento de las 300 piezas del monumento que originalmente fue llamado ¨La libertad iluminando el mundo¨, fue una de las tantas muestras de cohesión de los neoyorquinos.
¨Liberty¨ surcó el Atlántico hacia los Estados Unidos superando la polémica suscitada por la simpatía del gobierno estadounidense hacia Alemania, luego que el 10 de mayo de 1871, Francia tuviera que ceder el territorio de Alsacia – Lorena al Imperio germano. Esto paralizaría momentáneamente los trabajos de construcción en el taller del escultor francés Fréderic Auguste Bartholdi, autor de la estatua.
La concordia entre franceses y estadounidenses vencería la adversidad, la estatua llegó desarmada a Nueva York y su edificación necesitaría una gran cantidad de dinero. En esta coyuntura aparece la influyente figura de Joseph Pultizer, el tenaz magante de la prensa que había migrado desde Hungría a la gran manzana, quería que la estatua sea una majestuosa figura que de la bienvenida a los inmigrantes europeos que llegaban a los Estados Unidos en enormes trasatlánticos.
Tomando en cuenta que sus lectores eran más de un millón en los Estados Unidos, Pulitzer emprendió una de las mayores campañas de colaboración pidiendo aportes en las páginas de su diario ´New York World´. Se recaudaron 121 mil donaciones.
Luego de mucho bregar, la estatua fue ensamblada en cuatro meses sobre su pedestal y finalmente inaugurada el 28 de octubre de 1886, delante de millares de espectadores.
La señora en números
La estatua de La Libertad mide 46 metros y pesa 125 toneladas. La corona tiene 25 ventanas y los siete rayos simbolizan los siete mares. La madre del escultor Bartholdi sirvió de modelo para el rostro.
En la tablilla tiene grabada en números romanos la fecha de la firma de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Para llegar a la corona se tienen que subir 354 escalones. La estatua de Libertad es unos de los atractivos turísticos más visitados de Nueva York, pues al día recibe unos 20.000 visitantes.
Tras de los atentados contra las Torres Gemelas, del 11 de septiembre de 2001, el acceso al monumento fue cerrado por temor a un ataque similar. Fue abierto nuevamente en agosto de 2004.
No pocas han sido las reformas que se le han hecho en todo este tiempo. En 1986 una nueva antorcha sustituyó a la original que estaba deteriorada por la corrosión.
Este domingo 30 la colosal dama ubicada junto a la desembocadura del río Hudson volverá a cerrar sus puertas al público por un año. Ello, debido a la necesidad de mejorar las vías de evacuación y colocar nuevas escaleras y ascensores, lo cual requerirá una inversión de unos 30 millones de dólares. Al cabo de 12 meses, impecable y radiante, recibirá de nuevo a sus millones de admiradores.
(Dick Cáceres Navarro)
Fotos: Agencias