El centenario de Mr. Nixon
En Yorba Linda, una pequeña ciudad norteamericana, nació el 9 de enero de 1913 el trigésimo séptimo presidente de Estados Unidos, Richard Nixon. El “hombre del Watergate” es el primer mandatario de ese país que se vio obligado a dimitir, y que alguna vez tuvo una accidentada visita al Perú, en donde un escupitajo y carteles de “¡Go Home!” lo marcarían en su paseo latinoamericano. Huellas Digitales rememora algunos pasajes biográficos del centenario ‘Dick’, como lo conocían sus amigos.
Abogado, oficial de la Marina y político. Richard Nixon inició su carrera política en el Partido Republicano en apoyo al senador Joseph McCarthy. Su brillantez y notoriedad le permitieron ser elegido para elaborar, conjuntamente con otros representantes, el Plan Marshall de ayuda económica a la Europa de posguerra. Mientras tanto, su fama en el país aumentaba.
En las elecciones de noviembre de 1950 fue elegido Senador por California. Dos años después, el mandatario Dwight D. Eisenhower lo nombraría vicepresidente, función con la que gozaría de prerrogativas políticas inusuales para su cargo, dadas las responsabilidades que Eisenhower le delegó.
NIxon presidió la mayor parte de las reuniones del Gobierno y asumió tres veces (1955, 1956 y 1957) las funciones presidenciales debido a la crónica dolencia cardíaca que padecía el primer mandatario.
“¡Go Home!”
En 1958, las relaciones entre Estados Unidos y América Latina habían alcanzado su punto más crítico en años. En la población se respiraba un ambiente antiimperialista, en protesta por las medidas arancelarias que había emprendido el Gobierno norteamericano. Es en este contexto que Nixon decide realizar una serie de visitas por Latinoamérica para enfrentar al comunismo en la región.
Desde un inicio la gira se tornó controversial. Arribó a Lima el 7 de mayo de 1958 y una de sus actividades centrales fue el discurso que debía dar en la Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Pero esta participación fue frustrado por un grupo de alumnos que con carteles en mano pregonaban insultos e innumerables “¡Go Home!” o ¡Fuera sabueso!
Nixon arremetió con un “¿Por qué temen la verdad?”, obteniendo como respuesta una lluvia de piedras que rompieron la dentadura de un agente del servicio secreto. Lejos de tratar de calmar las cosas, les increpó con un sonoro “¡Cobardes!”.
Los altercados continuaban. Cuando Nixon retornaba al hotel, un grupo le arrojó frutas, y dicen que incluso llegaron a escupirle. Inicialmente negado, dicho incidente fue confirmado por el propio Nixon en sus memorias cuando expresó que sintió “un impulso incontrolable de romperle la cara” al agresor.
El Perú solo era el anticipo de lo que ocurriría. En una ceremonia en Venezuela, donde el vicepresidente Nixon y su esposa se disponían a cantar el himno nacional, de pronto, una lluvia de escupitajos cayó sobre ellos. El accidentado trayecto estuvo rodeado de gritos enardecidos de una multitud que se abalanzó sobre el automóvil de la pareja. Así terminó su gira por el continente.
Watergate: la estocada final
En 1968, tras descansar unos años de la política, se convirtió en el nuevo presidente de Estados Unidos. Realizó su campaña electoral bajo promesas de una “paz con honor” en Vietnam, buscando una mayor distensión con la URSS y China, a la vez que reforzaba al ejército sur vietnamita.
El mandato de Nixon estuvo marcado por constantes negociaciones con Vietnam. Tras haber tomado la errónea decisión de bombardear Camboya (1970) y Laos (1971), inició la retirada del cuerpo expedicionario norteamericano en Vietnam, para dar lugar a las conversaciones de paz en París (Francia).
Su primer gobierno concluyó con dos importantes acciones: la histórica visita a Pekín que normalizó las relaciones de Washington con Pekín; y la firma de los Acuerdos SALT I en Moscú en mayo de 1972.
Discurso de despedida de Nixon en la Casa Blanca.
Pero fue el escándalo Watergate el hecho que remeció los estratos republicanos. Una noche de junio de 1972, cinco hombres fueron detenidos por espiar al Comité Nacional Demócrata en el Hotel Watergate en Washington. Después de múltiples peripecias judiciales, la implicación de la administración de Nixon se fue haciendo cada vez más evidente.
La culpabilidad de Nixon y de altos funcionarios norteamericanos llevaron a que se iniciaran los procedimientos del “impeachement”, juicio al presidente, durante el segundo Gobierno del republicano.
La evidencia hizo que Nixon perdiera sus últimos apoyos en el Congreso. El 8 de agosto de 1974 comunicó su renuncia al cargo de presidente. De esta manera, Gerald Ford se convirtió en el nuevo jefe de Estado, e inmediatamente otorgó un perdón incondicional a Nixon, quien se retiró a su rancho californiano de San Clemente, en donde pasó sus últimos días.
(Katia Miñán Santos)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio