Autogol de la muerte: a 20 años del asesinato de Andrés Escobar
El fútbol mundial se tiñó de rojo un 2 de julio de 1994. Aquella madrugada, en su natal Colombia, seis disparos le arrancaban la vida al seleccionado Andrés Escobar. El ‘Caballero del fútbol’, que nada tenía que ver con el capo de la droga, había hecho un autogol días antes en un partido del Mundial EE.UU 1994. Así había firmado su sentencia de muerte.
22 de junio de 1994. La selección de Colombia se enfrenta ante Estados Unidos en el Mundial realizado en ese país. De este partido depende el pase a la siguiente fase de grupos. El mundo ve a Colombia con expectativa, en las clasificatorias había vencido por 5 a Argentina en Buenos Aires. En la cancha dirigía Carlos ‘El Pibe’ Valderrama y fuera de ella, ‘Pacho’ Maturana.
Minuto 35. Andrés Escobar, con la eterna casaquilla N°2, intenta cortar un centro del local. La dirección de la barrida falla. La pelota ingresa en el arco del colombiano Óscar Córdoba, la hinchada contraria grita a más no poder. Escobar está en el suelo y se levanta con las manos en la cabeza. Los fanáticos difícilmente perdonan estos errores a los ‘cracks’.
Sentencia de muerte
Seis tiros acabaron con la vida del joven Andrés Escobar, de 27 años. Nunca nadie imaginó –desde el que tenía el ‘fixture’ hasta al que no le interesaba el fútbol– que ese gol del 22 de junio cobraría la vida de Escobar.
Estados Unidos había ganado por dos a Colombia. Luego vendría la victoria sobre Suiza y, la derrota de Estados Unidos ante Rumania: el equipo colocho quedaba en la cola de su grupo.
El cuadro “cafetero” retorna a casa y ‘El Caballero de las canchas’ sale a distraerse la noche del 1 de julio. No había pasado más de diez días desde ese errado gol.
A sangre fría
Desde la oscuridad de una discoteca de Medellín, unos hombres comienzan a reclamar y a insultar a Escobar por el autogol. Él era un hombre pacífico, por ello le conocían como ‘El Caballero’, no les responde en la forma esperada y en cambio exige respeto.
Hacia las 4 de la mañana llega al garaje “El Indio” y encuentra a los mismos que lo habían increpado. Humberto Muñoz Castro saca una pistola y dispara. Una amiga lleva a Escobar al hospital, pero ya nada puede hacerse por él. Tan sólo habían pasado 45 minutos y seis disparos se llevan la vida del futbolista colombiano.
Sus compañeros del Atlético Nacional René Higuita, Víctor Hugo Aristizábal y Mauricio Serna (los dos últimos de la Selección de fútbol) acuden a reconocerlo al depósito.
Colombia despierta sumergida en un lamento. Uno de los hombres más queridos de su tricolor había fallecido de una forma violenta.
Palabra de fiscal
Recientemente el fiscal encargado del caso Jesús Albeiro Yepes hizo pública su versión.
“Usted no sabe con quién se está metiendo” le dijeron los hermanos vinculados al narcotráfico Pedro y Santiago Gallón. Quienes le gritaron “Sr. Autogol” y otros insultos en la discoteca. Esa frase sería clave para que su escolta Humberto Muñoz saliera del auto y disparara. Muñoz aceptaría luego que nunca se le ordenó el asesinato. Cuando un jefe decía ese estribillo, la advertencia se convertía en un acto automático.
Fue tal el despliegue de poderes oficiales y clandestinos, cuenta Yepes, que incluso los ‘12 del patíbulo’, narcotraficantes perdonados tras su colaboración en el asesinato en 1993 de Pablo Escobar –con quien Andrés sólo tenía en común el apellido y su paso por el Atlético Nacional–, declararon a favor de los hermanos Gallón.
Los Gallón solo fueron sentenciados por encubrimiento, mientras que Muñoz fue condenado a 43 años de prisión en 1995. Debido a una reforma legal ese veredicto se redujo a 26 años y gracias al buen comportamiento y trabajos en prisión salió libre en el 2005. Tan solo diez años después de haberse llevado la vida de Andrés Escobar en su arma.
“Andrés no llegó a provocar una pelea, tanto que no se bajó nunca de su carro, sólo bajó la ventana del vehículo y reclamó respeto…Claro, no sabía a quiénes les exigía una gota de respeto”, asegura Yepes.
Por otro lado, la familia de Escobar, en persona de su hermano y hoy técnico de fútbol Santiago, aún cree que su muerte “fue a causa de las apuestas, por el gol en contra. Las personas que ordenaron su muerte no tenían escrúpulos y causaron su asesinato”.
El adiós al Caballero
El velorio del ‘Caballero de las Canchas’ congregó a 120 mil personas y fue despedido con honores tales de jefe de estado. Incluso el propio presidente de Colombia, César Gaviria Trujillo, presentó sus respetos al infortunado futbolista.
El equipo de ensueño colombiano se quedó sin pelear aún más por la Copa del Mundo, pero también sin el jugador carismático, querido y generoso que era Andrés Escobar. Las canchas de fútbol quedan en silencio.
(Pamela Loli)
Fotos: Agencias – Archivo El Comercio
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