A 25 años de la fuga de Víctor Polay del penal Castro Castro
La madrugada del 9 de julio de 1990, el cabecilla del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), Víctor Polay Campos ‘Camarada Rolando’, huyó del Penal Miguel Castro Castro en Canto Grande junto a otros 47 emerretistas. Entre los prófugos también figuraban Alberto Gálvez Olaechea, financista de la organización, y Lucero Cumpa Miranda, encargada de la jefatura de las milicias y de los comandos subversivos.
Esta fuga sin precedentes en la historia carcelaria del país se produjo a través de un túnel de concreto armado de unos 250 metros de largo que conectaba el presidio con una vivienda aledaña.
Todo había sido planeado al detalle. Los emerretistas compraron la casa desde donde partía el ducto subterráneo y, realizaron los trabajos de excavación con cuidado profesional durante casi un año. Ya luego de la fuga, la Policía encontró la instalación de un sistema eléctrico y de extractores de aire dentro del túnel, el cual tenía un metro y medio de diámetro y alcanzaba ocho metros de profundidad.
Al día siguiente del escandaloso escape, en las páginas de El Comercio se informaba que en la casa de donde fugaron los terroristas se encontraron varios ‘walkie talkies’ (transmisores-receptores portátiles), linternas y la ropa que los fugitivos usaban en el penal. Estos se cambiaron ni bien cruzaron el túnel y huyeron en vehículos que los esperaban en los alrededores.
Víctor Polay había sido detenido en febrero del año anterior en el Hotel de Turistas de Huancayo junto con su entonces conviviente Rosa Luz Padilla, quien también huyó con él. Ambos estaban siendo sometidos a juicio. En el proceso se pedía 20 años de prisión para el cabecilla del MRTA por delitos de terrorismo, homicidio y secuestro.
Reacciones
La noticia causó un serio remezón político y social. Pues el tema era grave, en ese momento el país estaba inmerso en una guerra contrasubversiva, por lo que la fuga de emerretistas significaba un duro revés al Estado. Los dedos acusadores apuntaban directamente a Víctor Miranda y a Agustín Mantilla Campos, los entonces jefe del Instituto Penitenciario (INPE) y ministro del Interior, respectivamente.
Incluso, el aún presidente en funciones Alan García (Alberto Fujimori iba a asumir el cargo de presidente del Perú en pocos días) manifestó en una conferencia de prensa en Palacio de Gobierno el mismo día que le resultaba penoso que “cientos de policías nacionales hayan rendido su vida y miles se arriesgan diariamente para capturar a los subversivos, mientras que quienes tienen a su cargo resguardar a los capturados, no tengan la suficiente calidad y eficiencia para hacer un seguimiento claro del resguardo”. Aceptó, además, que lo sucedido representaba un severo tropiezo dentro del marco de la guerra contrasubversiva.
Entre los cuestionamientos se tenía que explicar cómo es que Polay Campos salió del venusterio, donde se le había acondicionado una celda de seguridad. Para llegar hasta el pabellón ‘emerretista’, y así reunirse con los demás prófugos, tuvo que haber pasado por lo menos tres controles policiales. El tiempo y las investigaciones determinarían que miembros policiales encargados del resguardo fueron cómplices de la huida.
Pasado aprista
Pero, ¿quién es Víctor Polay Campos? Es hijo de Víctor Polay Risco: fundador, dirigente y exdiputado del APRA. En su época de universitario, Polay Campos fue miembro de la juventud aprista. Por ello, su amistad de antigua data con Alan García no resultaba novedosa e, incluso, era recíprocamente aceptada. Las suspicacias de cómo un trabajo de excavación que demandó meses no fue detectado por las autoridades competentes se basaban en este detalle.
Recaptura
La recaptura de Polay recién se produjo casi dos años después, el 9 de junio de 1992, en una residencia en el distrito de San Borja. Meses después, un tribunal ‘sin rostro’ lo condenó a cadena perpetua. Sin embargo, a fines del año 2001, tras la caída del gobierno fujimorista, el Tribunal Constitucional anuló la condena, entre otras que impuso el fuero militar a los subversivos acusados del delito de traición a la patria.
En 2006, el proceso judicial llevado en el fuero civil determinó una pena de 32 años para Polay, que fue incrementada a 35 dos años después. Actualmente, Polay se encuentra recluido en el penal de máxima seguridad de la Base Naval del Callao, donde también se encuentran recluidos Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, y Vladimiro Montesinos.
(Julio César Guerra)
Fotos: Archivo El Comercio
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