La vida es sueño
La realización de un auto sacramental trae consigo muchos retos. Según los actores de “La vida es sueño”, uno de los principales ha sido la interpretación de personajes alegóricos como el Agua, el Poder o el Amor, quienes cuentan sus acciones a través de textos escritos en verso. Otros más fueron el diseño del vestuario, la coreografía, y la creación de una pieza musical original, ya que, como comentó el director de la obra, Luis Peirano, esta versión de la obra de Calderón de la Barca carece de una.
Por estos motivos, son muy pocas las ocasiones que en nuestro país se ha desarrollado un auto sacramental. Esta vez, para conmemorar sus 90 años, la Pontificia Universidad Católica del Perú no dudó en convocar a un grupo destacado de directores, actores, coreógrafos, músicos y escenógrafos para desarrollar una de las mejores obras del teatro clásico. En total, más de 200 artistas participan en la puesta en escena que se presenta en el atrio de la Iglesia de San Francisco.“La vida es sueño” es una de las ochenta piezas teatrales de carácter religioso de Calderón de la Barca. Escrita en 1636, esta versión filosófica de la conocida comedia nos relata la disputa de los elementos de la naturaleza (Agua, Aire, Tierra y Fuego) por obtener el dominio del mundo. Ante este caos aparece el Poder, quien busca poner orden entre ellos. Sin embargo, es el Hombre quien, gracias a su libre albedrío, decide cómo actuar, sentir, pensar e incluso dejarse tentar por el mal, personificado por el Príncipe de las Tinieblas.
Como no podía ser de otra manera, la obra cuenta con un elenco de primera: Encarnando al Poder, Ricardo Blume regresa a los escenarios locales después de 16 años. Leonardo Torres, Mónica Sánchez y Alejandro Córdova, se encargan de dar vida al Hombre, el Amor y la Sabiduría, respectivamente. El Príncipe de las Tinieblas es interpretado por Aristóteles Picho, quien aparece en el escenario sobre zancos y escondido tras una máscara.
El espectacular vestuario es otra de las características más sobresalientes del montaje. La creatividad de la diseñadora Fátima Arrieta no tuvo límites al diseñar la vestimenta de los Elementos de la Naturaleza. Para cada uno de ellos empleó distintas texturas, buscando identificarse con lo peruano. Es así que veremos a la actriz Paloma Yerovi, personificando al Agua con una túnica turquesa que se complementa con unas estrellas de mar elaboradas en cerámica prendidas de su cabello. De la misma forma, Wendy Vásquez, quien personifica al Aire, aparece en escena sobre un inmenso cóndor con un traje gris llena de plumas de aves desde la cabeza hasta los pies.
Esto, junto a la coreografía de Jimmy Gamonet y la escenografía, son elementos indispensables para transportar al auditorio al espectacular mundo metafórico de “La vida es sueño”. Vale la pena destacar la presencia en el escenario de ángeles al estilo de la Escuela Cusqueña y de grandes animales de cerámica, como el tigre en el que aparece la actriz Teresa Rally, cuyo papel es el Fuego. Además, la musicalización de la obra está a cargo del Coro de la Universidad Católica, integrado por 20 veces, y de la Banda de San Hilarión.
Del 21 al 26 de noviembre
Atrio de la Iglesia de San Francisco. Cuadra 7 del Jirón Ancash
Hora: 8 p.m.
Entradas desde S/.45 a la venta en Teleticket