El primer objetivo de Larriera será, probablemente, encontrar al mejor Cueva posible y determinar si puede renovar o no. (Foto: Club Alianza Lima)
El primer objetivo de Larriera será, probablemente, encontrar al mejor Cueva posible y determinar si puede renovar o no. (Foto: Club Alianza Lima)
Giancarlo Aljovín

No llega a un lugar extraño. Lo conoce y recuerda con cariño, porque fue el primero que lo cobijó en sus inicios en el mundo de la dirección técnica. Hace 16 años era la mano derecha de Gerardo Pelusso en . Ahora volverá a ese mismo banco como el encargado de llevar a los íntimos al ansiado tricampeonato. “Vuelvo a casa”, dice. –uruguayo de 52 años– fue elegido como el sucesor de Guillermo Salas, justamente poco más de un año después del fin de su última labor, porque el 1 de agosto de 2022 anunciaba su adiós de Peñarol (equipo donde fue campeón nacional en 2021). Ya está en Lima.

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Tras cumplir su ciclo al lado de Pelusso en 2013, Larriera comenzó su andar como entrenador principal pasando por clubes como Racing de Montevideo, Defensor Sporting, Danubio, Montevideo Wanderers de su país, Sol de América de Paraguay, Al-Wakrah de Qatar, Godoy Cruz de Argentina, O’Higgins de Chile y el ya mencionado conjunto mirasol.

En redes ya aparece que se maneja con los esquemas del 4-2-3-1 o el 4-4-2, y que además es un entrenador que busca ser ofensivo y apuesta por el buen fútbol, aunque como señaló en una entrevista a una cadena internacional a inicios de año: “No soy radical en nada”, demostrando que también se puede adaptar a las circunstancias que se presenten en los partidos.

Mauricio Larriera estuvo presente en la victoria de Alianza (1-0) sobre UTC por el Torneo Clausura. Dirigirá al cuadro blanquiazul en la próxima fecha vs. Cusco FC. (Foto: Leonardo Fernández / GEC)
Mauricio Larriera estuvo presente en la victoria de Alianza (1-0) sobre UTC por el Torneo Clausura. Dirigirá al cuadro blanquiazul en la próxima fecha vs. Cusco FC. (Foto: Leonardo Fernández / GEC)

Hasta tres fuentes con las que habló DT explican que se trata de un gran profesional y que es un obsesivo 24/7 del fútbol –aunque ha confesado que la partida de un ser querido lo ha hecho equilibrar las cosas entre el trabajo y lo personal–. En mayo pasado dejó una frase que puede ser muy importante para lo que es Alianza Lima hoy en día: “Romper con ese mito que uno no puede gestionar de una manera humana a los grandes egos, creo que justamente es lo contrario. Lo demostró en el Mundial, Lionel Scaloni dirigiendo estrellas”.

Con esa mentalidad llega Mauricio Larriera, quien espera seguir la línea de Pablo Bengoechea, su último compatriota en Matute –que precisamente fue el que apostó por él y lo presentó hace tres años en Peñarol – y ser el guía que necesita un plantel armado para ganar, ganar o ganar.


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