El director de Estrategia y Marketing de Huawei Latinoamérica, Joaquín Saldaña, visitó el país hace un par de semanas para reunirse, señala, con distintos ejecutivos de empresas de telefonía del Perú. En diálogo con Día 1, comparte su visión de la transformación digital en la región y la participación de la compañía en ese tema.
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—¿Cómo están el Perú y la región en transformación digital?
La transformación digital ha venido avanzando a un buen paso por más tiempo del que somos consientes, pero es un camino largo y podemos verlo en muchos servicios como usuario final a lo largo de la región y aquí [en Perú]. Estamos viendo también que muchas industrias ya se están transformando digitalmente y están dando el servicio a sus clientes. Dos verticales muy palpables para el usuario final: retail, todo lo que es comercio, y fintech. Son las que más efecto han tenido hacia los usuarios finales.
—¿Qué se necesita para seguir avanzando?
Vemos la transformación digital como la conjunción de muchas tecnologías, pero hay tres tecnologías base: el acceso a servicios de banda ancha, en su modalidad fija y en móvil, [porque] sin acceso a la banda ancha, no puede terminar de darse una transformación digital general. La segunda [tecnlogía] es los servicios ‘cloud’, como el acceso a tecnologías TIC (tecnologías de la información y la comunicación) pagando únicamente por lo que se consume y teniendo acceso a la máxima tecnología en el mercado. Eso tenemos que fomentar, que las empresas tengan acceso a ello. Si juntamos estas dos variables, y que son de infraestructura, y le añadimos la capa de herramientas de desarrollo de inteligencia artificial, [ahí] es donde empieza a acelerarse la transformación digital.
—¿Qué herramientas deben aportar el Estado y las empresas para ello?
Dentro de las políticas, de lado del Gobierno, hablamos de facilitar la implementación de redes, espectro, facilidad para instalación de fibra óptica, políticas que puedan incentivarlo. Que no sea tan oneroso el poner la infraestructura, porque no es el negocio del Gobierno el recabar por ese lado, sino más bien el efecto que tiene esa infraestructura en la economía que va a hacer crecer. Del lado de la industria de telecomunicaciones, [esta debe] impulsar el despliegue más agresivo y mayor de este tipo de tecnologías, pero también hay un tema desde el lado de los usuarios del mercado, donde tenemos que ir evolucionando. Vivimos en una región donde hay cierto analfabetismo digital todavía en muchos sectores.
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—¿Qué rol juega también Huawei en el cambio digital?
Tenemos el portafolio más extenso que existe en el mercado para apoyar esta transformación, entre ellas, soluciones fijas para el despliegue de fibra óptica. El 20% de nuestros ingresos del último ejercicio [fiscal] se destinan a investigación y desarrollo. Si lo vemos acumulado en los últimos 10 años, siempre ha estado alrededor del 15% de los ingresos. Y en qué se ve reflejado esto: facilitamos el despliegue de la infraestructura. Podemos tener desde métodos de instalación de fibra más eficientes, fibras preconectorizadas para que el despliegue sea más eficiente, formas de instalar fibra óptica en el hogar para que la experiencia del usuario sea pareja en toda su casa. Las casas ahora se han convertido en el gran centro de trabajo, entretenimiento y estudio de mucha gente.
Además, apostamos muy fuerte en servicios ‘cloud’ públicos con nuestro Huawei cloud.
—¿Cuáles son sus metas a mediano y largo plazo en este tema, tanto para Perú como para la región?
Nuestro objetivo es llevar la digitalización a cada persona, hogar y organización, para llegar a un mundo totalmente conectado y más inteligente. También estamos incorporando de una manera muy importante que toda nuestra tecnología sea armónica con el medioambiente. Todos nuestros equipos, además de tener soluciones específicas, están cada vez buscando bajar la huella de carbono de la infraestructura.
—También como empresa, ¿qué efecto tuvo en ustedes la crisis logística y de semiconductores?
Desde hace muchos años tenemos un proceso llamado ‘business continuity’, que es cómo aseguramos que nuestros clientes tengan continuidad en el negocio y que nosotros no los afectemos. Ahí hay todo un tema logístico de saber qué es lo que tiene el cliente, prepararnos para soportar su crecimiento, sus eventuales fallas, pero tenemos que tener los mecanismos, los procesos para reaccionar y poder mantener el servicio. Sí ha sido un reto, pero se ha manejado de esta manera y lo más importante es que nuestros clientes no se han visto afectados.