Luego de ocho años de proceso, la licitación de las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima y Callao siguen sin encender motores. El 28 de julio del 2020 el expresidente Martín Vizcarra anunció en su discurso ante el Congreso de la República que los dos megaproyectos serían ejecutados a través de un acuerdo gobierno a gobierno (G2G) y demandarían una inversión de US$10.000 millones. Sin embargo, en mayo del 2021 la gestión de Francisco Sagasti confirmó que la adjudicación de ambos proyectos sería tarea del Gobierno entrante. Desde entonces, los procesos siguen suspendidos.
“Las licitaciones G2G para la ejecución de las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima y Callao se encuentran suspendidas en espera del financiamiento multianual. Estos proyectos no han sido considerados en la Ley de Presupuesto para el 2022. Asimismo, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) debe destinar recursos en la Asignación Presupuestaria Multianual para los años fiscales 2023 al 2025″
Autoridad de Transporte Urbano (ATU) en un comunicado dirigido a El Comercio.
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En marzo del año pasado la Contraloría advirtió que la ejecución de ambas obras comprometería “recursos significativos” y, por ello, “se requería un análisis completo de la sostenibilidad fiscal de los citados proyectos” antes de programar su licitación. Un mes después, el Consejo Fiscal indicó que, de iniciarse ambos proyectos a la par de la Carretera Central y la Vía Expresa Santa Rosa, se podría afectar la estabilidad fiscal del país. Estas últimas se construyen por G2G y demandarán una inversión superior a los S/12.300 millones.
“La crítica del Consejo Fiscal también era que si había un Plan Nacional de Infraestructura (PNIC) que priorizaba 52 proyectos, no tenía sentido elegir a la Línea 4, que estaba fuera del PNIC, es decir, sin que estuviera aprobado bajo los parámetros del MEF”
Carlos Oliva, presidente del Consejo Fiscal.
Precisamente la priorización de otros proyectos grandes le juega en contra a la asignación presupuestal de las Líneas 3 y 4. “La Línea 3 está en el PNIC, pero no ha habido mucho avance con su adjudicación. A lo largo de los años se habló tanto de G2G como de obra pública, pero eso demanda que el Estado tenga capacidad presupuestal rápida para financiar un proyecto o los dos. Finalmente se optó por ir con el G2G con la Carretera Central”, resaltó Diana Tassara, gerente senior de EY Law.
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A pesar de esto, el Gobierno sí podría incluir estos proyectos para ser construidos en los próximos años, pero tendrían que ajustarlos al presupuesto. “Si hoy se quiere realizar las Líneas 3 y 4, lo pueden hacer perfectamente, pero tienen que hacer su proyección, ver cuál es el espacio fiscal y ver qué priorizan. Si lo aprueban definitivamente hay otras obras que se van a tener que dejar de lado”, advirtió Oliva.
Para la ATU sí es una prioridad iniciar con los procesos de ambos proyectos. “Como ATU venimos solicitando al MEF y al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) la prioridad que debe tener llevar a cabo estos proyectos porque tendrán un gran impacto en la población”, indicó la entidad. “De desarrollarse, la Línea 4 beneficiará a 2 millones 116 mil habitantes de 13 distritos de Lima y Callao; y la Línea 3 unirá los distritos San Juan de Miraflores y Comas, beneficiando a más de 5 millones de habitantes”, añadió.
Así, establecer o dilatar las fechas para la licitación de las obras queda en manos del Ejecutivo. “Lo que resta es convocar a una licitación, que el ganador haga los estudios de ingeniería definitivos y finalmente la construcción. Si bien son obras de alta complejidad, la buena noticia es que el mercado internacional tiene conocimiento de que el proyecto está en cartera por los anuncios de los últimos años”, indicó Miguel Prialé, socio y gerente general de DEE Consultores. “La adjudicación de cada una podría tardar entre seis y 12 meses dependiendo de los postores que se presenten”, añadió.
Asimismo, los especialistas consultados coincidieron en que no es obligatorio licitar ambos proyectos a la vez, aunque así se estén tratando de hacer desde hace un lustro.
Lo que se deja de ganar
Según un estudio de DEE Consultores, la Línea 3 traerá beneficios sociales de S/38.501 millones, mientras que la Línea 4 generará otros S/11.631 millones. Estos cálculos incluyen el ahorro en tiempo de viaje, el ahorro en costo de operación vehicular, el ahorro en reducción de flota, el ahorro en mantenimiento de vías y la reducción de accidentes. También consideran beneficios indirectos como la reducción del CO2 y el incremento del valor de los predios colindantes a las vías.
“Lima Norte tiene 2 millones de habitantes y es la zona que tiene menos medios de transporte en la ciudad. Sus ciudadanos tardan dos horas en llegar a sus trabajos en el Centro. Si les pones un medio de transporte como la Línea 3 mejoras sus tiempos, sus recorridos, su salud mental. Eso lo compruebas con lo logrado en la Línea 1″
Carlos Ugaz, exdirector ejecutivo de la Autoridad Autónoma del Tren.
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Para Juan José Cárdenas, socio de Damma Legal Advisors , mientras avance el tiempo y no se tengan operativas estos proyectos, los beneficios sociales seguirán siendo oportunidades desperdiciadas. “Los beneficios que traen estas obras superan los costos de inversión. Si la ejecución se retrasa cinco años más, los beneficios sociales caerán en S/10.000 millones. Además de los aportes fiscales, al PBI y otros beneficios que generan. Lo que está haciendo Gobierno es patear la decisión y para eso no se eligen a los gobiernos”, indicó.
El reto del nuevo PNIC
El Gobierno anunció que el próximo mes se presentará la actualización del PNIC. Este documento se publicó en el 2019 fue pensado como una hoja de ruta para la inversión pública en el mediano plazo.
A pesar de la intención, el primer PNIC solo acumuló un avance del 20% hasta marzo del 2022 según la Cámara de Comercio de Lima. Para Carlos Oliva, que era el ministro de Economía y Finanzas cuando se publicó el plan, esto ocurrió porque no se crearon mecanismos para realizar el seguimiento a la adjudicación y ejecución de proyectos. Si la actualización no lo implementa, será difícil mejorar las cifras.
“Es un tema de institucionalización del plan y que dentro de esa institucionalización se plantee un seguimiento. Eso no se logró. Se le debe dar al PNIC todas las herramientas para que se respete su ruta”, afirmó.
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Por otro lado, advirtió que lo primordial para que tenga éxito la actualización del PNIC es que tenga respaldo del Gobierno, no solo en declaraciones, sino también con actos.
“Se tiene que adecuar el país para la adjudicación de estos grandes proyectos. Es decir, debes tener mecanismos similares a los de los Panamericanos, tener oficinas de gestión de proyectos (PMO). Eventualmente, y no necesariamente, puedes adjudicar los G2G como mecanismos rápidos de resolución”, agregó.
En diciembre pasado, el MEF le indicó a este Diario que implementaría los PMO en ministerios para poder agilizar los proyectos priorizados en el PNIC.