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ANA BRICEÑO
Cuando faltaban pocos minutos para que abordara un avión a Holanda, con destino a su país, el serbio Nikola Radojicic (27), un ex basquetbolista que participó en ligas europeas, confesó a la policía que llevaba en el estómago cápsulas con droga.
La confesión de Radojicic –el último sábado cerca de las 8:15 p.m.– no fue consecuencia de un arrepentimiento. Debido a la cantidad de cápsulas que había ingerido, el extranjero sintió fuertes dolores de estómago y estaba desesperado.
Hasta el cierre de esta nota, Radojicic había evacuado 23 cápsulas que contenían, cada una, 10 gramos de cocaína.
Junto a Radojicic también fue detenido su amigo y compatriota Dokic Uros (21), que había ingerido nueve cápsulas, informó Juan Mendoza, titular de la Fiscalía Especializada en Tráfico Ilícito de Drogas.
Ambos extranjeros fueron llevados al hospital Daniel Alcides Carrión, en el Callao, donde siguen hospitalizados y custodiados por policías.
Según fuentes de Inteligencia de la Dirección Antidrogas de la policía (Dirandro), ambos integran una red de narcotraficantes. En su manifestación policial, sostuvieron que un búlgaro, quien radica en el país, les entregó las cápsulas.
LA MAFIA DE NARCOTRAFICANTES
Los agentes de la Dirandro investigan cómo opera esta mafia y sus vínculos con otras bandas extranjeras. “Su interés es proveer de droga a toda Europa, que es donde más se cotiza la cocaína”, sostuvo un policía.
Para Jaime Antezana, especialista en temas de narcotráfico, un cártel de serbios que opera en Bolivia se estaría expandiendo al Perú, pues ni aquí ni en Serbia hay controles rigurosos a la hora de sacar la droga.
Este Diario reveló el domingo pasado que el 95% de los narcovuelos que salen del país se dirigen a Bolivia, donde, además, dos familias peruanas estarían en camino a convertirse en cárteles de la droga.
La policía no descarta que Radojicic y Uros tengan relación con el caso del serbio Frederik Goran Stavric, asesinado el domingo 6 de julio en un local de McDonald’s, en Miraflores.
La División de Homicidios concluyó que Stavric ingresó al Perú de manera ilegal por la frontera con Ecuador e integró una red junto a otros seis narcotraficantes serbios. Ellos lo asesinaron porque él se apropió de US$200 mil de la organización. Dos días después del crimen, todos huyeron del Perú. Stavric utilizó documentos falsos para tramitar un DNI con la identidad de Nicola Bonavia Wong.
La Dirandro también indaga si los dos serbios detenidos en el aeropuerto tuvieron nexos con Marko Mitic, asesinado el pasado 25 de abril por un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico, según la policía.
Mitic estuvo preso ocho meses en el penal de Lurigancho, luego de que la policía lo capturara en mayo del 2013 con cinco ‘ladrillos’ de cocaína en una mochila.
