Ángel Navarro Quevedo

Después de un periodo desafiante, marcado por cancelaciones y la distancia impuesta por la pandemia, se prepara para reconectar con el público peruano, demostrando que para la conocida como “la mujer de fuego”, no hay obstáculos o excusas, solo nuevas oportunidades para compartir su música.

Desde sus inicios, Olga Tañón cautivó a miles de oyentes en todo el mundo con su voz poderosa y su energía desbordante en el escenario. Su música, una mezcla vibrante de merengue, salsa y ritmos latinos, consiguió traspasar fronteras y conquistar al público con mensajes de empoderamiento, amor y libertad.

“A mi me da mucha gracia que se diga eso [de mi música] porque la palabra ‘empoderamiento’ está muy trillada. Lo que pasa simplemente es que éramos personas con carácter, mujeres que sabíamos lo que queríamos en esta vida y que echábamos para adelante siempre”, menciona la puertorriqueña en entrevista con El Comercio.

Con el paso del tiempo, varios de sus temas se han convertido en íconos, tales como “Es mentiroso” y “Muchacho malo”, canciones que continúa interpretando en los escenarios junto a nuevas producciones que la mantienen vigente, a pesar de las cambiantes tendencias en la industria.

“Esas canciones fueron escritas por hombres, dos compositores con los que siempre converso. Por ejemplo, para ‘Muchacho malo’, uno de los compositores, al pasar por la calle, escuchó a una señora diciéndole eso a su hija y así la escribió. Para ‘Es mentiroso’, el otro compositor escuchó a una señora aconsejando a su amiga: ‘no te dejes engañar por lo que parece hermoso’, y así nacieron estas canciones”, relata Tañón.

Aunque la música urbana gana cada vez más terreno, “la mujer de fuego” no se intimida ante las nuevas propuestas, que desaparecen con la misma velocidad con la que aparecen. “Esta frenética competencia entre la música y lo digital hace que las canciones sean más efímeras, pero los himnos permanecen siempre en el corazón de la gente”, menciona la cantante, quien se encuentra constantemente renovando su repertorio con nuevas colaboraciones.

(Des)encuentros

El año pasado, Olga Tañón enfrentó la cancelación de tres conciertos en Lima, dejando a miles de sus seguidores en espera. Las cancelaciones se debieron inicialmente a motivos de fuerza mayor y, posteriormente, a incumplimientos legales relacionados con los pagos por parte de la empresa Market Red SAC a entidades como Apdayc y Sunat, así como a la propia artista, proveedores en Perú y empresas de montaje. Este conjunto de factores postergó el ansiado reencuentro de Tañón con su audiencia peruana. Sobre estos inconvenientes, la artista prefirió no emitir comentarios.

Sin embargo, la conexión de la reconocida “mujer de fuego” con el Perú va más allá de los desafíos logísticos, forjando profundas amistades con figuras emblemáticas de la música nacional. Entre ellas destaca Eva Ayllón, con quien Tañón aspira a grabar un vals. “Este año he colaborado con muchos artistas, y le debo un dúo a la maestra Ayllón, así como un proyecto con Tony y Mimi Succar. También está pendiente un contacto con la talentosa Daniela Darcourt para desarrollar algunos temas”, señala Tañón, destacando una relación de respeto y admiración mutua. “Con Eva, el proyecto que sea será especial, es alguien con quien es imprescindible grabar”, añade.

Olga Tañón con Eva Ayllón durante una de sus presentaciones en el Estadio Nacional. (Foto: Peru.com/ Fidel Huapaya)
Olga Tañón con Eva Ayllón durante una de sus presentaciones en el Estadio Nacional. (Foto: Peru.com/ Fidel Huapaya)

Con el objetivo de transformar el Estadio Nacional en un epicentro de celebración de la música latina, Tañón participará en la edición de este año del “All Music Fest 2″. En este evento, compartirá escenario con Tito Nieves, De La Ghetto, Chencho Corleone, Victor Manuelle, Jowell & Randy, entre otros, incluyendo a Elvis Crespo, otro destacado exponente del merengue puertorriqueño, como ella. “Quienes piensen que los géneros tradicionales están desapareciendo, están equivocados. Al igual que el vals peruano, que perdura hasta hoy, estilos como el merengue son imperecederos porque son banderas de nuestros países y culturas”, concluye.

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