Cada redada migratoria deja detrás una familia rota o un niño esperando. “Mis hijos estaban dormidos”, denunció una madre tras un operativo reciente de ICE. Hoy, otra historia sacude: Paola, madre de dos niños, fue detenida mientras amamantaba a su bebé. Su esposo, Adrian Clouatre, veterano del Cuerpo de Marines, no ha dejado de luchar por reunir a su familia.
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Cada vez que Noah, su hijo de dos años, pregunta por mamá, Adrian le dice con dulzura: “Mami volverá pronto”, contó a la CNN. Pero dentro de él, la incertidumbre es una espina constante.
Paola fue arrestada el 27 de mayo, justo después de asistir a una audiencia migratoria a la que fueron con la esperanza de avanzar en el trámite de su green card. La cita, que parecía rutinaria, terminó convirtiéndose en una pesadilla.
Una vida que empezaba a tomar forma
Paola llegó a Estados Unidos desde México en 2014, siendo aún una adolescente. Tenía solo 16 años y no hablaba inglés. Su madre solicitó asilo, pero la relación entre ambas se quebró poco después y Paola terminó sola, viviendo en refugios para personas sin hogar.
Su vida dio un giro en 2022 cuando conoció a Adrian en Palm Springs, durante su último año en el Ejército. Se enamoraron, tuvieron a su primer hijo, Noah, y se casaron en febrero de 2024. Luego nació Lyn, su segunda hija, y se instalaron en Luisiana para comenzar una vida juntos.
Paola llegó a Estados Unidos desde México cuando tenía 16 años y pasó su adolescencia en refugios para personas sin hogar. | Crédito: Pexels / Kindel Media
Pero el pasado migratorio de Paola volvió para interrumpirlo todo. La joven madre tenía una orden de deportación pendiente, emitida en 2018, de la que jamás fue notificada. La carta con la citación migratoria había sido enviada a su madre, con quien ya no tenía contacto. Paola nunca supo de esa audiencia fallida.
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La audiencia que terminó en arresto
El día de la audiencia de ajuste de estatus, los Clouatre fueron honestos sobre la orden de deportación. Aparentemente, todo salió bien: el entrevistador les dijo que su matrimonio estaba validado y que esperaran los próximos papeles en el lobby. Lo que ocurrió después fue inesperado: tres agentes de ICE llegaron y arrestaron a Paola, separándola de su familia frente a los ojos incrédulos de su esposo.
“Pensamos que nos dejarían volver a casa mientras resolvíamos la orden”, cuenta Adrian. “Ella no mintió. Fuimos con fe, sabiendo que yo era veterano y que estábamos haciendo todo correctamente”.
ICE justificó la detención señalando que Paola estaba en el país sin documentos y que tenía una orden de deportación pendiente. Su moción de emergencia para reabrir el caso fue presentada, pero aún no hay respuesta.
Ser padre, madre y abogado a la vez
Desde ese día, Adrian se convirtió en padre a tiempo completo, cuidador de una bebé lactante, y defensor legal de su esposa. La detención de Paola ocurrió mientras ella seguía amamantando a su hija. Adrian tuvo que insistir durante semanas para que se le permitiera usar un extractor de leche en la prisión, aunque cada vez que lo hace, le obligan a desecharla.
“Trato de llevar a la beba lo más que puedo para que Paola la amamante y así no pierda la producción de leche”, explica.
Su esposo, Adrian Clouatre, veterano del Cuerpo de Marines, lucha por su liberación desde entonces. | Crédito: Adrian Clouatre
Él viaja dos veces por semana hasta Monroe, a cuatro horas de su casa, para poder verla. “Estoy acostumbrado a estar en situaciones difíciles. Pero ver a mi esposa ahí dentro, sin privacidad, sin descanso… eso me rompe”, contó.
La salud mental de Paola se ha deteriorado. Duerme pocas horas en una habitación con más de cien personas, apenas tiene momentos de silencio, y ya comenzó terapia psicológica dentro del centro.
Una lucha por justicia
Su abogado, un exjuez de inmigración, ha solicitado al juez original reabrir el caso, alegando que Paola nunca fue notificada. Mientras esperan la respuesta, Adrian no ha dejado de mover cielo y tierra. Incluso escribió una carta a la Casa Blanca, pidiendo clemencia para su esposa. “Ha sido arrancada inhumanamente de sus dos pequeños hijos estadounidenses y de su marido, un veterano”, dice.
La Casa Blanca no ha respondido públicamente. ICE, por su parte, se ha limitado a señalar que los extranjeros con órdenes de deportación pueden “autodeportarse voluntariamente” usando una app, y que se les ofrece dinero y pasaje para abandonar el país por su cuenta.
Pero para Adrian, esa no es una opción. “Extraño muchísimo a mi esposa; es mi mejor amiga y el amor de mi vida”, escribió. Y terminó su carta con una súplica directa: “Le ruego, presidente Trump, que reúna a mi familia por respeto a los veteranos de nuestra nación y por compasión hacia una familia estadounidense destrozada por este despiadado sistema de deportación”.
Mientras tanto, Noah sigue preguntando por mamá. Y Adrian, aunque cansado, sigue repitiendo: “Mami volverá pronto”. Porque, pese a todo, no ha perdido la fe.
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