
Los astrónomos observan con atención el cielo. Un visitante misterioso ha llegado a nuestro Sistema Solar, siendo detectado por los sistemas de alerta de defensa planetaria de la Tierra. Se trata de un cometa interestelar, un inusual objeto que avanza a toda velocidad por nuestro vecindario cósmico.
El cometa interestelar ha sido bautizado como 3I/ATLAS, es el tercer objeto de su clase en ser detectado por los sistemas de alerta de la Tierra, razón por la cual, los telescopios le siguen el rastro con el objetivo de aprender lo más posible de él.
El veterano Telescopio Espacial Hubble de la NASA y ESA ha sido uno de los que ha seguido el rastro de 3I/ATLAS, y gracias a este instrumento, un equipo de astrónomos logró capturar la imagen más clara (a la fecha) del inesperado cometa interestelar.

Los astrónomos han podido estimar que el núcleo sólido helado del cometa debe medir 3.5 millas de diámetro, pero potencialmente sea tan pequeño como 1,000 pies.
El Hubble capturó una columna de polvo expulsada del lado calentado por el Sol del cometa y el indicio de una cola de polvo en forma de lágrima alejándose del núcleo.
El Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA explica que esta conducta es similar a la cometas que se acercan al Sol que se originaron dentro del Sistema Solar. La gran diferencia, sin embargo, es que este misterioso visitante llegó desde un antiguo y desconocido lugar de la Vía Láctea.
La gran velocidad del cometa 3I/ATLAS y lo que significa

Para los astrónomos de la NASA, 3I/ATLAS podría estar entrando al capítulo final de su odisea cósmica. Y es que el cometa interespacial se está lanzando hacia el Sol a una asombrosa velocidad de 130,000 millas por hora. “Esa es la velocidad más alta vista en un visitante del Sistema Solar”, precisan desde el Goddard de la NASA.
Para la NASA, la gran velocidad de 3I/ATLAS sugiere que el cometa ha atravesado el espacio interestelar por miles de millones de años; el cometa ganó velocidad debido al efecto de onda gravitacional de las estrellas y otros cuerpos celestes que encontró en su camino. Es decir, mientras más tiempo 3I/ATLAS haya estado en el espacio, más rápido se mueve.
De acuerdo a la NASA, las observaciones del Hubble sugieren que 3I/ATLAS fue probablemente expulsado de un sistema planetario en formación. “Esto ocurrió mientras cuerpos helados se agregaron dentro de un disco exterior o un anillo alrededor de una estrella”, explica la agencia espacial en un video. Esta hipótesis también apoya la idea de que los cinturones exteriores son comunes en los sistemas planetarios en formación.

Pero esa no es la única explicación para el origen de 3I/ATLAS. Otra posibilidad es que el cometa sea solo un fragmento de un planeta helado que se acercó demasiado a una estrella enana blanca, y por tanto, se desintegró bajo el estrés de la gravedad y envió sus fragmentos como peligrosas balas de cañón hacia el espacio, llegando hasta nuestro Sistema Solar.
La descripción de la NASA, sin embargo, es clara: 3I/ATLAS es un fósil helado de un tiempo probablemente anterior a la Tierra. “Si 3I/ATLAS ha deambulado entre las estrellas por cerca de la mitad de edad de la Vía Láctea, podría dar perspectivas sobre la historia de nuestra galaxia y los procesos detrás de la formación de nuestro sistema solar”, considera la agencia espacial.













