Olvidar el nombre de otra persona es un fenómeno más común de lo que imaginas y tiene una razón muy fuerte. (Foto: Rowan Jordan / iStock)
Olvidar el nombre de otra persona es un fenómeno más común de lo que imaginas y tiene una razón muy fuerte. (Foto: Rowan Jordan / iStock)
/ Rowan Jordan

Una escena habitual puede ser encontrarte en la calle con un conocido con el que estudiaste en el colegio y no saber cómo llamarlo o que llegar a una reunión de trabajo y no identificar del todo al compañero de otra área que mencionaron estaba retrasado. Esto se debe a que el cerebro almacena diversos datos importantes sobre la persona para recordarla pero, ¿sabes qué significa olvidar el nombre de otros?. Hoy te lo explico desde el lado de los investigadores y la psicología.

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Muchas veces suele pasar que olvidamos cómo se llama esa chica o chico que conocimos hace unos días en un evento social o con quien nos cruzamos en la oficina. Esto genera incomodidad, frustración y hasta vergüenza. Si bien algunos lo atribuyen a un tema de memoria, este tipo de olvido tiene más que ver con cómo funciona el cerebro.

Si te preguntas por qué los nombres son tan difíciles de memorizar, la ciencia tiene la respuesta. (Foto: whitebalance.space / iStock)
Si te preguntas por qué los nombres son tan difíciles de memorizar, la ciencia tiene la respuesta. (Foto: whitebalance.space / iStock)
/ whitebalance.space

¿Por qué es tan fácil olvidar el nombre de alguien?

Deborah Burke y Donald MacKay realizaron investigaciones científicas para entender por qué uno no recuerda el nombre de otra persona que recién conoció y, en su estudio, formularon la paradoja Baker/Baker donde mostraron a dos grupos distintos de participantes la misma fotografía. A unos les dijeron que se llamaba “Baker” (un apellido común en inglés) y al segundo, que su profesión era “baker” (panadero, en inglés). De esta manera, el grupo que asoció a la persona con la profesión de panadero recordó esa información con mucha mayor facilidad.

Esto arrojó que la memoria está mejor capacitada para retener conceptos con carga semántica o imágenes mentales, como profesiones o actividades, que palabras arbitrarias como los nombres propios.

A raíz de esto, los psicólogos Deborah Burke y Donald MacKay propusieron en 1991 que los nombres propios tienen una conexión más débil entre su forma fonológica (el sonido de la palabra) y su contenido semántico (su significado).

No es falta de atención ni desinterés, sino una cuestión de cómo procesamos la información en el cerebro. (Foto: Jacob Wackerhausen / iStock)
No es falta de atención ni desinterés, sino una cuestión de cómo procesamos la información en el cerebro. (Foto: Jacob Wackerhausen / iStock)
/ Jacob Wackerhausen

Qué dice la psicología sobre olvidarse el nombre de las personas

Olvidar el nombre de alguien es un fenómeno común y no debe ser motivo de preocupación ya que no indica necesariamente un problema de memoria o falta de atención, sino que refleja cómo nuestro cerebro organiza y prioriza la información que tiene sobre esa persona.

Y es que al conocer a alguien, el órgano del cuerpo empieza a almacenar datos y características (rostro, tono de voz, actitud), es decir, una sobrecarga de información. Es ahí donde prioriza lo que considera importante y, muchas veces, deja en segundo plano el nombre.

“La memoria de los nombres propios funciona de manera distinta a la de otros tipos de información”, indicó David Ludden, profesor de psicología de Georgia Gwinnett College, en , detallando que los nombres no suelen tener una conexión lógica con la persona, lo que dificulta su retención en un primer momento.

Entonces, si ese nombre no tiene que ver con una característica física, rasgo distintivo, una situación particular o no nos genere nada a nivel emocional, lo más probable es que lo olvides, algo que no representa una señal de deterioro cognitivo. Y es que, cuanto menos se usa un dato, menos espacio ocupa en el archivo mental y el cerebro puede considerarlo “información prescindible”.

Qué hacer para recordar el nombre de una persona

El cerebro humano necesita reforzar el vínculo entre un rostro y un nombre, algo que no siempre ocurre en un primer encuentro. Por eso, es bueno repetir el nombre en voz alta, asociarlo con una imagen o contexto específico o vincularlo a otra persona conocida, para así mejorar la retención.

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SOBRE EL AUTOR

Periodista. Licenciada en Periodismo por la USMP con más de 15 años de experiencia en periodismo televisivo, radial y digital para medios de comunicación líderes del país. Actualmente, Coordinadora de Nuevas Audiencias en el Grupo El Comercio (Lima, Perú).

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