Un importante sector de la población de Texas se está quedando sin sus Kucb (Foto: Freepik/ con ayuda de IA)
Un importante sector de la población de Texas se está quedando sin sus Kucb (Foto: Freepik/ con ayuda de IA)

En los últimos meses se ha sentido la preocupación en comunidades hispanas de todo , desde Houston y Dallas–Fort Worth hasta San Antonio, Austin, El Paso y el Valle del Río Grande. Son conductores que llevaban años, incluso décadas, recorriendo las autopistas I-35, I-10 o la I-45, cumpliendo reglas, renovando documentos y trabajando sin problemas, pero hoy se encuentran con que su licencia comercial ya no es válida, lo que para muchos significa quedarse sin empleo de un día para otro en un estado donde el transporte y la logística son clave para la economía familiar latina.

Lo que está pasando no es un rumor ni una medida aislada que solo afecta a una ciudad o a una oficina del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS). Se trata de una decisión que combina auditorías federales, cambios de reglas de emergencia y una revisión profunda del sistema de licencias comerciales en dicha parte, con impacto directo en miles de choferes latinos que manejan tráileres, camiones de reparto o autobuses en todo el estado. El resultado es claro: miles de inmigrantes perderán su licencia de conducir comercial (CDL), aun cuando antes se les había otorgado legalmente y muchos de ellos han sostenido por años a sus familias en barrios hispanos de Houston, Dallas, San Antonio, McAllen o Laredo.

UNA DECISIÓN QUE NACE A NIVEL FEDERAL

Para entender el problema, hay que empezar por el origen. Desde finales de septiembre, el DPS de Texas comenzó a suspender y degradar licencias comerciales tras una orden vinculada a la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes (FMCSA), que supervisa a nivel nacional la seguridad en el transporte de carga y pasajeros. Una auditoría federal detectó que Texas, al igual que otros estados con fuerte presencia de trabajadores inmigrantes, había emitido CDLs sin aplicar de forma estricta los criterios federales de elegibilidad migratoria.

De acuerdo con reportes de medios estadounidenses, las autoridades federales concluyeron que existían fallas sistémicas en la verificación de documentación migratoria. No se trató de acusar a los conductores de fraude, sino de señalar que el estado no revisó de manera uniforme si ciertos solicitantes cumplían con los requisitos migratorios exigidos a nivel federal, algo que hoy golpea con fuerza a comunidades hispanas que dependen de los ingresos del “trucking” y el transporte local.

Los camioneros de Texas tendrán que adaptarse a estos nuevos requerimientos, pero muchos de ellos se quedarán sin sus licencias (Foto: AFP)
Los camioneros de Texas tendrán que adaptarse a estos nuevos requerimientos, pero muchos de ellos se quedarán sin sus licencias (Foto: AFP)

¿QUIÉNES YA NO PODRÁN TENER LICENCIA COMERCIAL?

A partir de esta revisión, Texas dejó en claro que solo ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales pueden conservar o tramitar una licencia de conducir comercial. Esto deja fuera a solicitantes de asilo, refugiados, beneficiarios de DACA y personas con Estatus de Protección Temporal (TPS), aunque tengan permisos de trabajo vigentes y años de experiencia conduciendo rutas entre ciudades texanas, centros de distribución, refinerías, puertos y zonas industriales donde se concentra gran parte del empleo hispano.

Algo que muchos no esperaban es que, en lugar de una cancelación total, el DPS está degradando miles de licencias comerciales a una licencia clase C, es decir, la de automovilista regular. Según cifras oficiales, hasta el 7 de diciembre ya se había notificado a 5,867 conductores, y el número final podría llegar a 6,451 en todo Texas, una cifra que se siente tanto en grandes áreas metropolitanas como Houston o Dallas–Fort Worth como en corredores fronterizos del sur del estado donde abundan los choferes latinos.

IMPACTO ECONÓMICO Y EMOCIONAL EN FAMILIAS HISPANAS

No hace falta exagerar para entender la gravedad en un estado donde muchas familias hispanas dependen del trabajo sobre el volante. Muchos de estos conductores invirtieron miles de dólares en cursos, exámenes, entrenamiento en escuelas de manejo comercial y en la compra o renta de su propio camión, muchas veces financiado a plazos con el objetivo de levantar un pequeño negocio familiar. Perder la CDL significa perder contratos, rutas, seguros y, en algunos casos, el único ingreso familiar, justo cuando el costo de la vida sube en ciudades como Houston, Dallas, Austin o San Antonio y muchas familias viven al día.

La angustia es real, sobre todo cuando la medida llega sin una explicación clara y con plazos poco definidos. En vecindarios con alta presencia latina se multiplican las historias de choferes que ya no pueden hacer sus rutas regulares de larga distancia por la I-35 o la I-20, y que ahora se preguntan cómo pagarán la renta, la hipoteca, la colegiatura de sus hijos o incluso la gasolina para seguir buscando empleo.

Las licencias de conducir son permisos muy comunes es en Estados Unidos(Foto: Gobierno de Texas)
Las licencias de conducir son permisos muy comunes es en Estados Unidos(Foto: Gobierno de Texas)

¿QUÉ ESTÁ HACIENDO EL DPS EN ESTE MOMENTO?

El DPS de Texas asegura que la suspensión de licencias y la revisión de documentos busca alinear el sistema estatal con las reglas federales. Desde septiembre también se frenó la emisión de nuevas CDLs para personas que no cumplen con los criterios migratorios actualizados, lo que afecta tanto a quienes ya estaban trabajando como a inmigrantes hispanos que planeaban entrar al sector del transporte, una de las puertas de entrada más comunes al mercado laboral.

La revisión incluye licencias nuevas y renovaciones, lo que amplía el alcance del problema. A quienes ya recibieron una notificación se les recomienda revisar cuidadosamente la carta y acudir al DPS para una revisión individual; en ciudades grandes, eso implica hacer cita en oficinas donde también acuden diariamente miles de residentes para trámites regulares de licencia o identificación, lo que ha generado filas, retrasos y frustración.

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS CONDUCTORES AFECTADOS?

En algunos casos, conductores con documentación válida han logrado aclarar su situación, aunque el proceso es lento y las citas son limitadas. Abogados de inmigración y organizaciones comunitarias que trabajan con hispanos en Texas recomiendan no ignorar las cartas del DPS, reunir toda la documentación posible (permiso de trabajo, evidencia de estatus legal, historial de manejo, registro del vehículo) y buscar orientación legal antes de firmar o aceptar cualquier cambio definitivo en su estatus de licencia.

La falta de información clara sigue siendo una de las mayores quejas, especialmente entre inmigrantes que prefieren mantenerse en bajo perfil y que ahora tienen miedo de acudir a oficinas oficiales. Por eso, en varias ciudades de Texas comienzan a surgir pláticas comunitarias en iglesias, centros comunitarios y organizaciones de apoyo a migrantes, donde se explica en español qué está pasando con las licencias comerciales, quiénes corren riesgo de perderlas y qué opciones pueden explorar para no quedarse de un día para otro sin ingreso.

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