Segundo Seclén

Cuando hablamos de , automáticamente pensamos en los casos de diabetes tipo 2, una patología en la que el azúcar en la sangre es demasiado alto, a causa de distintos factores, como el sobrepeso u obesidad, o hasta por tendencias metabólicas debido a la herencia familiar.

Sin embargo, también existe la diabetes tipo 1, una afección crónica sobre la que aún hay mucho desconocimiento y desinformación, y que afecta a alrededor de 50 mil y adolescentes en nuestro país.

Este desconocimiento se da en todos los niveles, desde el Estado, que no cuenta con un registro de los pacientes con esta enfermedad, hasta en los cuidadores y profesores que no reconocen los síntomas, como el aumento de la sed, ganas de orinar frecuentemente, hambre extrema, adelgazamiento, fatiga y visión borrosa, que se presentan como alarmas para buscar atención profesional. De igual forma, en la comunidad médica muy pocos especialistas conocen a profundidad esta condición como para identificarla rápidamente e iniciar el tratamiento y seguimiento adecuado a los pacientes con esta afección.

Esta situación de desconocimiento afecta el diagnóstico y tratamiento oportuno, y genera complicaciones como la hipoglucemia severa, la ceguera temprana, la falta de sensibilidad en las extremidades, el daño en los riñones y hasta una potencial enfermedad cardíaca, que pueden tener como consecuencia la muerte de niños y adolescentes.

Con el objetivo de contribuir a la solución de esta problemática en el país y a la necesidad de educar sobre esta enfermedad, la iniciativa internacional Changing Diabetes in Children, que tiene experiencias en países de África y Asia, se viene implementando en el Perú y, por primera vez, en Latinoamérica, en lo que constituye un esfuerzo conjunto entre la Asociación de Diabéticos Juveniles del Perú (ADJ), Roche, Novo Nordisk y la Diris Lima Sur para apoyar la capacitación de los profesionales de todas las unidades médicas y brindar atención integral de manera gratuita en centros especializados construidos para este propósito.

Es impostergable que todos conozcamos los riesgos que pueden sufrir nuestros niños, principalmente los médicos, quienes tenemos la tarea de velar por la vida de las personas, y, para ello, necesitamos conocimiento, información, actualización constante para asumir estos retos. Somos conscientes de que esto debe implicar un trabajo conjunto entre las familias, el sector público, las instituciones privadas y todos aquellos involucrados en asegurar el bienestar de los pacientes con diabetes tipo 1. Y es que, si nosotros no cuidamos a nuestros niños, ¿quién lo hará?

Segundo Seclén es director de Changing Diabetes in Children y presidente de la Asociación de Diabéticos Juveniles del Perú (ADJ)

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