Autoestima nacionalista, por Jota Daniels

Si algo debemos destacar del actual gobierno, es su inquebrantable autoestima y optimismo, incluso en las peores coyunturas. La noticia de la semana así lo revela: una facción del gobierno estaría detrás de una campaña de guerra sucia contra la primera ministra Ana Jara. Y ello, sin duda, nos conmueve y nos admira: Quedan cuatro gatos en el gobierno y aún así se las ingenian para tener facciones, rememorando así tiempos de grandeza de años pasados donde podían darse esos lujos.

Es gracias a esta fe a prueba de balas (y realidades), que el gobierno puede sonreír pese a que su bancada en el congreso parece un reality show televisado: cada semana se va un integrante. O que pueden darse el lujo de defender con uñas y dientes, y pese a marchas y encuestas en contra, una ley laboral que no iba a ser aplicada ni a los wachimanes de los cada vez más escasos locales del partido oficialista.

La autoestima nacionalista sin duda debería ser objeto de estudio. Su ejemplo de cómo enfrentar la más deprimente adversidad podría ser replicado con enfermos terminales y personas que atraviesan una aguda depresión.

Por ello, hacemos votos porque nuestro mandatario no haga caso a las maliciosas críticas que solo buscan desanimarlo. ¡Oídos sordos, señor presidente! Ante un panorama desolador, siga usted prefiriendo el carnavalito por encima del yaraví. La ciencia médica le agradecerá su invalorable aporte.