Pedro Cateriano -quien juró como primer ministro hace menos de tres semanas- no recibió el voto de confianza del Congreso, requisito constitucional para que pueda seguir ejerciendo sus funciones. Ahora, debe presentar su renuncia y el presidente de la República, Martín Vizcarra, deberá nombrar a un nuevo jefe del Gabinete.
Una vez que Cateriano asumió la titularidad de la PCM, agendó reuniones con los partidos políticos que integran bancadas en el Congreso. Una de las primeras con la que tuvo conversaciones fue Acción Popular, en la que su representante del partido, Mesías Guevara, señaló que dialogaron sobre gobernabilidad y la transición democrática para el próximo Gobierno, así como reformas en diferentes ámbitos y la reactivación económica del país, afectado por la pandemia del coronavirus (COVID-19). En una entrevista que brindó a El Comercio, dijo también que el énfasis de su gestión estaría en el plano económico.
Cateriano no solo dialogó con todas las bancadas, también se reunió con la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR), liderados por su presidente Servando García Correa, gobernador regional de Piura. En esta reunión protocolar, se pusieron de acuerdo en identificar los procesos que se convierten en “cuellos de botella” y traban el desenvolvimiento entre los tres niveles de gobierno: nacional, regional y municipal.
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El 16 de julio, ni bien asumió como primer ministro, El Comercio publicó la siguiente nota sobre su trayectoria política.
Cuando Pedro Cateriano asumió por primera vez una jefatura de gabinete, el 3 de abril del 2015, declaró a la prensa que asumía este encargo en un momento complejo. Más de cinco años después, la situación en que el político y abogado de 62 años retorna a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) permanece desafiante: el país está atravesando uno de sus momentos más críticos por la pandemia del coronavirus (COVID-19) y episodios de confrontación entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Sin embargo, la trayectoria política de Cateriano se remonta más allá de la gestión de Ollanta Humala. A fines de la década de los ochenta, tuvo como punto de partida el Movimiento Libertad, fundado por el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
Con su ingreso a la Cámara de Diputados 1990-1992 de la mano del Fredemo, Cateriano fue parte de las comisiones de Constitución, Relaciones Exteriores y Permanente, pero una de las que marcó su paso por el Legislativo fue la Comisión Investigadora sobre el patrimonio personal del expresidente Alan García (1985-1990). Este grupo parlamentario estaba conformado además por Fernando Olivera, Luis Alvarado Contreras, Fausto Humberto Alvarado Dodero, Jorge Elias Baca Luna, Jorge del Castillo Gálvez y Lourdes Flores Nano.
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El 5 de marzo de 1991, dicha comisión señaló que el expresidente Alan García habría cometido una serie de delitos. Posteriormente, la Cámara de Diputados aprobó una acusación constitucional contra el líder del Apra, y la fiscalía formuló una denuncia penal por enriquecimiento ilícito y su presunta intermediación en la compraventa de aviones Mirage. En 1993, la Corte Suprema aprobó pedir su extradición, pero fue declarado reo ausente. En el 2001, García regresó al país luego de nueve años asilado en Colombia.
Años después, Cateriano publicó “El Caso García”, un libro en el que reúne el trabajo de esta comisión y relata las indagaciones de los casos BCCI y los aviones Mirage. La reedición fue publicada en los años 2017 y 2019.
Debido al autogolpe del 5 de abril de 1992, el entonces presidente Alberto Fujimori disolvió el Congreso y Cateriano salió junto a los demás integrantes del Parlamento.
“Fue un día negro para la democracia peruana. El ingeniero Fujimori tenía los instrumentos constitucionales para solucionar lo que él interpretaba como un impasse con el Congreso, que finalmente fue una justificación para el rompimiento del orden constitucional”, relató Cateriano el año pasado a RPP Noticias.
Asimismo, contó que ese día había salido con el también diputado Enrique Ghersi a visitar comités del Movimiento Libertad, llegó a su domicilio y cuando estaba descansando fue despertado por gritos de “golpe, golpe”.
“Inmediatamente, recibí una llamada de Enrique Ghersi, y los parlamentarios nos reunimos en la casa de Luis Bustamante Belaunde, que ya era el presidente del partido. A partir de ese momento, naturalmente, me puse a defender el orden democrático y a lo largo de los años así lo hice”, añadió.
Con la convocatoria a nuevas elecciones, en 1995, Cateriano postuló a la reelección con la lista del Frente Independiente Moralizador (FIM), de Fernando Olivera, pero no alcanzó los votos necesarios.
Cateriano, abogado de profesión graduado en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y especialista en derecho constitucional, tuvo posteriormente otras designaciones en el Ejecutivo: durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua, integró la Comisión Consultiva y la Comisión de Reforma Constitucional del Ministerio de Justicia. Y, en la gestión de Alejandro Toledo, fue viceministro de Justicia del exministro Fernando Olivera.
Su paso por la PCM
El primer encargo titular que asumió Cateriano en un gabinete de ministros fue el 23 de julio de 2012, cuando el entonces presidente Ollanta Humala lo designó ministro de Defensa, función que ejerció hasta el 2 de abril del 2015.
Uno de los momentos que marcó su paso por este sector ocurrió el 14 de julio del 2013, cuando el programa “Panorama” mostró una coordinación que había hecho Cateriano con la exprimera dama Nadine Heredia, hoy investigada por la fiscalía por los presuntos delitos de asociación ilícita para delinquir y colusión agravada, cuando era ministro de Defensa.
En el diálogo, Cateriano le decía a su interlocutor que Heredia le había dado “luz verde” para realizar compras a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Algunos cuestionamientos apuntaban a la presunta injerencia de la ex primera dama en decisiones ministeriales.
En junio de 2017, Cateriano dijo que nunca recibió órdenes de Heredia, a quien el Poder Judicial evaluará este 23 de julio un pedido de 36 meses de prisión preventiva por el caso Lava Jato. Además, indicó que el diálogo en el que ella le da “luz verde” fue editado. Sin embargo, según “Panorama”, el peritaje no se realizó al audio original, sino a un reportaje periodístico.
El 8 de enero del 2016, una denuncia presentada en su contra por presunta usurpación de funciones de parte de Heredia, fue archivada por la fiscalía. Luego, en julio del 2019, la Fiscalía Especializada en Delitos Tributarios de Lima decidió archivar la investigación contra Cateriano por supuesta defraudación tributaria. La acusación fue presentada por recomendación de la Comisión de Fiscalización del Congreso, que era presidida por el entonces congresista Héctor Becerril (Fuerza Popular).
Posteriormente, Cateriano asumió por primera vez el 3 de abril del 2015 el cargo de primer ministro tras la censura de la exministra Ana Jara. Los cuestionamientos más fuertes de su paso de la cartera de Defensa hacia la PCM surgieron por su perfil de confrontación.
Otra de las lecturas fue que el expresidente Ollanta Humala lo designaba como “provocación” a la oposición –por sus críticas abiertas al fujimorismo y el aprismo–; y su entonces cercanía con Nadine Heredia, relación de la que luego marcó distancia. Además, que su investidura se daba como una revancha a la censura que el entonces Congreso hizo a la exministra Jara.
Días después de asumir el cargo, Cateriano inició una ronda de diálogos con líderes de diferentes agrupaciones políticas antes de su presentación ante el pleno del Congreso. Uno de ellos, Alan García.
Gestión Vizcarra
Antes de esta designación en el gabinete de ministros de Martín Vizcarra, Cateriano fue uno de los exministros de Estado convocados por Vicente Zeballos, el pasado 25 de junio, para reunir propuestas sobre qué medidas se deben asumir para enfrentar las consecuencias del confinamiento y el estado de emergencia por la pandemia. Luego de la cita, Cateriano se abstuvo de brindar declaraciones sobre lo tratado.
Días después, cuando el Congreso debatió y aprobó en el pleno cinco reformas a la Constitución, Cateriano cuestionó que la mayoría del actual Parlamento no se ciña a la reforma política que la población aprobó en el referéndum del 2018. “Olvidan con impudicia que la democracia se basa en el respeto al voto”, escribió en su cuenta de Twitter.
Ese mismo día, el hoy primer ministro afirmó que “queda probado el peligro que representa para el país tener un Congreso unicameral”. “Discutir entre gallos y media noche, y con prisas de interés electoral, es inaceptable”, expuso. Luego de esta atropellada sesión y aprobadas las reformas a la inmunidad y el antejuicio en primera votación, Cateriano presentó el martes 7 su renuncia al Consejo Consultivo de la Comisión de Constitución, presidida por el congresista Omar Chehade, exvicepresidente en el gobierno de Ollanta Humala, que renunció a este cargo en enero del 2012 antes de que se vote un informe que proponía su desafuero en el Congreso.
En una reciente entrevista con La República, Cateriano dijo que para “salvar” la reforma política es necesario que el Ejecutivo y el Congreso retomen el diálogo “que nunca se debe romper en democracia, en las situaciones más extremas”.
El año pasado, días después de que el presidente Martín Vizcarra disolviera el Congreso, Cateriano respaldó la decisión del mandatario en declaraciones que brindó a medios extranjeros como La Tercera y CNN.
“Desde el punto de vista político, no tenía otra alternativa el presidente Vizcarra, por cuanto este Congreso había continuado con la práctica obstruccionista y de bloqueo político que inició con Kuczynski y que continuó con Vizcarra”, dijo al diario chileno. El dardo apuntó también a la exvicepresidenta Mercedes Aráoz: “Creo que este es un hecho bochornoso el que ha realizado Mercedes Aráoz, desde la payasada de intentar asumir una Presidencia encargada, cargo que no existe”.