Conforme transcurren los años, existe un proceso continuo, multifacético e irreversible de cambios biológicos, y hasta psicológicos, que experimenta un ser humano, y llega a manifestarse haciendo que modifiquemos ciertos hábitos. Al respecto, hoy vamos a referirnos al baño como parte de la higiene que todo adulto mayor de 65 años debe continuar llevando a cabo, pero no todos los días como algunos especialistas sugieren, y más bien tomando en consideración una frecuencia específica.
El bienestar de nuestro organismo depende de varios factores, entre ellos los ligados al ámbito nutricional, pero también corporalmente mediante una limpieza diaria que como hábito, te brinda variados beneficios, pero no todos deben llevarlo a cabo con la misma frecuencia.
Así lo expone, por ejemplo, la dermatóloga Sylvie Meaume, quien se refiere a los adultos mayores recomendándoles que se enjuaguen el cuerpo a diario, y solo bañarse haciendo uso de jabón, entre 2 y 3 duchas por semana.
La sugerencia incluye también poder evitar demasiada frotación para no resecar la piel, priorizando eso sí, una limpieza localizada sobre importantes partes del cuerpo humano como lo son las axilas, genitales y pies.

Según lo establece la OMS, una recomendada ducha no debe superar los 5 minutos en general, y con agua tibia, mientras Bupa basado en reconocidos artículos de investigación, termina refiriendo que hacerlo más de una vez al día, puede terminar alterándote la barrera cutánea y eliminar aceites naturales cuyas consecuencias son las siguientes:
- Sequedad
- Irritación
- Descamación
- Dermatitis
- Infecciones cutáneas
- Comezón y enrojecimiento
A propósito del aseo corporal como tal, también resulta importante compartirte lo que expresa el especialista en el diagnóstico y tratamiento de los problemas de la piel llamado Sergio Alique García, quien brindando declaraciones para el Clarín argentino, manifiesta sobre el baño realizado, que “lo más conveniente es ducharnos de arriba hacia abajo”, ya que de esa forma aseguraremos una limpieza efectiva contribuyendo además con usar de manera eficiente el agua utilizada.
“Si nos vamos a lavar el cabello hay que comenzar aplicando el shampoo, dejándolo actuar y enjuagándolo”, continúa expresando el dermatólogo español, haciendo hincapié en que luego de ello, habrá que llegar a la zona de los tobillos y pies acumulantes de mayor cantidad de microorganismos, y mayormente descuidadas por representar la parte inferior del cuerpo humano.
Con respecto al agua, pero fría, como recurso para hidratarnos y también refrescarnos mediante una buena ducha, el reconocido Dr. Pérez-Albela precisa que hacer uso de la terma, por ejemplo, nos brinda mayores beneficios durante los calurosos días estacionarios.
Muy por el contrario de lo que puede pensarse entorno a la temperatura del ‘líquido elemento’ en meses con mayor radiación ultravioleta, dicho médico cirujano revela mediante “Bien de Salud” vía YouTube, que “el frío contrae, cierra las ventanas del cuerpo, es vasoconstrictor”, y por ende hasta puede proporcionarte un mejor descanso nocturno.
“Métete en una ducha caliente, sudas en la ducha, pero sales con una frescura bárbara”, refiere también un Dr. Pérez-Albela cuya especialidad le permite orientar al respecto e indicar con fundamento que bañarse con agua caliente en verano resulta más beneficioso.


