La segunda temporada de “Blue Lock” ha sido un viaje lleno de altibajos que logró redimirse con un final espectacular. Desde un inicio plagado de problemas hasta un cierre que dejó boquiabiertos a los fans, esta entrega ha demostrado que incluso los comienzos más decepcionantes pueden dar lugar a momentos inolvidables.
En Saltar Intro de El Comercio vimos toda la Temporada 2 de “Blue Lock” y aquí analizamos en detalle lo que hizo bien y lo que dejó a deber.
Un inicio desalentador: problemas de animación y narrativa
La temporada comenzó con el pie izquierdo, generando frustración entre los seguidores del anime. 8-Bit Studio, encargado de la adaptación, entregó episodios que más que animación propia parecían una reproducción estática de los cuadros del manga. Las conversaciones entre personajes carecían de dinamismo, con planos fijos que dificultaban la inmersión en la historia.
A esto se sumó la reutilización de un CGI deficiente que ya había sido duramente criticado en la primera temporada. Las escenas de acción, clave en un anime deportivo como “Blue Lock”, se sentían forzadas y desprovistas de la intensidad que caracteriza al manga. Por momentos, la serie parecía una sombra de lo que prometía ser.
Sin embargo, a medida que avanzaba la temporada, estos problemas comenzaron a solucionarse lentamente, marcando un cambio positivo en la calidad de la producción.
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El partido contra la Sub-20: el resurgimiento de la temporada
El verdadero punto de inflexión llegó con el arco del partido contra la selección Sub-20 de Japón. Este enfrentamiento no solo elevó la narrativa a nuevos niveles de intensidad, sino que también marcó una mejora significativa en la animación. Aunque el CGI seguía presente, los movimientos comenzaron a sentirse más naturales y las jugadas ganaron espectacularidad.
Uno de los momentos más destacados fue el gol de Nagi Seishiro, una escena que por fin logró capturar la emoción y la habilidad técnica del personaje. Las técnicas de Itoshi Sae también fueron animadas con un nivel de detalle que dejó claro que el estudio estaba esforzándose por mejorar y ni qué decir del gol de Barou.
Sin embargo, el verdadero ‘amado’ de este arco fue Shidou Ryusei. Sus dos goles fueron una obra de arte, demostrando que 8-Bit Studio tenía un cariño especial por este personaje. Estas jugadas no solo elevaron la calidad de la animación, sino que también añadieron un nivel de dramatismo y emoción que revitalizó la temporada.
“Last Attack”: un final para la historia
El episodio final, titulado “Last Attack”, es, sin duda, uno de los momentos más brillantes de la animación en 2024. Este capítulo marcó un cambio radical en el estilo visual de la serie, gracias al uso del método ‘Kagenashi’, que elimina detalles y sombras para priorizar la fluidez de los movimientos.
El resultado fue una secuencia de animación que rozó la perfección. La jugada final, culminada con el gol de Isagi Yoichi, fue un espectáculo audiovisual que dejó sin palabras a los espectadores. Cada elemento, desde la banda sonora hasta las actuaciones de los seiyuus, estuvo en perfecta sintonía para crear una atmósfera electrizante.
Lo que hizo aún más especial esta escena fue el trabajo de Hajime Nihira, quien dirigió, realizó el guion gráfico y animó partes clave de la secuencia del gol de Isagi y también en la batalla en el mediocampo entre Itoshi Rin y su hermano Sae. Su aporte fue crucial para que este momento se convirtiera en uno de los más memorables de la animación reciente. Este episodio no solo redimió la temporada, sino que también estableció un nuevo estándar para los animes deportivos.
Las lecciones para 8-Bit Studio
Si algo queda claro después de esta temporada es que 8-Bit Studio debe apostar por el estilo y la calidad que alcanzaron en “Last Attack”. El uso de técnicas como el Kagenashi y la atención al detalle en jugadas clave son elementos que pueden definir el futuro de “Blue Lock” y consolidar su lugar como un referente del género deportivo.
No obstante, es importante señalar que un episodio magistral no puede salvar una temporada completa. La inconsistencia en la animación y la narrativa de los primeros episodios es un problema que el estudio debe solucionar para la tercera temporada.
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La promesa de la Liga Neo Egoísta
Con el anuncio de la tercera temporada y la adaptación de la Liga Neo Egoísta, las expectativas están por las nubes. Este arco es uno de los más emocionantes del manga y ofrece un sinfín de oportunidades para que el estudio muestre su potencial. Jugadas más complejas, nuevos personajes y rivalidades intensas serán el centro de esta nueva etapa, y si 8-Bit Studio aprende de sus errores, el futuro de “Blue Lock” podría ser brillante.
Conclusión: una temporada de altibajos con un final inolvidable
En términos generales, la segunda temporada de “Blue Lock” es una mezcla de momentos decepcionantes y destellos de genialidad. Si bien el inicio dejó mucho que desear, el arco contra la Sub-20 y, especialmente, el episodio final lograron redimir la serie.
Con un puntaje global de 6 o 7 sobre 10, esta temporada queda lejos de ser perfecta, pero el cierre merece un rotundo 10 de 10. El trabajo de Hajime Nihira y el uso del estilo Kagenashi establecieron un nuevo estándar para el anime deportivo y dejaron a los fans emocionados por lo que está por venir.
La tercera temporada tiene el potencial de llevar a “Blue Lock” a nuevas alturas. Si el estudio logra mantener la consistencia y apostar por la calidad, estamos ante una serie que marcará un hito en el género. Por ahora, nos quedamos con la imagen de Isagi Yoichi logrando el gol de su vida, un momento que quedará grabado en la memoria de los fans y en la historia del anime deportivo.
Toda la Temporada 2 de “Blue Lock” está disponible en Crunchyroll.