La Picantería: el espacio gastronómico de Héctor Solís amplía su propuesta teniendo a la cerveza como protagonista

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Hace un tiempo Solís adquirió el espacio detrás de La Picantería con el objetivo de poner allí una pequeña planta cervecera —una de sus pasiones— donde hoy en día elabora tres tipos de lager, cada una a su estilo y pensada para acompañar su extraordinaria propuesta culinaria con el norte como emblema. La primera planta tiene los tanques y una pequeña barra de donde salen los bocados que el chef ha pensado especialmente para este espacio. Almejas, ostras, conchas o navajas llegan maravillosamente frescas, preparadas a la chalaca, a la parrilla o estilo bloody mary. Sánguches de pescado, lengua (imploro no perdérselo, puede pedirlo como el ‘Rolling Stone’) o butifarra completan la lista de bocados, solo para empezar.

Muchos de los platos de su mesa ‘hermana’, La Picantería, también se pueden pedir por aquí y, de hecho, es una excelente opción en caso no se encuentre sitio en el primero. Desde cebiches hasta arroces. La segunda planta de Chakupe Cía. Cervecera tiene varias mesas para dos personas o más, además de contar con un comedor que funciona para grupos grandes o algún evento privado, y cuenta con su propia barra de cócteles y cervezas. Héctor y su esposa Johanna, gran anfitriona y guardiana de las mejores experiencias gastronómicas, han pensado en todos los detalles. Empezar por aquí con una buena cerveza y algunos snacks, antes de pasar a comer a La Picantería, también es un excelente plan. Les recomiendo eso sí empezar temprano, para asegurar el espacio. Atienden desde las 11:30 a.m.

Justo al frente nos aguarda la tercera y última parada. Por fuera parece un pequeño restaurante de barrio, ‘ad hoc’ con la locación. Por dentro, está la gran despensa moche con el sello Chakupe. Un local pensado para probarlo solo, o conectado a los dos anteriores. Aquí la cosa se pone seria: cau cau marino con navajas, pato confitado con hongos —frescos y secos— y vino tinto, garbanzos de larga cocción con embutidos y pesca del día; langosta en cocción al vapor en brioche casero… y, siguiendo la misma fórmula, la posibilidad de pedir algunos platos de La Picantería.

Honestamente, no es mala idea armar una ruta que incluya a los tres locales en un mismo día, porque quien haya dicho que de lo bueno, poco, definitivamente no conoció a Héctor Solís. //