Laguna de Salinas, una ruta que te hará volver a Arequipa: todo sobre un viaje lleno de diversidad

Ruta a la laguna de Salinas

Son las siete de la mañana y el sol ha salido con fuerza en la ciudad de Arequipa. Frank Mamani de la agencia Perú Mistika nos recoge en el hotel, a bordo de una camioneta 4x4, para llevarnos a conocer la laguna de Salinas.

El viaje dura unas 3 horas. Es fundamental ir abrigado porque, junto a la altura, la zona tiene temperaturas que varían entre los 2° y 8° C. La agencia que elegimos lleva grupos de 2 a 8 pasajeros y como el lugar es poco frecuentado, la experiencia es casi privada.

Hacemos una primera parada en el pueblo de Chiguata, nombre quechua que significa frío todo el año. Y sí que se siente. Ni bien bajé de la camioneta se asomó el soroche, así que además de abrigo, conviene tomar mate de coca o alguna pastilla para evitar el mal de altura.

Desde ese punto se ven el Misti, el Chachani y el Pichupichu. No pude fotografiarlos, pero no es la única oportunidad para avistarlos. “En la reserva se ubica la cadena volcánica más importante del extremo sur peruano: los volcanes Misti y Ubinas, así como los nevados Chachani, Pichupichu y Huarancante”, precisa John Machaca, jefe de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca - Sernanp.

Un par de horas después, nos detenemos a la altura del letrero que indica que hemos llegado a la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Destino que ocupa 366.963 hectáreas y que alberga lagunas, aguas termales, bofedales y escenarios espectaculares. Estamos a más de 3.900 metros de altitud y la ruta irá en subida.

Pese a su altitud, que alcanza los 6.000 m.s.n.m, la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca es muy diversa. Sernanp ha registrado 37 especies de mamíferos, 158 de aves, así como 358 de plantas. Si bien fue creada para proteger a la vicuña, actualmente es la mayor fuente de agua de la ciudad de Arequipa.

Brindis en el cielo de Arequipa

Tuvimos un tiempo para tomar fotos en la zona donde el cielo se refleja sobre el suelo. Sí, en este salar también se observa el efecto espejo característico del boliviano Uyuni. Claro, siempre y cuando no haya viento. En este punto es fundamental usar zapatos resistentes al agua y con buen agarre. Puesto que se camina sobre un terreno lodoso y puedes resbalar. ¿Lo mejor? Tuvimos la laguna de Salinas solo para nosotros.

En la zona del salar, también desértica, nos dedicamos a hacer fotos con perspectiva y videos divertidos hasta que Frank nos sorprende con un picnic. Ha colocado un telar colorido y hecho por manos artesanas, sobre el que ha colocado quesos, charcutería, frutas y hasta copas para brindar por el viaje a esta zona poco explorada de Arequipa.

Los tours integran una caminata ligera, de 10 minutos, que llega al volcán de Lojen y sus baños termales con aguas calientes que emanan de la tierra. Para ingresar, además de llevar traje de baño, se paga S/ 5 por persona. El precio no está incluido en los tours.

Antes de partir, avistamos un grupo de hermosas vicuñas, llamas y alpacas. Con suerte se observan tres tipos de flamencos: el común, el andino y de James, así como guanacos (conocidos como tarucas), venados y otras especies. Motivos más que suficientes para viajar (o volver) a Arequipa.