Si bien los temas de interés actual entre el Perú y Reino Unido son básicamente de carácter económico, nuestros vínculos sociales, culturales y comerciales datan de hace varios siglos. La vida republicana del Perú es una permanente muestra del contacto entre ambos gobiernos. Un camino no sin problemas, por supuesto, pero sin dejar de ser fructífero y aleccionador. Para averiguar más detalles conversamos con un especialista en el tema.
El historiador peruano Mauricio Novoa es editor del libro Perú & Gran Bretaña. Una historia en común (2018) y un experto en temas republicanos. Él considera que desde los tiempos de la independencia peruana (1821), cuando era ministro de Relaciones Exteriores y luego primer ministro británico George Canning, hubo una política británica (que después cambiaría) “de intervenir decididamente en la independencia de los países que formaban parte de la monarquía española”.
El apoyo británico a la independencia peruana
Los militares británicos participaron en cada uno de los procesos de emancipación en la América española. “En Colombia hubo un batallón de irlandeses, en México lo mismo; y en el Perú, William Miller fue comandante en los Húsares de Junín y Martín Guise fue el primer almirante de la flota peruana”. Y hay más personajes de origen británico que participaron en esa etapa de la historia del país.
“Hay una larga lista de personas que participaron e influyeron en la emancipación, para luego quedarse o no en el Perú”. Novoa añade que dos medidas de José de San Martín: dar un decreto que abolía la esclavitud a partir del nacimiento y otro en defensa de la libertad de comercio, “son dos políticas con las que el imperio británico estaba tremendamente comprometido”.
Los británicos que se quedaron, ¿cómo asumieron las diferencias culturales? El historiador indica que hubo esas diferencias, pese a ello la comunidad británica, siendo muy pequeña en comparación a las otras colonias, “terminó floreciendo y teniendo una gran influencia en el Perú. Hay cinco primeros ministros en la historia peruana que son nietos de británicos. El primer héroe de la marina peruana es un británico, el almirante Guise”.
Hay una anécdota que Novoa recuerda que se la contó la crítica de arte Élida Román. Y es que la tradición de la acuarela de Arequipa fue traída, de alguna manera, por los ingleses instalados en esa ciudad. “La acuarela no es una tradición propia del Perú; sí lo era en Inglaterra durante el siglo XIX. Es decir, no había tradición acuarelista en la pintura peruana en dicho siglo. Y sin embargo, surge en Arequipa, y Élida creía que era consecuencia de ese influjo inglés en la ciudad”.
La “leyenda negra” británica durante la Guerra del Pacífico
La posición de Inglaterra durante la guerra con Chile (1879-1883) es un tema polémico. Se les acusó de haber simpatizado con Chile. El historiador Novoa nos remite a un capítulo del libro que ha editado, escrito por el historiador y diplomático Glauco Seoane, quien revisó en Oxford los archivos de la Casa Gibbs. Él concluye que Inglaterra tomó una posición neutral en la guerra. Es cierto que lo que esperaban luego de la cruenta guerra era saber con quiénes iban a negociar el tema del salitre. Pero también fue cierto que hubo momentos significativos que los ingleses asumieron por un principio de humanidad.
“Quien defiende la ciudad de Lima de la destrucción es la flota británica en el Callao, comandada por el almirante Frederick Henry Stirling. Mientras había una fragata francesa y una italiana, había 7 u 8 británicas. Cuando se conversó con Manuel Baquedano, el jefe chileno, quien presidió la reunión es Stirling. Los marinos británicos en el Perú, además, contribuyeron a apagar los incendios en Chorrillos”, cuenta Novoa.
Asimismo, señala que en 1905 llegaron al Perú desde Inglaterra dos buques de guerra, el Grau y Bolognesi. Y precisa con rotundidad: “Si hubiera habido una parcialidad a favor de Chile, usted no le podría haber comprado los primeros buques de guerra luego del conflicto a quien colaboró con su enemigo, cuando podía comprarle a Estados Unidos, Alemania o Francia. Y mucho menos comprarle antes de la entrega de Tacna”.
Por ello, el estudioso cree en base a los hechos que la británica ha sido una influencia positiva para el país. Impulsaron aquí el concepto de la libertad de prensa y el libre comercio, así como la modernización de aspectos de la economía como la banca y los seguros, que se desarrollaron fundamentalmente luego del Contrato Grace. Además, “la infraestructura a través de los ferrocarriles y de la industria naviera fueron factores de modernización. Muchas de esas familias que generaron esto se quedaron en el país, participando de manera notable en la historia peruana”.
Se trató de una colonia diversa, lo que puede apreciarse en los registros de bautizo de los británicos en el Perú durante el siglo XIX, relata el historiador. Aquí llegaron comerciantes, mayordomos, cocheros, amas de llave, es decir, trabajadores de diferentes oficios.
Obras públicas y emprendimientos en el Perú con apoyo británico
Hay un paralelismo interesante entre lo que se vivió luego de la Guerra del Pacífico, y lo que viviremos a partir del contrato con el Reino Unido para la recuperación por el fenómeno del Niño. Novoa lo remarca así: “El Contrato Grace, pese a toda la crítica que provocó en su momento, no solo canceló la deuda peruana sino que permitió que nuevos capitales entraran en el sector infraestructura de las comunicaciones, como lo fueron los ferrocarriles. Ese fue un factor muy importante en la recuperación económica del Perú, luego de la guerra con Chile; y el convenio de ahora también lo será para superar la golpeada economía tras la pandemia”.
Es un hecho que a finales del siglo XIX, dice el especialista, el Perú experimentó un boom económico. Los números hablan por sí mismos. “Negar que eso haya tenido que ver con la presencia británica es históricamente absurdo”. Novoa piensa que esa influencia británica ha sido un factor importante en la historia peruana que nos ha dado dos de las grandes pasiones del Perú: el fútbol y una gaseosa como Inka Kola.
“El primer equipo campeón de fútbol fue británico, el Lima Cricket; y hubo otros de clara raigambre inglesa como el Sport Boys del Callao. Esa idea del ‘club’ como elemento de asociación, el deporte como complemento de la educación, son conceptos británicos. El antiguo Estadio Nacional fue una donación de la colonia, y el nuevo que vemos está en el mismo lugar en donde lo inauguraron los ingleses”, cuenta el editor del libro Perú & Gran Bretaña. Una historia en común.
También hay influencia en las compañías de bomberos. La Compañía Victoria (por la Reina Victoria) usa el escudo real británico como suyo. Asimismo, ha habido muchos descendientes que tienen protagonismo en la cultura peruana, como Macedonio de la Torre, nieto de británicos, Doris Gibson, Alfredo Bryce, Kiko Ledgard y hasta una miss como Madeleine Hartog-Bel, que también es nieta de británicos, recuerda Novoa.
Aquí es inevitable hablar de Inka Kola. El investigador indica que, efectivamente, la inventó un inmigrante británico, Joseph Robinson Lindley, quien en un pequeño taller del Rímac empezó a producir esta gaseosa, junto con muchas otras. Al final, gracias al emprendimiento de esta familia, luego de tres generaciones es una gaseosa muy popular, admite.
“Esta impronta británica se percibe en lo pequeño, como en la gaseosa o el comercio lanar en Arequipa, que terminó en un imperio, el imperio Gibson; pero también, por supuesto, en los grandes proyectos como los ferrocarriles”. Novoa dice, finalmente, que las otras colonias han aportado mucho también, pero la británica se hizo visible en momentos muy puntuales del país, no solo en la vida institucional sino también en la vida cotidiana de la gente.