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Sendero Luminoso y las masacres que desataron el terror en el Perú desde los años 80

Según cifras de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, este grupo terrorista provocó la muerte de más de 30 mil personas desde 1980 hasta el 2000. También tuvo influencia ideológica y táctica en grupos de corte maoísta como el Partido Comunista de Nepal y organizaciones afiliadas al Movimiento Revolucionario Internacional.

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El 16 de julio de 1992, Sendero Luminoso hizo explotar dos coches bomba en el jirón Tarata, en Miraflores. (Foto: GEC Archivo Histórico)
El 16 de julio de 1992, Sendero Luminoso hizo explotar dos coches bomba en el jirón Tarata, en Miraflores. (Foto: GEC Archivo Histórico)
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Sendero Luminoso (SL) es una es una organización terrorista de tendencia ideológica marxista, leninista y maoísta originada en el Perú en los años 80. A partir de ese momento, este grupo desató el pánico en nuestro país. La captura de su cabecilla, Abimael Guzmán, en 1992, mermó su participación como actor principal del terrorismo.

Luego de ello, solo tuvieron actuaciones esporádicas. No obstante, su ideología y tácticas tuvieron influencia sobre grupos rebeldes de corte maoísta como el Partido Comunista de Nepal y organizaciones afiliadas al Movimiento Revolucionario Internacional. Según cifras de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, este grupo armado provocó la muerte de más de 30 mil personas desde 1980 hasta el 2000.

Sangrienta venganza

El domingo 3 de abril de 1983, más de 200 miembros de SL asesinaron a 45 campesinos de la localidad de Lucanamarca, en Ayacucho. La masacre se dio como represalia contra los comuneros. Semanas antes, los campesinos habían solicitado la instalación de un puesto policial en la zona. Esto debido a que los senderistas se habían apoderado de sus ganados y sembríos, y los mantenían en cautiverio desde noviembre de 1982.

En la imagen, se ve la zona que fue atacada por el grupo senderista el 3 de abril de 1983. (Foto: GEC Archivo Histórico)
En la imagen, se ve la zona que fue atacada por el grupo senderista el 3 de abril de 1983. (Foto: GEC Archivo Histórico)

Entre las víctimas hubo varios niños y mujeres. Treinta de ellos fueron asesinados a balazos y apedreados en la plaza del pueblo. Los restantes fueron ejecutados tras ser perseguidos por distintas zonas montañosas. Tras ejecutar su venganza, los terroristas saquearon viviendas y locales públicos y comerciales. Después, huyeron lanzando amenazas contra los atemorizados pobladores.

Más adelante, el 27 de agosto de 1984, decenas de senderistas secuestraron a 60 familias en una casa comunal de la localidad de Pampacancha, en Huanta. Vestidos de militares, los terroristas asesinaron a los pobladores a cuchillazos. A varios de ellos les cortaron las orejas y a otros, los apedrearon hasta matarlos. Luego, quemaron sus cuerpos. En total, 40 personas murieron. Antes de irse, les robaron sus pertenencias e incendiaron el lugar.

Imagen referencial de un ataque terrorista ocurrido en enero de 1983. (Foto: GEC Archivo Histórico)
Imagen referencial de un ataque terrorista ocurrido en enero de 1983. (Foto: GEC Archivo Histórico)
/ EL COMERCIO

Homofobia senderista

Durante la época terrorista, Sendero Luminoso estableció un discurso de “limpieza de indeseables”. La norma extremista consistía en acabar con todas las personas que cometían poligamia, robos u eran homosexuales. Por eso, el 6 de agosto de 1986, asesinó a diez personas, entre homosexuales y prostitutas, en la localidad de Aucayacu, en Huánuco.

Años después, el 12 de septiembre de 1988, los senderistas fusilaron a ocho jóvenes en La Hoyada, en Ayacucho. Entre las víctimas también había drogadictos, prostitutas y homosexuales. Estas masacres no cesarían con el tiempo. Más adelante, el 17 de diciembre de 1989, los terroristas secuestraron a doce personas en Huánuco. Dos de ellos fueron ahorcados y asesinados de disparos en la cabeza. El resto fue puesto en libertad.

Pobladores de Caraya (Ayacucho) consternados por el ataque terrorista que sucedió en su localidad en agosto de 1988. (Foto: GEC Archivo Histórico)
Pobladores de Caraya (Ayacucho) consternados por el ataque terrorista que sucedió en su localidad en agosto de 1988. (Foto: GEC Archivo Histórico)
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Tarata, el mayor atentado terrorista de los años 90

El 16 de julio de 1992, Lima sufrió el más sangriento de sus atentados en 12 años de terrorismo. Esa noche, Sendero Luminoso hizo explotar dos coches bomba en la calle Tarata de Miraflores. Las explosiones dañaron los edificios “San Pedro”, “Tarata”, “Residencial Central”, “El Condado” y “San Carlos”. El atentado cobró la vida de 25 personas e hirió a 155 vecinos. El criminal ataque afectó a más de 300 viviendas de la zona.

También quedaron dañados los hoteles Las Américas, César’s y Diplomat; los bancos Continental, Crédito, Popular, Industrial, Del Sur, Interbank, Mutual Perú; y las tiendas Mass, Scala, Studium, Galerías Persia, Le Baron, La Americana, Galerías Larco, La Pluma de Oro, entre otros ubicados a varias cuadras de distancia de la inolvidable calle. Al año siguiente, en setiembre de 1993, más de una decena de senderistas asesinaron a siete personas en el centro poblado de Palo Acero, distrito de Monzón, en Huánuco. Las víctimas recibieron disparos en la cabeza en plena carretera.

Recorrido por el jirón Tarata después del atentado perpetrado por Sendero Luminoso en julio de 1992. (Foto: GEC Archivo Histórico)
Recorrido por el jirón Tarata después del atentado perpetrado por Sendero Luminoso en julio de 1992. (Foto: GEC Archivo Histórico)
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Masacres en el siglo XXI

La noche del 20 de marzo del 2002, nueve personas perdieron la vida tras explotar un coche bomba frente a la Embajada de EEUU, en el jirón Olmedo del centro comercial El Polo, en Surco. Los senderistas dejaron un automóvil cargado de explosivos cerca de las instalaciones del Banco de Crédito de la zona. La explosión también dejo 32 personas heridas. Este hecho se dio dos días antes de la visita del presidente estadounidense, George W. Bush, a Lima.

Años después, el 5 de diciembre del 2005, más de treinta miembros de Sendero Luminoso interceptaron a 10 policías a 200 kilómetros de la ciudad de Huamanga, en Ayacucho. Cinco agentes fueron asesinados en esa ocasión. El atentado se dio mientras que los detectives trasladaban a un detenido por narcotráfico.

El 20 de marzo del 2002, nueve personas perdieron la vida tras explotar un coche bomba frente a la Embajada de EEUU, en Surco. La imagen muestra la escena del crimen un día después. (Foto: Daniel Silva / El Comercio)
El 20 de marzo del 2002, nueve personas perdieron la vida tras explotar un coche bomba frente a la Embajada de EEUU, en Surco. La imagen muestra la escena del crimen un día después. (Foto: Daniel Silva / El Comercio)
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Sin embargo, este no sería el último atentado. Más adelante, en octubre de 2014, en víspera de las elecciones regionales y municipales, los senderistas volvieron al ataque. Esta vez bloquearon un convoy en el Valle de los ríos Apurímac y Ene. En el vehículo, había 28 policías que daban seguridad a material electoral. Dos de ellos murieron y cinco quedaron heridos.

Finalmente, el 9 de abril de 2016, ocho militares fallecieron tras un ataque narcoterrorista en el distrito de Santo Domingo de Acobamba, en Junín. La emboscada terrorista también dejó cinco heridos. Este ataque fue atribuido a los hermanos Quispe Palomino, líderes históricos del grupo senderista.

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