Dame tu fuerza, Pegaso
CON USTEDES EL ÚLTIMO DIBUJO ANIMADO QUE VI CON FERVOR
Soy capricornio pero siempre quise ser Sagitario. La armadura dorada que aterrizaba cuando Seiya convertía sus enfrentamientos en salas de urgencias fue mi sano objeto de deseo en años adolescentes. Ese cobertura de oro, que dejó el caballero más valiente Aioros, tenía el arma que a otros les faltaba y además te asesinaba con su condición de ser letal. Los Caballeros del Zodiaco (Saint Seiya) fue el último dibujo animado que seguí con la devoción de todos los episodios aprendidos y las frases anotadas. Hubo un tiempo en el que decidí despedirme, en el cual me sentí más grande de lo que era y decidí decir chau. Caballeros, nomás.
Cuando Seiya y los demás nos alegraron la edad de bronce (porque demoraron mucho en bañarse en oro), yo tenía que conciliar entre mis debilidades televisivas y ese rumor de la calle que te pide crecer apurado. Mientras aún aprendía las canciones de los Caballeros, por la tarde o noche salía a pasear con mis amigos y ya encendía algunos cigarros con el fondo musical de Nando Boom. A mediados de los noventa, en América Televisión aún había un imperio japonés a la hora de las producciones finales. Por eso me despedí con los Caballeros, por eso esperaba que culminara la última pelea de Hioga o Ikki para saber si me quedaban ganas de seguir un poco más tarde a los Supercampeones y sus jugadas imposibles en canchas interminables.
Hoy, que vivo solo, hoy que no le rindo las cuentas a nadie, creo que es indispensable una colección de los Caballeros del Zodiaco. Cuando eres un alumno de secundaria a veces tener la afición por un dibujo animado puede también ser una condena. Seguí todas las sagas de Saint Seiya con la complicidad de las paredes caseras. Nadie sabía, en un aula de enanos agrandados, mejor es arrancarle el corazón al niño que todavía late.
Aún no entiendo con certeza por qué me gustaron tanto los Caballeros, pudo ser el argumento pero también la música. La semana pasada recibí un correo electrónico de una mujer con quien hace unos cuatro años quise intercambiar corazones (para mirarlos mutuamente). No decía nada el mensaje, solo una frase corta, una de esas oraciones que tienen un moderado voltaje, que recorren y encienden: “Sé que esta canción te gustará. Un beso”.
Apenas apreté play quise llamarla, quise decirle que ese era un golpe bajo. Luego recordé que los hombres no se quejan, que mejor era reírme un poco y respirar profundo. Respiré para seguir aunque debo reconocer que esa canción triste fue reproducida durante las ocho horas siguientes. Ella quizá no sabía que esa canción produce en mí el mismo efecto que “Cucurrucú Paloma” en el personaje de Darío Grandinetti (Hable con Ella). Perdonen, pero la voy a escuchar de nuevo.
Ya había ingresado a la universidad y en la televisión aún repetían los Caballeros del Zodiaco. Eran finales de los años noventa y cada mañana salía con mis amigos a desayunar al comedor de la facultad de Ciencias Sociales en San Marcos, y así encender el televisor y seguir los capítulos nuevos de Dragon Ball Z.
Quise seguir a Gokú, pero mi fidelidad más le alcanzó a Seiya. Aún me emociono cuando repito las escenas en las cuales la armadura de Sagitario aparece para salvar al caballero Pegaso, aún repito el momento en el cual Shiryu se queda ciega o cuando Hioga le hace promesas de amor a su fallecida madre. Me gustaron mucho las primeras sagas porque la historia era más clara y porque la cantidad de personajes aún era moderada. Igual me quede hasta el último, cerré el talón cuando esos jovenzuelos de bronce se bañaron en oro para pelear contra los dioses.
Confieso que fui un aficionado desvergonzado de los dibujos animados hasta los primeros años de la universidad. Pero también confieso que hoy, cuando más debería hacerlo, no he tenido la inteligencia ni el cálculo para llenarme de videos de mis queridos Caballeros. Quizá algún día regrese a mi instinto de tragedia y vuelva a seguir todas las temporadas. Me quedaron dudas de algunos capítulos. ¿Es cierto que Shun podía ser más poderoso que todos? ¿Me hacen acordar en qué capítulo el Caballero Dragón recupera la visión?
Supercampeones, Dragon Ball y los Caballeros del Zodiaco fueron los tres últimos animes que perseguí hasta que me duraron las ganas y las buenas intenciones. Tuve una bonita infancia con las mejores producciones y programaciones. Lástima que una extraña presión te acelera el crecimiento y se pierde la magia. Debe ser esa sensación de pérdida la que me une tanto a Saint Seiya, es el cariño y el abrazo al último de la fila, con quien colgaste los chimpunes, con quien te retiraste.
En tiempos donde ser chiquiviejo es más que un estatus (es una actitud), denuncio que pude ser un fanático mayor de esos últimos dibujos que vi. Nunca es tarde para perder la vergüenza, así que poblaré mi iPod de los soundtracks de Caballeros, repetiré mis mejores capítulos (toda la saga de las 12 casas o la pelea entre Seiya y Shiryu con posterior aparición de Ikki) y a quienes me pregunten ¿qué te picó para regresar a tus dibujos?, les diré que yo nunca me fui porque siempre estoy volviendo. Soy capricornio pero aún quiero ser Sagitario. Quiero recuperar ese arco y esa flecha. Quiero recuperar ese punto de encuentro fulminante con tu corazón.
¿Cuál fue el último dibujo animado de tu vida? ¿También fueron los Caballeros del Zodiaco? ¿Qué escenas de esta genial serie recuerdas? ¿Cuál fue tu saga o caballero favorito?
La palabra es de ustedes
[El intro de los Caballeros del Zodiaco… es muy intenso escucharlo de nuevo]
[Seiya siempre socorrido por el caballero más fiel, el más valiente, el gran Aioros de Sagitario]
[Confieso que algunas canciones de los Caballeros del Zodiaco me hacían pasar una suerte de corriente: la del caballero Cisne era una de ellas. Aquí un tributo]
[Para muchos este es el mejor momento de la primera saga de Saint Seiya, cuando Shiryu decide quedarse ciego con tal de salvarle la vida a Seiya y a Shun]
[Mi canción favorita de los Caballeros del Zodiaco: si la memoria no me falla también pertenece al capítulo del sacrificio del Caballero Dragón. ¿Alguien conoce una canción más nostálgica que esta?]
TRES FUNCIONES TRES
Este sábado es el concierto de uno de mis favoritos, el genial Camilo Sesto, así que la parte musical de este posteo se la cederemos a él (estaré de todas maneras en el concierto con mi señora madre que cumplió años la semana pasada).. La próxima semana somos Raphael.
[Amor amar]
[Fresa salvaje]
[Jamás]
AVISOS PARROQUIALES
1. Ya están los cinco ganadores de los pases dobles para ver a Quico
Martín Delfín
Franco
Mary
Claudia
Fan #1
Si alguno de ustedes tiene este nick mándame un comentario para confirmar los datos y planificar la entrega de los pases. FELICITACIONES!!!!
2. Quiero despedir este buen año del blog con una fiesta nostálgica para la primera semana de diciembre. Acepto sugerencias y más en este post y la próxima semana lanzamos el anuncio. ¿Qué les parece?
3. Pueden seguir las actividades de este blogger y sus posteos a través del Twitter mi cuenta es @jovennostalgico. También pueden unirse al grupo del Facebook que ya superó los 500 seguidores (GRACIAS)
4. Es probable que antes que culmine la semana los sorprenda con algo. Estén atentos el jueves y viernes.
5. Finalmente quería convocar a todos los amantes a los animales a unirse este sábado 14 de noviembre, a la una de la tarde, en el Óvalo del Parque Kenedy de Miraflores, en una protesta llamada Lima es Antitaurina, convocada por la agrupación Lima Banderillas. Será una jornada de protesta de dos horas para decirle NO A LAS CORRIDAS DE TOROS. Gracias, allí nos vemos.