¡Huye de la complacencia!
En varias ocasiones he escrito acerca de que la arrogancia es uno de los más grandes pecados para nuestra carrera profesional y marca personal, pero hoy creo que la complacencia es incluso un pecado mucho mayor. Esta nos desactualiza, nos atrasa y, sobre todo, nos resta competitividad, nos hace perder relevancia y vigencia. Cuando somos complacientes, nos sentimos seguros y cómodos con el statu quo y no queremos que nada cambie.
Es más, asumimos que nada va a cambiar y, por lo tanto, ya no necesitamos o no hay razón de peso para salir de nuestra zona de confort o de nuestra blanda comodidad. Y dejamos de esforzarnos. Otros piensan: “ya sé lo necesario y no tengo para qué aprender nada nuevo”, y dejan de ser competitivos, de crecer, de mejorar, de estudiar, de aprender cosas nuevas, de tener curiosidad, de innovar, de encontrar mejores maneras de hacer las cosas. Y así, se atrasan, se quedan. Y pierden de vista por completo que, además, con la velocidad de la innovación tecnológica que hoy vivimos, la coyuntura laboral solo tiene espacio para los profesionales más innovadores, vigentes y creativos.
Es el momento de ensanchar nuestros paradigmas, incorporar nuevas ideas y de abrir nuestra mente.
Frente a esta ola tecnológica es preferible que aprendamos a surfearla, por lo menos sobreviviría y hasta quizá, ojalá, disfrutarla y sacarle provecho. Aprendiendo nuevas habilidades y dejando la complacencia de lado podríamos hasta lograr que esa “ola” se convierta en una oportunidad, en lugar de la amenaza real que generará muchos perfiles desactualizados.
Todos repiten que los peruanos -culturalmente- somos muy creativos. Sí lo somos, pero hoy debemos preocuparnos en ser mucho más creativos. Nos toca leer, aprender, observar, analizar, estar más en la tecnología, pensar, crear y hacer. Los más jóvenes con más hambre”: de crecer, los más avezados, los más movidos, y, por supuesto, la inteligencia artificial y todo lo digital que viene con la automatización, no se relajan ni se conforman. Como competencia que son, no se detienen nunca, y nos obligan a poner con todo sentido de urgencia el foco en seguir desarrollándonos.
El que cae en la complacencia olvida que todos los trabajos son temporales
Nos toca usar más de nuestro tiempo libre para seguir educándonos, mirar videos TED, revisar revistas Online de tecnología, leer libros relevantes o tomar cursos serios; que le den flexibilidad y plasticidad a nuestro cerebro y amplitud a nuestras ideas. Y ojalá aprendiendo a aprender más rápido y con sentido de urgencia.
El que cae en la complacencia olvida que todos los trabajos son temporales, y que somos los únicos responsables de la vigencia de nuestra marca personal. Recordemos que los trabajos duran mientras nos convengan a ambos. Tenemos que preocuparnos de nuestras carreras, entender que este es nuestro principal negocio propio, que somos una marca que representamos a los servicios que brindamos, y que es nuestra responsabilidad que esos servicios sean de la mejor calidad posible, para que quieran seguir contando con nuestros servicios, y nos sigan refiriendo bien.
Como siempre, es vital tener muy presente que, como líderes de nuestra carrera, nos toca preocuparnos por conocer cosas distintas y nuevas, que nos aporten perspectivas diferentes. Y, por supuesto, tener con urgencia las habilidades y competencias que el sector o el mercado requieren.
Los animo a sacudir cualquier complacencia que pueda rondarnos y enfrentar que hoy es el momento de ensanchar nuestros paradigmas, de incorporar nuevas ideas, de abrir nuestra mente, desaprender, aprender a aprender más rápido, pensar fuera de los límites tradicionales, conocer nuevas personas y nuevas realidades. Es un reto, pero será lo que nos dé una buena ventaja competitiva.
*Publicado en revista América Economía, el 21/06/2019