Sinfonía de videojuegos
Ciertas melodías nos llevan de vuelta a los videojuegos de nuestra infancia. Por ejemplo, la tonada del primer nivel de Mario Bros o los épicos arreglos de Zelda. Ese placer culposo que podemos apreciar de vez en cuando en nuestra vida cotidiana a través de ringtones de celulares o en la música de acompañamiento a dudosos reportajes dominicales, tiene desde hace años un evento que le trata de rendir un homenaje. El Video Games Live es el mayor concierto de música de videojuegos del mundo.
I
Tengo una entrada para el concierto de esta noche. Tan solo han pasado horas desde el cierre del showfloor del E3 en el Los Angeles Convention Center y ya estoy de regreso en el centro de la ciudad. El Nokia Theater ha sido el auditorio elegido para el show. A cincuenta metros, el Staples Center está copado, mientras Los Angeles Lakers y los Boston Celtics juegan el séptimo partido de la final de la NBA. Los alrededores están repletos de los fanáticos que visten jerseys dorados y abarrotan los restaurantes y bares cercanos. En el centro, los asistentes al Video Games Live, con ropas casuales y ajenos a la pasión popular, parecemos extraterrestres.
Una vez dentro del teatro, todo es más tranquilo. Aire acondicionado, luces de neón y demostraciones de algunos videojuegos, hacen que entremos de lleno a la atmósfera del espectáculo. Es como si entráramos a ver una película en el cine. Aún hay tiempo antes de que empiece el show y como el hot dog más caro de mi vida junto a dos amigos.
Faltan pocos minutos antes de que empiece el show y el teatro aún está a la mitad de su capacidad. Calculo que entrarán unas 3.000 personas en donde días antes Nintendo presentó su novedosa Nintendo 3DS. Aquella vez, decenas de anfitrionas bajaron del escenario y caminaron por los costados invitando a los asistentes a probar la consola portátil. Ahora, solo los instrumentos de la orquesta sinfónica y muchos atriles nos miraban desde el tabladillo. Por fin las luces se apagan y parece que el show va a comenzar.
II
Tommy Tallarico aparece en escena. El creador del concierto hace cinco años presenta el show y nos anima a expresarnos de la forma que queramos y en el momento que sea. También añade algo que enloquece a todos los que estamos sentados en las butacas del Nokia Theater: dada la coincidencia con el E3, muchos de los compositores de la música de los videojuegos que se presentarán esta noche estarán dirigiendo los arreglos ellos mismos.
La primera pieza de la noche es un tributo a los retrogamers. Pong, Donkey Kong. Frogger. Aquellos juegos vuelven a cobrar vida con la orquesta sinfónica y los videos que se muestran en las pantallas gigantes. A pesar de pertenecer a otra generación de jugadores, reconozco el respeto que merecen estos juegos y entiendo por qué abren el show. La promesa inicial de Tallarico se cumple luego una interpretación de la música de Shadow of The Colossus. Geard Marino, el creador del soundtrack de God of War, hace su aparición.
En God of War, nos sumergimos en la mitología griega. Dioses, semidioses y leyendas convergen en la historia de Kratos, el personaje principal, que a través de los juegos de la serie debe superar su pasado al mismo tiempo que lucha contra el Olimpo. Esto se refleja en la interpretación de la orquesta y el coro que la acompaña. Uno podría reconocer de qué juego pertenece esa composición sin la necesidad de ver los videos que se presentan. Aquella atmósfera hace que uno se de cuenta (o reafirme) que los videojuegos han pasado de ser un entretenimiento infantil a ser la industria que ha logrado unir diferentes géneros y transformar al espectador en el principal protagonista de su diversión. Cada juego es, hasta cierto punto, una pequeña obra maestra.
III
La noche continúa y música de juegos como Uncharted 2: Among Thieves, Assassin’s Creed o Metal Gear Solid: Snake Eater, han sido representadas en el escenario. Siento que estoy en uno de los mejores conciertos de mi vida, y definitivamente, el más nostálgico. Con cierta experiencia como pianista, el próximo invitado es más que interesante para mí. Martin Leung, conocido como el pianista de los ojos vendados, entra al escenario y se dispone a interpretar un popurrí de la música de Mario Bros. Vendado. Toca aquella música tan recordada del primer Mario Bros. Toca los temas de los niveles bajo tierra, bajo el agua, en las nubes. Toca incluso los efectos sonoros al coger una estrella, o aquel al acabar un nivel. No se equivoca. Por primera vez, el público aplaude de pie.
Las emociones no cesan y luego de algunas canciones aparece Akira Yamaoka, responsable de la música de la mayoría de juegos de la serie Silent Hill. El japonés lleva una guitarra eléctrica y tiene todo el look de un rock star. Empieza a tocar mientras la orquesta lo acompaña. El juego es Silent Hill 2. Por fin comprendo parte del fanatismo que despierta la serie de terror que nunca me atreví a jugar por cobardía. Aquel rock melódico parece que está a punto de estallar, como una buena canción de Radiohead.
Yamaoka se queda en el escenario y toca junto a Tallarico la mítica canción One Winged Angel, en un arreglo para guitarra eléctrica con acompañamiento del coro y de la orquesta. Es una de las canciones que he venido a escuchar, a pesar de no ser intepretada por su creador Nobuo Uematsu y su banda, The Black Mages. El juego del que fue parte (Final Fantasy VII) es para muchos el mejor de la historia y parte de la culpa lo tiene el recordado villano del título: Sephiroth. Su nombre es repetido en el coro de la pieza, y nos lleva al enfrentamiento entre él y Cloud Strife, el protagonista, luego de pasar por mil peripecias y explorar durante decenas de horas la geografía de aquel mundo fantástico.
IV
La noche termina para mí con la música de Castlevania. Tallarico aparece nuevamente con una guitarra de Spiderman, autografiada por el mismo Stan Lee, y es el encargado de traer de vuelta a los Belmont y sus fascinantes luchas contra Drácula. La serie tiene uno de los mejores soundtracks de los videojuegos y gran parte de los juegos son representados en el escenario.
Luego de tres horas de música y recuerdos, debo caminar rápidamente hasta el estacionamiento donde hemos dejado el carro. Mi vuelo de vuelta a Lima parte en dos horas y muchas calles han sido cerradas por el nuevo campeonato de Los Lakers.
Videos
El pianista de los ojos vendados tocando un popurrí de Mario
Akira Yamaoka tocando música de Silent Hill 2
Música de Castlevania