Los 100 años del médico que acabó con la poliomielitis
Este mes se conmemora el centenario del médico estadounidense Jonas Edward Salk, quien descubrió y desarrolló la primera vacuna para terminar con las miles de muertes causadas por la poliomielitis. Fue en 1952, cuando Salk dio al mundo el arma médica más efectiva para luchar contra esta temida enfermedad. Gracias a ella miles de personas continuaron con vida y otras evitaron la infección.
Así como hoy en día el ébola cobra la vida de más de 4 mil personas alrededor del mundo, la poliomielitis también causó en décadas pasadas una similar catástrofe sanitaria.
Con dolor y sin respuesta alguna, miles de personas lucharon día a día por su vida. La siniestra enfermedad afectaba al sistema nervioso central, provocando parálisis aguda de una o varias extremidades; traía como consecuencia la discapacidad física permanente o incluso la muerte.
El virus se desarrolló con gran fuerza en las décadas de los años ‘40 y ‘50. Su presencia en Estados Unidos causó que la gente huyera a las montañas, al desierto o a Europa, con la esperanza de buscar la cura y la salvación.
La devastadora enfermedad fue infectando a más personas, hasta que los médicos Jonas Edward Salk y Albert Bruce Sabin, presentaron una posible solución. En 1952, la vacuna de Jonas Salk logró dar el primer paso seguro para terminar con la pandemia.
Un gran triunfo médico
El médico Jonas Salk, convertido en un héroe por las personas afectadas que pedían a gritos salvar su vida, nació el 28 octubre de 1914, en la ciudad de Nueva York. Desde niño se caracterizó por ser un buen estudiante y disfrutar de la lectura.
Al principio pensó en ser abogado, pero después de trabajar en un laboratorio médico decidió estudiar en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. Al culminar su carrera, se casó con la psicóloga Donna Lindsey.
En 1942, consiguió una beca en la Universidad de Michigan para estudiar Epidemiología. Lo patrocinaba el ejército de los Estados Unidos, que necesitaba una vacuna contra la influenza para sus soldados.
Años más tarde, marcó su carrera al aplicarse la vacuna a sí mismo, a su esposa Donna y a sus hijos Peter, Darrell y Jonathan de 11, 8 y 5 años, respectivamente. Después de ello, dio el paso al mayor experimento médico realizado hasta entonces en los Estados Unidos: probar la vacuna en millones de personas. En 1957, la vacuna inyectable fue sustituida por una oral y más económica.
En 1988 la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó su campaña para erradicar la polio, que desapareció exitosamente en casi todo el mundo, excepto Nigeria, Pakistán y Afganistán.
Salk no se conformó con su primer y gran logro, y comenzó a buscar la vacuna para el SIDA en 1995. No llegó a cumplir su segundo reto por una falla cardíaca masiva que lo llevó a la muerte el 23 de junio de ese año.
Hasta hoy en día, generación tras generación siguen homenajeando al gran médico que fue Jonas Salk, quien dio un paso importante en el campo de la epidemiología.
María Chávez Chuquimango
( Archivo El Comercio)