La zona C
En el extremo suroeste de Expo Shanghai se encuentra Latinoamérica. La puerta 8 conduce a la zona C donde los pabellones latinoamericanos comparten la misma obsesión: Atraer inversiones y turistas chinos. Lo tienen muy claro Chile, México y Colombia –en ese orden- que han apuntalado sus pabellones con una sólida columna comercial. La Expo en China es el mayor escaparate mundial para “vender país”.
FOTOS: PCO
El espíritu de esta y todas las otras Expo es, en teoría, cultural. Sin embargo, el voraz interés de China por los productos de la región ha hecho que los países latinoamericanos compitan por la atención del gigante descomunal. La Expo ha sido una oportunidad para entrar en carrera con los vecinos.
Para muestra un botón, o un pabellón. Cada uno de ellos refleja además el plan estratégico que tiene su gobierno con relación a China. Claro, siempre y cuando los tenga o los mantenga. Ya lo dice el antiguo proverbio chino: “Dime cómo es tu pabellón y te diré quién eres”.
Excluyendo al Perú (que ya fue analizado en el post anterior) aquí una descripción de los competidores más fuertes en esta maratónica EXPO y la esperada tabla de posiciones de pabellones propios y alquilados (8 en total con Perú)
BRASIL, siempre primero
El número 1, el predilecto del gobierno chino, el favorito de los chinos, ahora también es el consagrado por los visitantes de la Expo.
El gobierno brasileño que ya se sabía el ganador, dio ventaja a los contendores y decidió, entre las tres modalidades -propio, alquilado o comunitario-, alquilar un pabellón para revestirlo con…. ¡Fútbol y samba!
Los chinos hacen colas de 2 horas para poder ingresar, ya que si tienen suerte uno de estos días, hasta podrán a encontrar a Ronaldo en su interior.
El pabellón mide 2 mil metros cuadrados, cuenta con 300 trabajadores, y tiene un presupuesto de 35 millones de dólares.
CHILE, el más listo
Construyó su propio pabellón y lo ha revestido de madera y cobre, sus emblemáticos productos de exportación.
El recinto mide 2500 metros cuadrados y tiene una inversión de 30 millones de dólares.
Fue el único pabellón latinoamericano que abrió durante los ensayos preliminares a la inauguración, y en esos tres días recibió 50.000 visitantes. El terremoto de principios de año no fue excusa para una razonable demora.
Tiene una página web completa y actualizada en tres idiomas.
Cuenta con el respaldo de numerosos socios corporativos y ha programado llevar a firmas chilenas hasta el pabellón para ponerlas en contacto con empresarios chinos.
Su mayor atractivo es “el pozo de las antípodas”, en cuyo fondo se ven imágenes de Chile en tiempo real. Este espacio permite que tanto chinos como chilenos se observen a través de cámaras instaladas en diversos puntos del territorio chileno. La idea está basada en un antiguo mito chileno: “Si se hace un agujero en Chile, se llega a China”.
MÉXICO, recuperando su popularidad
Cuenta con el pabellón más grande de los latinoamericanos. El recinto subterráneo tiene una superficie de 4.000 metros cuadrados y un presupuesto de construcción entre 8 y 9 millones de dólares. En total ha invertido de 20 a 23 millones.
En algún momento de la historia fue el país latinoamericano que tuvo las mejores relaciones con China basadas en la cultura.
Ahora, ha hecho uso de esta herramienta, y de su pasado milenario para mostrar un pabellón donde se exponen unas 30 piezas artísticas de gran valor, desde una escultura de piedra de la época maya hasta un autorretrato de Frida Kahlo, o los óleos de Rufino Tamayo. Un bosque de papalotes (cometas) viste su exterior como el lazo de unión entre las dos naciones.
Se ha instalado un centro de negocios donde empresarios de sectores como la producción de autopartes, la explotación minera (cobre, plata) o la producción de energías renovables muestran las oportunidades que tiene el país. También se ha destinado un espacio de 62 metros cuadrados para mostrar la oferta turística.
Con máscaras que permiten a los visitantes “ver” la vida en las ciudades del país, el pabellón se ha convertido en uno de los más interactivos.
COLOMBIA, el outsider
Está buscando un TLC con China y esto ya se nota. Su pabellón de 1.000 metros cuadrados es alquilado, en dos niveles y con una inversión de casi 10 millones de dólares aportados por el sector público y privado.
Su ubicación es privilegiada, frente al de EEUU, al costado de Brasil y adelante de Canadá.
Se ha destinado una sala VIP para los encuentros de la misión empresarial con sus potenciales socios chinos. Se busca captar inversión china en obras de infraestructura, minería y petróleo.
El pabellón fue inaugurado por su vicepresidente Francisco Santos, el mayor rango entre los invitados latinoamericanos. Estuvo acompañado por una delegación de empresarios y artistas de su país.
También se ha invitado a Gabriel García Márquez, Fernando Botero y Juanes.
Antes de iniciar el recorrido, Juan Valdez, el personaje que representa a las 560.000 familias cafeteras colombianas, ofrece una suave taza de café.
Además de café y flores, exhibe la riqueza de sus esmeraldas en una “Tienda Museo”.
VENEZUELA, el Chavo del 8
Realizó la ceremonia de inauguración al final del primer día pero recién abrió las puertas al público el día 4 debido al retraso de las obras. Así como Chile y México, ha construido su propio pabellón pero en tiempo récord.
El recinto de seis niveles con sótano y auditorio mide 3.000 metros cuadrados y tiene forma de número 8, en alusión a la octava estrella en la bandera y el símbolo de la buena suerte en China. Alrededor de 5.000 flores rojas cubren el tejado del pabellón y simbolizan “la sangre del venezolano que construye la Revolución”.
Cuenta con una inversión de 15 millones de dólares, 9 de ellos dedicados exclusivamente a la construcción del recinto.
El pabellón está consagrado a mostrar el “éxito” de la revolución bolivariana y la transformación del país en los 11 años de gobierno de su presidente Hugo Chávez.
Una estatua de Simón Bolívar, frente al local, completa este sueño chavista del número 8.
ARGENTINA, el último de la fila
Debido a que tardó en confirmar su participación, su pabellón es el único que se encuentra del otro lado de la avenida principal de la Expo, aunque dentro de la zona C. El resto de países latinoamericanos son estrictos vecinos que forman una L. En este diagrama, Argentina es el punto detrás de esa “L”.
Hasta sus organizadores admiten que ha sido un milagro abrir el pabellón el primer día. Argentina tiene tradición de tardón. En la anterior Expo Aichi (Japón) inauguró su recinto 45 días después de la ceremonia oficial.
Su pabellón de 2.000 metros cuadrados es alquilado y requirió una inversión de casi 5 millones de dólares, de los cuales 3,5 millones corresponden a la construcción y el desmontaje de la decoración interior y exterior.
Ha levantado un teatro con capacidad para unas 200 personas donde se mostrarán espectáculos de tango, películas y documentales sobre el país.
Se ha destinado una zona dedicada al encuentro de empresarios argentinos y chinos, donde además se puede degustar productos argentinos como el vino.
También cuenta con un restaurante, “El Obelisco” donde se sirve parrilla de auténtica carne argentina preparada por chefs chinos de un local en Beijing. Debido a una concesión del gobierno chino, obtuvo un permiso para importar 35 toneladas de carne argentina solo para el restaurante del pabellón.
CUBA, hermano revolucionario
Hasta en la Expo está próximo al de Venezuela.
Mide 500 metros cuadrados y es un recinto alquilado aunque se presume que fue una donación de China.
No hay información desplegada sobre los montos invertidos.
En su interior expone sus productos emblemáticos como habanos manufacturados y el ron Havana Club.
AQUI puedes recorrer virtualmente Expo Shanghai