Desaparece Confucio y aparece el Perú Antiguo
Cinco días antes del arribo de los “antiguos peruanos” al remodelado Museo Nacional de China desapareció misteriosamente una estatua de Confucio que daba la bienvenida. Hasta ahora, nadie explica cómo una escultura de bronce que mide 9,5 metros y pesa 17 toneladas se esfumó en la madrugada del 24 de abril. El retrato de Mao, situado a la entrada de la Ciudad Prohibida, cara a cara con el sabio, permanece intacto, inamovible, impasible, imperturbable…
ANTIGUOS PERUANOS
El Perú inauguró la sala América del renovado Museo Nacional de China con una exposición de 180 reliquias arqueológicas que según ha calificado la prensa china “presenta la creatividad artística de los antiguos peruanos”.
La muestra titulada “Antepasados de los Incas: El Antiguo Perú entre los siglos I y VII” exhibe ceramios, textiles y otras piezas de Moche y Nazca, que fueron seleccionadas por especialistas chinos con la colaboración del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.
Para el director del Museo Nacional de China, Lu Zhangshen, la exposición peruana viene precedida de una fama cosechada hace cinco años en Beijing. Entre abril y septiembre del 2006, el antiguo museo presentó la muestra “Clásicos perdidos: Los tesoros de los Incas y sus ancestros”.
“Fue muy exitosa y recibió mucha gente. Los visitantes chinos ya tienen una idea de la cultura incaica”, mencionó. Tras esa primera experiencia, el público local está preparado para conocer qué sucedió en las etapas anteriores a los Incas, opinaron expertos chinos del museo.
Precisamente la muestra peruana del 2006 fue una de las últimas que exhibió esta institución antes de cerrar sus puertas en marzo del 2007, para llevar a cabo tareas de remodelación y ampliación que tardaron más de cuatro años y significaron 367 millones de dólares de inversión.
El museo chino que tiene como vecinos a la Plaza Tiananmen y a la Ciudad Prohibida, volvió a operar en marzo de este año. Actualmente alberga 49 salas y su colección supera el millón de piezas. Su nueva superficie, de casi 200.000 metros cuadrados, le permiten recibir a 3.000 visitantes al día.
La exposición peruana en la sala América, ubicada en el segundo piso, estará abierta hasta fines de octubre para conmemorar los cuarenta años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre el Perú y China.
El ministro de Cultura, Juan Ossio que viajó a Beijing invitado por las autoridades chinas, destacó que no es casual el desarrollo de los intercambios entre los dos países que han sido cunas de civilizaciones milenarias.
“En el tema agrícola, nosotros cultivamos la papa, ellos el arroz. China impulsa la Ruta de la Seda, el Perú cuenta con el Gran Camino Inca. Nosotros tenemos Machu Picchu y ellos la Gran Muralla”, destacó.
Poco antes de la inauguración de la muestra, se realizó la suscripción de un Memorándum de Entendimiento entre el Ministerio de Cultura del Perú y la Administración Estatal de Patrimonio Cultural de China para cooperación y capacitación, en la protección y conservación del patrimonio cultural y el desarrollo museográfico.
Firmaron el documento el titular de la cartera de Cultura Juan Ossio y el director de la institución china de patrimonio cultural Shan Jixiang. Asistieron a la ceremonia, la viceministra de Cultura Zhao Shaohua, el embajador de China en el Perú Zhao Wuyi y su contraparte peruana Harold Forsyth, entre otros funcionarios y diplomáticos de ambos países.
“Tanto el Perú como China se encuentran amenazados por el gran tráfico de piezas ilegales. Bajo este esquema vamos a compartir experiencias sobre cómo conservar y proteger nuestro patrimonio cultural. China ya ha firmado con trece países. Nosotros tenemos que seguir avanzando. Solo en Argentina hay más de 18.000 piezas nuestras”, explicó el ministro Ossio.
Según dijo, esta muestra arqueológica es un complemento cultural al tratado de libre comercio entre Perú y China. Manifestó su intención de llevar los intercambios culturales a otros campos, no solo del pasado, sino también de lo que se vive actualmente en ambos países. Mencionó a los danzantes de tijeras como dignos representantes del Perú en China.
GUERRA DE MIRADAS
Como te adelanté AQUÍ una gigante escultura de Confucio consiguió el puesto de portero fue colocada hace apenas tres meses con bombos y platillos en los exteriores del Museo Nacional de China antes de su reapertura.
El día de la inauguración de la muestra peruana, la estatua de Confucio ya no estaba en su lugar y las autoridades no han informado aún los motivos del traslado y dónde ha ido a parar el viejo sabio.
La misteriosa desaparición ha creado olas de conjeturas y debates en los foros chinos de Internet. Algunos dicen que se encuentra en un nuevo jardín de esculturas, otros, que ha sido llevada al interior de otro museo, y en fin…
Sin embargo, no todos extrañarán a Confucio el portero. Según una encuesta llevada a cabo por people.com.cn una semana después de haber develado la estatua, al menos 154.000 personas habían manifestado su oposición a este proyecto.
Por casi dos milenios, Confucio fue el centro de la civilización china pero cuando Mao llegó al poder, literalmente se lo trajo abajo, ya que lo consideraba la representación de un “pensamiento feudal”.
Treinta y cinco años después de la muerte del ex presidente, la estatua de Confucio fue erigida casi al frente del retrato de Mao. Para muchos esto significó la rehabilitación del viejo filósofo como ideología de la sociedad china.
Pero muy poco duró la guerrita de miradas.