¡A mí con el fútbol chino!
Mis vecinos tienen un par de niños muy futboleros, de esos que le ponen al perrito ‘Messi’ y al gato, ‘CR7’ (no patea penales pero, eso sí, se mira en el espejo todo el día). Como es lógico, siendo niños, giran en torno a lo mediático y hoy lo es mirar en la tele el fútbol chino. Porque hoy la gente ve no solo novelas turcas y cine hindú, el ‘Bollywood’, que le dicen, sino también en algunos casos sigue la ‘emergente’ liga donde militan Tévez, Hulk y Òscar, entre otros, acompañando el fútbol virtuoso de Yang Li Xu, Pi Ka Chu, y Fu Man Chu. Claro, no toda la gente que devora cualquier cosa con dos arcos y una pelota consume eso, algunos nos resistimos escrupulosamente, con estoicismo. Respeto el gusto de quienes la ven, pero conmigo no cuenten, yo apenas miro en las cadenas internacionales que anuncian nomás el resumen de la ‘Superliga’, cambio de canal ‘en una’. No se pasen, ¿estamos todos locos? A mí qué ‘michi’ me interesan el Sheng Wa y el Shanghái Shenhua.
Bueno, lo cierto es que mis ‘vecinitos’ me preguntaron el otro día si conocía al Tianjin Quanjian. Claro, ingenuo al inicio, asumí que se trataba de alguna excentricidad del arte culinario chino y pensé en confesarles con un sentimiento culposo que habitualmente en los chifas solo pido mi chaufa con tallarín. Pero antes de ensayar la respuesta que hubiese delatado mi supuesta y mediática ignorancia, me dijeron que querían una camiseta de ese equipo. Caray, más difícil que conseguirle club para dirigir al ‘Puma’ Carranza. He quedado en que yo les aviso. Si supieran que el fútbol chino me sabe a clavo de olor masticado, pobrecitos.
Y es que China, como fútbol, para mí no existe. Que hay una millonaria inversión, es cierto. Que han comprado todo lo que han podido amparados en que el lucro para algunos jugadores es más importante que el sentimiento, es verdad. Que nosotros no estamos para mirar por encima del hombro a nadie, correcto. Pero eso último es a la hora de enfrentar a cualquier selección, no da para admirar su fútbol. Y entiendo que uno sigue el fútbol que admira, como pasa al elegir la música o el cine. En básquet hoy somos poco, pero no por eso voy a mirar baloncesto marroquí o etíope, no se pasen. Los venezolanos serán país menor en fútbol, pero no por eso van a pasarles por tele la liga chipriota, no es la manera de pagar sus pecados.
Igual insisto en lo dicho: respeto el gusto ajeno, si se amanecen con su tecito para ver a los chinos convencidos de que son el fútbol del futuro, perfecto, les paso su banquito para que vayan esperando y sus revistas para que no se aburran. Yo creo que un día irán a algunos mundiales como van Honduras o Suiza, pero decir que serán: “potencia” es bien atrevido. Las potencias en el fútbol son las mismas hace 80 años, son las que llegan siempre a finales de mundiales, el resto son ‘cuentos chinos’ Por ahí se sumó Holanda hace 40, pero ni Estados Unidos cuando llevó a una legión de ‘monstruos’ como Pelé y Cubillas, logró ser ‘cabeza de león’.
Últimos sí, ¡pero en Sudamérica!
Y es que acá existe un encubierto, disimulado, subliminal resentimiento social contra nuestro pobre y desvencijado fútbol, siempre caricaturizado, hasta por mí (pero con límites) en algunos casos. En base a ese encono por no tener motivos para celebrar y libar más seguido, se confunde el ser posiblemente últimos en Sudamérica, con ser últimos en el mundo y hay un buen trecho entre ambas cosas. Por lo pronto, a China ya la eliminaron de Rusia 2018 antes que a nosotros. Los sudamericanos hoy y siempre somos mucho más que ellos. Hace poco más de un año fuimos a Qatar e Irak a jugar amistosos y les ganamos a los dos claramente, caminando y con suplentes. Ambos tienen más puntos que China en la Eliminatoria asiática, ¿de qué estamos hablando entonces? Uno respeta el derecho al resentimiento que se tiene con nuestros equipos de fútbol, pero esto ya es mucho, hay equipos de otros continentes que son inferiores. A Nueva Papúa, Liechtenstein…. y ¡a China! los goleamos hasta por teléfono. Ninguna de esas ligas, las vería ni aunque Messi jugara con 22 años a cuestas. Si eso es fútbol ‘decente’, yo soy agente secreto alienígena.
Vale sí decir que a China la dirige hoy Marcello Lippi, un ‘tecnicazo’. Pero lo que vale para nosotros, vale para ellos: ¿Acá no dicen acaso que ni aunque venga Guardiola podemos mejorar?
En fin, ahora me toca buscar la camiseta del Tianjin Quanjian para los ‘vecinitos’, me voy a Gamarra ¡ya! Igual pronto será fácil de encontrar allí esos ‘souvenirs’ porque ya se deben haber dado cuenta de la ‘debilidad’ del momento. Real Madrid, Barza: de verdad ustedes, ‘ya fueron’. Amigo del negocio textil, ¿qué estás esperando para confeccionar esos atractivos diseños de la ‘Superliga’?
¿Qué el ‘Cóndor’ te pida por ‘fono’ que lo perdones?