¿Por qué nadie recuerda las canciones de la Copa América?
El mundial del ’62
es una fiesta universal,
del deporte del balón,
como consigna en general,
celebrando nuestros triunfos
bailaremos rock and roll.
Esos son los primeros versos del “Rock del Mundial“, canción compuesta por el grupo chileno Los Ramblers para conmemorar la Copa Mundial de 1962. Es, además, la primera canción oficial de la máxima competición del fútbol.
Para alguien de mi generación (es decir, aquellos que estamos hoy entre los 25 y 30 años), la relación música-fútbol probablemente empieza en Francia ’98. El inolvidable track “La Copa de la Vida” de Ricky Martin se apoderó rápidamente de las radios y trascendió tanto como los goles de Zidane en la final.
Un fenómeno que no ha sucedido a nivel regional.
La Copa América es el torneo de fútbol más antiguo del mundo, incluso más que el propio Mundial. Pese a ello, recién en el 2004 la Conmebol decidió oficializar la necesidad de tener una canción conmemorativa.
Gian Marco se encargó de dar el ‘play de honor’ con su tema “Más Allá De Los Sueños“, elegida para la edición peruana de la competición. Tres canciones más han tratado de motivar a los seleccionados del torneo en los años 2007, 2011 y 2015. Ninguna ha tenido mayor trascendencia.
Difícilmente podamos explicar por qué casi nadie las recuerda. Evidentemente, el tema oficial de un Mundial tiene más posibilidades de ser popular debido al alcance global del torneo. Pero también podrían estar presentes otros factores.
Me animo a decir que puede influir, en cierta medida, la elección del género: Gian Marco apostó por un pop guitarrero para representar nuestro bagaje musical y solo incluyó sonoridades andinas al final del tema. Como para cumplir. La tendencia se repitió en los años posteriores, siempre apostando por el ritmo de moda.
El arraigo es importante. Y los europeos lo saben: en 1992, la UEFA convocó al compositor Tony Britten para crear su himno. Así, la canción representativa de la Champions League nació del arreglo de una pieza de Georg Friedrich Händel llamada “Zadok the Priest“. Una hermosa obra de estilo barroco. Más europeo, imposible.
En fin, esa es solo una teoría. Quizás sea cosa del marketing; o de repente la composición no es tan pegajosa. Por lo pronto, a la canción oficial de Chile 2015 ya le salió competencia y casi nadie parece estar a gusto con ella en el país sureño. ¿La razón? Les parece poco representativa.
“Al Sur del Mundo” es el tema preparado por la agrupación chilena Noche de Brujas para la competición futbolística. Desde su lanzamiento, las redes sociales se encargaron de condenarla al olvido. Frases como ”eres más mala que la canción de la Copa América Chile 2015″ o “El FBI debería aprovechar el vuelo y llevarse presa a la mascota de la Copa y al que canta la canción” ya son recurrentes.
Las críticas tampoco han dejado de llegar desde otros países. El músico uruguayo Carlos “Pájaro” Canzani, autor de la canción no oficial de la Copa América de 1995 realizada en su país, calificó de “insulto” al tema.
“Con toda la riqueza musical y cultural que tenemos, me sigue impresionando que tomemos como referencia a la porquería mediocre que viene de Miami“, señaló al medio uruguayo Montevideo Portal.
No faltan quienes recuerdan que, para representarse musicalmente durante el Mundial de 1962, los organizadores escogieron un rock and roll. “Nada menos chileno”, dicen. Un escenario perfecto para el chauvinismo más crónico se ha creado. Algo que nosotros, los peruanos, conocemos de sobra.
Tras el Mundial de Francia ’98, mi interés por el fútbol se elevó al fanatismo. Era un asiduo televidente de programas como “Goles en Acción” o “Teledeportes”, cada domingo, después de las noticias.
En los típicos recuentos para conmemorar nuestra época de gloria futbolística solo sonaba una canción: ”Perú Campeón“, tremenda polca compuesta por el maestro Félix Figueroa para alentar a la selección peruana en el Mundial México 70.
Con ese tema, nació mi relación música-fútbol peruano. Casi tres décadas después de la epopeya de Cubillas y compañía. Recuerdo haber pensado: ¿por qué no hay una canción actual que hable del fútbol local? ¿Por qué nos animamos con un tema que habla de un pasado lejano? Años más tarde, entendería que nos quedamos siempre en el casi tras España 82.
En estos tiempos, ni una composición de Chabuca Granda nos lograría llenar de optimismo sobre nuestra selección. Habría que musicalizar la fe futbolera; quizás una canción sobre ello logre trascender, sea en rock and roll, en polca o en cueca.
Eso sí, esperemos que esta Copa América suene diferente para nosotros. Aunque ese sea otro cantar.