Dhasia y Debryan: el (des)amor en los tiempos de Instagram
Las redes sociales han cambiado incluso la forma en que amamos. Suena radical, pero Instagram y Facebook se han vuelto fundamentales a la hora de formalizar sentimientos, relaciones e incluso rupturas. Y es en este último caso, donde las intimidades pueden ser el punto más bajo al que algunos se aferran. Así nacen las famosas “video venganzas” y las discusiones públicas como la que esta semana protagonizaron Dhasia y Debryan, un caso que se volvió tendencia en Twitter en México y el resto del mundo.
Si estás leyendo este post y aún no tienes idea de quién estoy hablando, mereces una explicación: acá les dejo el resumen ejecutivo sobre la identidad de los protagonistas de esta monumental pelea post ruptura que viene directo desde Instagram y YouTube.
Ellos son Ryan Hoffman (30) —también conocido como Rayito o Debryan— y Dhasia Cortés Huesca (24). Él es el dueño del canal de YouTube conocido como Debryan Show, un espacio que nació en el año 2011 y tiene más de 8 millones y medio de suscriptores, actualmente su temática preferida son las fiestas, retos y formas de ligar. Mientras que ella, tiene también un canal en YouTube llamado Dhasia Wezka en el que sube contenido regularmente desde 2013, tiene más de millón y medio de suscriptores y su temática gira en torno a su vida, tags y challenges que nacen en redes sociales.
Estos ‘youtubers’ mantuvieron una relación larga de aproximadamente 4 años, la terminaron hace poco tiempo y continuaron en aparente amistad, incluso se dieron la libertad de grabar juntos un par de videos titulados “50 cosas sobre mi ex”. Sin embargo, cuando ella decidió que ya debía salir con alguien más, todo se descontroló. Ryan no lo soportó y decidió hablar de ella en Instagram, donde casi 6 millones lo siguen, exponiéndola en un clip que la mostraba besando a su nueva pareja. El lío entre ambos se hizo viral este sábado, especialmente cuando hubo respuesta a la afrenta.
Se repite una y otra vez…
Y esta pelea de ex pareja me lleva a recordar una vez más que las relaciones amorosas han cambiado desde que existe el internet. Si regresamos 15 años atrás (toda una eternidad en la era de las redes sociales), dedicarle el estado del MSN Messenger de Hotmail a la pareja era sumamente importante para reafirmar la relación. Luego vinieron las fotografías en Hi5 y finalmente la situación sentimental de Facebook. Porque estar “en una relación con…” es importante.
https://www.youtube.com/watch?v=VOGNhV2fE5w
Cómo olvidar las clásicas peleas de pareja por ‘likes’ a potenciales amenazas o por simplemente no hacerse visible en la vida de él o ella. Y cuando digo visible me refiero a presencia en Facebook e Instagram pues como dice una manoseada frase “una foto vale más que mil palabras”. Así es cuando aún hay “amor”. Pero cuando la relación termina y aún queda material en el teléfono, algunos intentan filtrar su venganza en forma de video íntimo o se limitan a mensajes indirectos en Twitter (o donde su ex los pueda leer).
Esto que menciono nos sucede a los simples mortales. A los ‘influencers’ que deciden exhibir su vida privada al 100%, les caen líos titánicos como el que vemos hoy entre Ryan y Dhasia. Y junto a sus odios, vienen las reacciones de sus fans que inmediatamente se transforman en los haters del otro. Como cuando tu relación se acabó y tus amigos del mundo real toman bando. Obviamente que esto no se trata de una estrategia por más ‘followers’, sino de una simple pelea entre dos personas que alguna vez formaron una pareja.
Lamentablemente, las secuelas se traducen en millones de personas opinando alrededor de ellos, videos en YouTube con sus Instagram Stories completos y tuits con indirectas de ambas partes, los mismos que los convirtieron en trending topic (#TT) de Twitter este fin de semana.
Ante un ejemplo de sobreexposición como este, muchos instagramers y youtubers optan por mantener a sus parejas al margen. Esta es una estrategia ya muy usada en Hollywood por varios artistas que tardan meses en confirmar su situación sentimental ante periodistas y/o el lente de los paparazzi. Lo único que ha cambiado es que los nuevos confesores de las celebridades del siglo XXI son Facebook e Instagram.
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