Eso que llaman traición
Traición. La palabrita duele de solo leerla porque tiene que ver con la lealtad, con los principios, con lo más hondo de cada uno. Traición es lo que dicen acaba de cometer la dirigencia de la ‘U’ porque habría firmado un contrato de auspicio con la Backus para lucir el logo de Cristal en la camiseta. Sí, el nombre del rival de mil batallas estaría impreso sobre la crema, según diversas fuentes, desde el segundo semestre de este año hasta el 2012. ¿Pero es realmente una traición lo que se estaría cometiendo? ¿En esta época de vacas flacas, Universitario puede darse el lujo de despreciar a un auspiciador?
Leo en “Todo Sport”, en garracrema.com y en otros espacios en la red que uno de los dirigentes que habría firmado el contrato con la cervecera, Juan Carlos Noli, se opuso a un compromiso similar hace dos años, cuando en plena campaña electoral Alfredo González sometió el tema a consideración. No conocía dicho episodio. Sí recuerdo, en cambio, las veces que el ‘Gordo’ hablaba mal de la Backus y cómo también se calló la boca en cuanto Cervesur, la fabricante de Cusqueña, patrocinador merengue por muchos años, fue absorbida por la empresa rimense.
En comparación con otros países, los auspiciadores en el fútbol peruano son escasos y los pocos que hay no aportan mucho dinero. Y es que, hablando fríamente, ¿quién va a querer asociar su marca con un deporte tan manoseado y maltratado, que además de arrastrar malos resultados, suele estar ligado a la violencia y los escándalos?
La crisis de la ‘U’ es gravísima. Solo a la Sunat le debe unos 60 millones de soles, es decir, casi la mitad de la deuda de Panamericana con esa entidad. Por la eliminación de la Libertadores perdió varios cientos de miles de dólares. Reynoso acaba de señalar que mientras la directiva no cumpla con la deuda que tiene con el plantel, no pedirá la contratación de un nuevo delantero. Con todo esto, ¿podemos darnos el lujo de rechazar un auspiciador?
Lo realmente grave, a mi entender, es que el club siga manejándose con parches, buscando dinero por aquí y por allá para tapar huecos, firmando contratos a largo plazo -con adelantos de por medio- que comprometen gestiones futuras. ¿Qué hacer para que la ‘U’ no siga en esta situación? Propongo dos alternativas: entregar el club a una empresa para que lo gestione por algunos años (la fórmula del gerenciamiento que acabó mal en Racing, pero que en Colo-Colo de Chile está rindiendo buenos resultados) o convertirlo en una sociedad anónima a fin de incorporar accionistas que inviertan en la recuperación de la institución. Ambos esquemas no son la panacea pero permiten dos cosas: un manejo empresarial para que los inversores puedan recuperar su inversión y la disposición transparente del dinero que entre y salga de las arcas del club. No veo otra opción para sacar a nuestra querida ‘U’ de la calamitosa situación en que se encuentra, salvo el improbable caso de que aparezca un Messi en nuestras canteras y algún club del exterior se anime a comprarlo por una tonelada de dólares.
Qué dicen muchachos. Espero leerlos pronto. Un abrazo.