Con el 'Chino' de cabeza
¿Cuando les preguntan sobre el equipo, en qué jugador piensan? Seguramente la mayoría lo hace en Galván y Solano. Por ahí quizás alguno mencione a Fito, a Fernández, incluso a Piero (dicen que del amor al odio -y viceversa- hay un solo paso). Sin embargo, ¿Gianfranco Labarthe no reúne ya los méritos suficientes para ser considerado como la figura de este Universitario versión 2009? ¿No es, por lo menos, la gran revelación del año?
Retrocedamos un poquito: a principios de temporada todos mirábamos al ‘Chino’ con desdén. Es más, su transferencia a otro equipo no habría provocado drama. Incluso ya con la Libertadores y el Descentralizado iniciados, acá, en la tribuna, en la prensa y en cualquier lugar la conclusión obligada era que el ataque de la ‘U’ era muy livianito, que Labarthe no garantizaba nada, que necesitábamos un buen refuerzo y otros etcéteras más.
El ‘Chino’ nos ha tapado la boca a todos. Sin hacer ruido ya lleva marcados diez goles en el torneo, todos fundamentales. El goleador crema no es un nueve clásico, no atemoriza ni ataranta, no gana por fuerza física, pero posee un argumento que hasta ahora está resultando demoledor: su ubicación. Gianfranco está donde las papas queman, sea para añadir la pelota o para cabecearla. Nos ha salvado la vida varias veces -como ocurrió el domingo ante Melgar-, así que es hora de que seamos menos mezquinos con él. Ante la defección de Calheira, el 2009, hasta ahora, es el año del ‘Chino’.
El Perú ha tenido grandes cabeceadores (aclaración: no me estoy refiriendo a cierto rollizo ex dirigente ni a ningún otro de su especie). La historia señala que el mejor ha sido Valeriano López, de mi época recuerdo al ‘Tanque’ La Rosa (en particular su golazo a los colombianos en la eliminatoria del 81). El ‘Chino’ está a años luz de ambos; no obstante, ha demostrado algo que pocos jugadores peruanos poseen en la actualidad: buena técnica para poner la frente o el parietal en el momento justo. Lo demostró en el clásico y lo confirmó ante los rojinegros. Se impulsa bien y conecta el cabezazo con más colocación que fuerza. El domingo lo sufrió el golero characato, por más que algunos discutan si Alva hizo el centro cuando la pelota ya había salido de la cancha.
Sobre el partido, el equipo mostró una mejora en su juego. Hubo más variantes ofensivas -triangulaciones, algunos disparos de lejos- y me atrevería a decir que hasta se pudo golear. Conde, Solano y el propio Labarthe erraron situaciones muy claras, mientras que Llontop conjuró con seguridad las pocas acciones ofensivas de la visita.
Lo preocupante fue la merma que hubo en los últimos quince minutos en cuanto Fito dejó de trascender. El ingreso del arequipeño Zambrano recargó la labor defensiva por la izquierda y el mexicano se quedó sin aire, la volante empezó a retroceder y perdimos fluidez y potencia arriba.
Este fin de semana se viene un partido bravo en Huancayo en el cual, imagino, Reynoso utilizará otra vez a algún jugador de la Sub 20 a fin de seguir sumando en la bolsa de minutos. Aún resta acumular unos mil minutos y si no queremos tener problemas en la liguilla, es imprescindible sumarlos en las fechas que quedan de esta primera parte del torneo.
Les dejo dos goles del ‘Chino’: el del Clásico y, por supuesto, el anotado ante Melgar: