Universitario: entre locuras y manoseos
“La clave está en la cláusula de salida”. La frase le pertenece a una fuente conocedora de los tejes y manejes de nuestro fútbol, a la cual acudí para confirmar si tenía asidero la versión de la administración de Universitario de que sus nuevas contrataciones no afectarían su estabilidad económica.
Lo que acaba de ocurrir con Alberto Rodríguez va de la mano con esa versión. A cambio de no cobrar una millonada (pese a las dudas desatadas, en el club insisten en que el presupuesto es prácticamente el mismo del año pasado: 2,9 millones de dólares), el Mudo puede irse cuando quiera. Quizás volvamos a ser testigos de estos amagos durante la Libertadores, las eliminatorias o mañana mismo. La apuesta de la gerencia que encabeza César Vento es riesgosa: armar un equipo que entusiasme y llene las tribunas, pero de corto plazo. ¿Rodríguez, Corzo y Vargas pueden quedarse el resto del año? Si los resultados deportivos llegan acompañados de un flujo positivo de caja, no descarten esa posibilidad… como tampoco que en julio los veamos vistiendo camisetas de otro color.
El aspecto negativo es el manoseo. El club no puede estar sometido a los humores de un jugador, al margen de sus condiciones futbolísticas. Rodríguez es un gran zaguero, para mi gusto el mejor del país. Pero debe repetar la casa que lo cobija.
Con Peñarol tenía todo arreglado, sin embargo, los problemas económicos del Mirasol parece que le hicieron cambiar de opinión a última hora. Nadie le niega su derecho de buscar lo mejor para su futuro, pero fastidia que lo haga a costa de generar zozobra en el club. Las declaraciones que dio durante su presentación fueron penosas. La ‘U’ tiene que darse su lugar y no permitir ese tipo de zarandeos, vengan de donde vengan. Lamentablemente las condiciones en que fue contratado le abrieron las puertas a Rodríguez para conducirse así
Distinto es el caso de Andy Polo, cuyo destino no dependía de la institución, sino de Millonarios, hasta ayer dueño de su ficha. Hoy martes se confirmó su partida al Monarcas Morelia, que compró su pase y le hizo un contrato hasta el 2020. Lo bueno es que el club recibirá dinero por haberse cortado el préstamo y podrá disponer del sueldo que le pagaba por sus servicios.
UNA LOCURA
La incorporación de Vargas ha sido también una apuesta de alto riesgo, más por lo que pueda hacer fuera del campo que dentro de este. Al Loco, recordémoslo, ningún club grande lo quería. A diferencia de otros años, en los que disparatadas portadas hablaban de su segura incorporación al Barcelona o al Real Madrid, los pocos equipos que aparecieron en su horizonte eran de segundo orden. Y eso.
Juan Manuel necesita más de la ‘U’ que la crema de él. Solito destruyó su carrera y pasó gran parte del 2016 haciendo vida de exjugador. Él sabe que una buena Libertadores puede ponerlo otra vez en la órbita internacional, permitirle volver a la selección y, quién sabe, generar interés en alguna institución sudamericana. Ha trascendido que su sueldo es incluso inferior del que ganaba el uruguayo Diego Rodríguez, así que más allá del esfuerzo que demandó convencerlo para concretar su vuelta, es conciente que esta puede ser su última oportunidad de engancharse en el fútbol grande.
Empero, todos sabemos el carácter que tiene Vargas, su poco apego a la disciplina y las flexibilidades que puede encontrar en un plantel con Chale y el Puma a la cabeza. La mano de Vento será fundamental para mantenerlo a raya, si es que por ahí decide descarrilarse. Finalmente, el beneficiado no solo será Vargas sino, por encima de todo, la ‘U’.
Nos vemos en la Noche Crema.