Spidey, el amigo adolescente
El gran mérito de Stan Lee, que lo ubica dentro de los grandes del cómic, es el de crear personajes pop. Me explico. Alguna vez mi amigo Julio ha recalcado la capacidad que tienen algunos músicos de lograr que una persona al escuchar una canción se sienta identificado con la letra o la melodía y que llegue incluso a decir: “esa es mi canción”. Bueno, Stan Lee ha logrado eso con sus superhéroes, la gente llega a afirmar sin aspavientos: “ese superhéroe soy yo”. Esa es quizás la razón del éxito de Hulk, los X-Men o Ironman. Pero, sin lugar a dudas la más pop de sus creaciones es el increíble Hombre Araña.
Recuerdo que cuando era niño era imposible no sentirse identificado con el buen Spiderman. En esos dibujos animados que tenían como apertura la canción de los “Ramones” uno podía sentirse en la gloria y con ganas de lanzar telarañas a diestra y siniestra. Y lo mismo ocurría con los dibujos en los que el buen Spidey tenía como compañeros al Hombre de Hielo y a Estrella de Fuego. Eran épocas donde yo no tenía idea que existían los X-Men, por lo que pensaba que Magneto era un enemigo más del invencible Hombre Araña.
Con mi adolescencia llegó el cable y otros dibujos animados de Spiderman, que eran mucho más maduros y que tenían mucho más que ver con la línea temporal propuesta por los cómics y que descubrí gracias a los Pepsi Cards. Confieso que no me perdí ni un solo capítulo de esos dibujos y que disfruté cada enfrentamiento con Rhino, Duende Verde, Buitre, Venom, entre otros. Pero, un momento, ¿no se supone que en este blog hablamos de cómics y no de series animadas? Tienen razón, empecemos de nuevo entonces.
Imagen: Marvel Comics
La primera vez que tuve un cómic de Spiderman entre las manos no sabía que era uno de los clásicos. En la portada aparecía un personaje llamativo que tenía una calavera blanca en su traje negro y que hería al disparar un rifle al buen Spidey. En ese momento no sabía que era el Punisher quién hacia su primera aparición en el Universo Marvel atacando al Hombre Araña. Recuerdo que me gustó mucho la historia, que incluía la aparición de un trío en ese entonces desconocido (Wolverine, Colossus y Nightcrawler), pero que nunca pude saber en quñe concluía. En ese década del ochenta era mucho más difícil conseguir los cómics de Marvel y recuerdo que en la tienda de Wong donde mi padre compró la historieta no encontramos ninguna más. Esa fue la última vez que tuve una historieta del Hombre Araña en mucho tiempo.
Sería recién con las Pepsi Cards pude conocer más sobre las historias de Marvel. Allí descubrí que Spiderman había sido creado por Stan Lee en 1962. El argumento era tan simple como atrayente:un tímido estudiante llamado Peter Parker adquiere superpoderes tras ser picado por una araña radioactiva. Leer todas las aventuras y desventuras de Spidey en esas pequeñas tarjetas motivó que tuviera más interés en el arácnido. Pero admito que nunca llegué a identificarme del todo.
Ahora que han pasado los años y que he leído muchos más cómics de Spiderman mi sentimiento hacía Peter Parker no ha variado mucho, pero sí llego a comprender el fanatismo que genera en muchos seguidores de los cómics. Como decía al comienzo, Lee logró configurar en la personalidad del fotógrafo de “El Clarín” la imagen del adolescente con el que el promedio de la gente puede identificarse. Inseguro, torpe con las mujeres, con problemas familiares y con un humor a prueba de balas, es la aspiración que tiene la mayor parte de la gente que busca escapar a la hora de leer una buena historia dividida en viñetas. Spiderman no es el galán de la clase, pero tampoco el objeto de burlas. Es el promedio que puede hasta pasar desapercibido a la hora de recordar a los integrantes de un grupo, pero que sin embargo es el corazón del mismo.
Sin embargo, hay algo en Spidey que no me llega a convencer. Siento que a pesar de que llegó a casarse con Mary Jane y se transformó en profesor universitario hay una parte de él que no llega a crecer. Por eso cada vez que lo leo siento que retrocedo a la época en la que veía sus dibujos animados. Mi mejor amigo de la universidad no logra salir de la época en la que eramos unos chibolos. Para muestra el final que le dieron en la saga “One more day”, en la que nuevamente está libre de las ataduras y de las obligaciones de las personas maduras. Y por eso lo quiero pero no lo admiro. Sorry Spidey.
Pregunta de la semana: ¿Eres fan de Spiderman? ¿Es tu personaje favorito?