Cada que escuchemos una crítica debemos detenernos unos segundos a reflexionar y determinar cuánto nos afecta, para luego interiorizarla y corregir los errores en que hacen hincapié.
Cada que escuchemos una crítica debemos detenernos unos segundos a reflexionar y determinar cuánto nos afecta, para luego interiorizarla y corregir los errores en que hacen hincapié.
Redacción EC

Hablar con un puede resultar complicado, y más si de se trata. Recordemos que, debido a la difícil etapa de cambios que atraviesan, esta clase de comentarios pueden resultar negativos o hirientes, así estos se hagan con la mejor intención posible.

Sin embargo, es deber de las personas que lo rodean hacerles entender que nadie está en su contra, sino que lo hacen por su bien. Es importante recalcarles que siempre se puede aprender algo de las e incluso que pueden contribuir de gran manera en su desarrollo.

Según expertos, aquellos que no son capaces de tomarse las criticas como impulso para mejorar y, en su lugar, lo toman como un ataque contra su persona esconden algo mucho más profundo detrás: falta de seguridad en sí mismo y un complejo de inferioridad.

Consejos para aprender a aceptar críticas

Cada que escuchemos una crítica debemos detenernos unos segundos a reflexionar y determinar cuánto nos afecta, para luego interiorizarla y corregir los errores en que hacen hincapié.

Como no resulta tan fácil aplicar esto en la vida real, te presentamos algunos consejos que tal vez ayuden a ti y a tu hijo aprender a aceptar mejor a las críticas y usarlas a tu favor para mejorar.

Procesar las palabras con calma

Después de recibir una crítica, se recomienda tomar un tiempo para examinarla cuidadosamente y comprenderla. Tómense un momento para reflexionar y evita actuar de inmediato. No hay una fecha límite para hacerlo, ya que lo más importante no es el tiempo, sino desglosar la crítica y determinar si la persona tiene razón, si hay algo positivo que puedas extraer de ella, si se han sentido demasiado ofendido/a y por qué ha afectado tanto, entre otros aspectos.

Pedir explicaciones

Cuando se recibe una crítica, puede resultar tentador cambiar rápidamente lo que has dicho o hecho, sin pensarlo dos veces. Sin embardo, le debes informar a tu hijo que lo realmente importante es adoptar una actitud diferente y reflexionar sobre la crítica, tratando de comprender su origen y si realmente está justificada.

Además, para mantener su tranquilidad y promover una comunicación abierta, es fundamental no quedarse con dudas en tu interior. Si se tiene alguna pregunta o inquietud, que no dude en contactar a la persona que hizo la crítica y pedir más explicaciones. Esta acción mostrará compromiso, interés y seriedad por su parte.

Que se quede con lo mejor

La clave para criar a tus hijos radica en prestar atención a las críticas que puedan ayudarlos a convertirse en mejores personas. Es importante dejar de lado los comentarios negativos sobre sus rasgos, habilidades o actitudes. Enfócate en las críticas constructivas y no en las destructivas. Si alguien les hace un comentario negativo, pueden considerar hacer un cambio y evaluar si se sienten cómodos o si hay una mejora evidente.

Sin embargo, si se dan cuenta de que el comentario no les ayuda en absoluto, agradezcan a la persona por su opinión y sigan enfocados en su propio camino. Recuerden que no siempre recibirán críticas útiles. Lo importante es que confíen en sí mismos, se queden con las partes positivas y reaccionen de manera asertiva y respetuosa ante los comentarios negativos.

Nadie es perfecto

Es importante que le recuerdes a tu hijo que nadie es perfecto y todos tenemos defectos. Asimismo, que también todos tenemos la capacidad de mejorar de muchas maneras. Las críticas pueden ser aprovechadas como ese pequeño empujón que necesitamos para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.

Es hora de cambiar su perspectiva sobre las críticas. En lugar de verlas como una infravaloración, un ataque o algo que nos avergüenza, es momento de dar un giro de 180 grados y comenzar a verlas como una ayuda. Recuérdale que nuestra actitud frente a la vida puede influir en cómo percibimos el mundo y, por supuesto, también en cómo percibimos las críticas.

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