Tener una pesadilla no solo arruina el estado de ánimo al despertar. Según un estudio reciente, estas malas noches podrían tener consecuencias mucho más serias de lo que imaginamos. Un equipo de investigadores, liderado por el neurocientífico Dr. Abidemi Otaiku, encontró que las personas que sufren pesadillas de manera frecuente tienen un riesgo mayor de morir antes de los 70 años.
El Dr. Otaiku explicó que esto ocurre porque nuestro cerebro, mientras dormimos, no es capaz de distinguir entre los sueños y la realidad. “Nuestro cerebro dormido no puede diferenciar los sueños de la realidad”, señaló. Esto provoca que, al tener una pesadilla, el cuerpo reaccione como si el peligro fuera real, activando el mecanismo de lucha o huida.
El estudio, que analizó datos de más de 183,000 adultos de entre 26 y 86 años y de 2,400 niños de 8 a 10 años, reveló que quienes tienen pesadillas semanalmente tienen más del triple de riesgo de morir de forma prematura que aquellos que no las sufren. Este riesgo sería incluso mayor que el de otros factores conocidos, como una mala alimentación, el sedentarismo o el tabaquismo, informó el New York Post.
Las pesadillas pueden causar miedo, ansiedad o angustia, y en algunos casos, pueden ser recurrentes y afectar el sueño y el estado de ánimo. (Foto referencial: Freepik)
“Las pesadillas a menudo nos despiertan sudando, sin aliento y con el corazón acelerado, porque se activa nuestra respuesta de lucha o huida”, explicó Otaiku, del Imperial College London. “Esta reacción de estrés puede ser incluso más intensa que cualquier cosa que experimentamos estando despiertos”, añadió.
El equipo también analizó el envejecimiento biológico de los participantes observando la longitud de sus telómeros, que son las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas. Quienes tenían pesadillas frecuentes mostraron telómeros más cortos, lo que indica un envejecimiento acelerado, y un aumento del 40% en el riesgo de morir antes de tiempo.
Otaiku explicó que esto se debe al estrés prolongado y a la alteración del sueño que provocan las pesadillas. “Las pesadillas provocan elevaciones prolongadas del cortisol, una hormona del estrés estrechamente relacionada con un envejecimiento celular más rápido. Para quienes tienen pesadillas con frecuencia, este estrés acumulado puede impactar de forma significativa el proceso de envejecimiento”, afirmó, señalando que las pesadillas afectan la calidad y duración del sueño, lo que impide que el cuerpo realice correctamente sus procesos de reparación celular durante la noche.
Si las pesadillas son frecuentes y perturban el sueño, podrían indicar un trastorno de pesadillas, que requiere atención. (Foto referencial: Freepik)
Por último, el experto subrayó que es importante no restarles importancia. “Dado lo comunes y modificables que son las pesadillas, deberían tomarse mucho más en serio como un problema de salud pública”, advirtió.
Según Otaiku, la buena noticia es que pueden prevenirse y tratarse con medidas sencillas como evitar las películas de terror, tener buenos hábitos de sueño, controlar el estrés y buscar ayuda profesional si hay ansiedad o depresión.
Las pesadillas pueden ser tratadas, especialmente si son frecuentes, perturbadoras o interfieren con el sueño. (Foto: iStock)
Qué hacer si sufres de pesadillas
Según Mayo Clinic, el tratamiento de las pesadillas no siempre es necesario, especialmente si son ocasionales; sin embargo, si causan angustia, alteran el sueño con frecuencia o interfieren con el funcionamiento diario, sí se debe buscar ayuda.
Para ayudar a manejar las pesadillas, el portal sugiere varias estrategias que se pueden aplicar en casa, especialmente útiles para niños. Estas incluyen establecer una rutina de sueño regular y relajante antes de acostarse (leer, rompecabezas, baño tibio), y asegurarse de que el dormitorio sea cómodo y tranquilo. Para los niños, es importante brindar tranquilidad y consuelo inmediatamente después de una pesadilla, recordarles que no son reales y animarlos a hablar sobre el sueño para procesarlo.
En casos donde las pesadillas son persistentes o están relacionadas con estrés, ansiedad o trauma, se pueden recomendar otras intervenciones. La terapia de ensayo con imágenes (IRT) es una técnica comúnmente utilizada, que consiste en reescribir mentalmente el final de la pesadilla a un desenlace positivo y luego ensayar esa nueva versión en la mente.
Si las pesadillas están vinculadas a condiciones subyacentes como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o trastornos de ansiedad, un profesional de la salud mental puede ser de gran ayuda. En raras ocasiones, se pueden considerar medicamentos si el impacto en el sueño es severo.
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