
En plena fiebre de compras de Navidad, cuando todos buscamos ofertas y dejamos nuestras cuentas más expuestas que nunca, el FBI está levantando la voz: hay una amenaza digital que está creciendo a un ritmo alarmante. Y lo peor es que muchos ni siquiera se dan cuenta de que están en riesgo hasta que ya es demasiado tarde.
El mensaje es claro: tanto cuentas personales como empresariales están en la mira. Los ciberdelincuentes están afinando sus métodos justo en una época en la que la gente compra más, hace más transferencias y revisa menos. Para muchos, el peligro llega disfrazado de un mensaje que parece legítimo, una llamada apresurada o un sitio web idéntico al original.
No es hasta el tercer párrafo donde el FBI revela el foco de su advertencia: una modalidad llamada Account Takeover Fraud Scheme, un esquema en el que criminales se hacen pasar por empleados o páginas oficiales de instituciones financieras para robar tus credenciales y tomar control total de tus cuentas.

El truco funciona así: te contactan por mensaje de texto, correo, llamada o incluso a través de un sitio falso que parece idéntico al de tu banco. Su objetivo es obtener tus datos de acceso, incluidos códigos de un solo uso o autenticación de múltiples factores. Una vez los tienen, inician un restablecimiento de contraseña desde el sitio legítimo… y tú quedas fuera de tu propia cuenta. Para cuando notas algo extraño, el dinero ya puede estar en otra parte.
La táctica incluso ha ido más lejos. En algunos casos, los estafadores aseguran que tu información fue usada para compras fraudulentas, incluidas armas, y te redirigen a otro supuesto “agente”, que en realidad es otro criminal haciéndose pasar por autoridades. También usan páginas web clonadas para que, sin darte cuenta, entregues tu información financiera completa.
Una vez adentro, los fondos vuelan: los delincuentes transfieren el dinero a cuentas bajo su control, muchas vinculadas a billeteras de criptomonedas. Esas transferencias se dispersan rápidamente, volviéndose casi imposibles de rastrear. En muchos casos, cambian la contraseña de tu cuenta para bloquearte por completo. Solo este año, el FBI recibió más de 5,100 denuncias por este tipo de fraude, con pérdidas que superan los $262 millones.

Cómo protegerte, según el FBI
- Cuida lo que compartes en línea. Datos como el nombre de tu mascota, cumpleaños o información familiar pueden volverse pistas para adivinar contraseñas.
- Monitorea tus cuentas. Revisa depósitos faltantes o movimientos que no reconozcas.
- Contraseñas fuertes y únicas. Activa siempre la autenticación en dos o múltiples factores y nunca la desactives.
- No confíes en enlaces o búsquedas. Entra a tu banco solo desde marcadores o la URL oficial.
- Sospecha siempre. No confíes en llamadas o mensajes inesperados, aunque parezcan legítimos. Cuelga, verifica el número real y llama tú mismo.
En medio del caos navideño, el recordatorio es simple pero vital: un segundo de desconfianza puede salvarte toda una cuenta bancaria.
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