
Cuando se habla de trabajar en Estados Unidos, la visa H-1B suele estar entre los primeros temas que aparecen. Es una de las vías más conocidas para que profesionales altamente calificados puedan incorporarse al mercado laboral estadounidense, especialmente en sectores como tecnología, ingeniería o ciencias. Sin embargo, recientemente surgió una actualización regulatoria que ha comenzado a generar inquietud entre empleadores y candidatos extranjeros.
En las últimas semanas, hubo un cambio importante impulsado por el gobierno federal que endurece el control sobre este visado. La iniciativa no solo apunta a revisar con mayor rigor cada petición, sino que busca limitar la contratación de extranjeros cuando existan candidatos estadounidenses calificados. Esto ha reconfigurado el panorama para quienes dependen del programa H-1B.

PROJECT FIREWALL: EL MENSAJE DE “LOS TRABAJADORES ESTADOUNIDENSES PRIMERO”
La administración federal lanzó Project Firewall, un esfuerzo liderado por el Departamento de Labor (Department of Labor, DOL) que endurece la supervisión del programa H-1B. La consigna es directa: “los trabajadores estadounidenses primero”. El objetivo es frenar abusos, reforzar el cumplimiento de normas laborales y combatir lo que se considera una competencia desigual frente a profesionales estadounidenses altamente calificados.
Desde hace tiempo, el sistema H-1B era objeto de discusiones. Diversos sectores, especialmente el tecnológico, venían señalando que algunas compañías utilizaban este visado para reducir costos laborales o desplazar a trabajadores nacionales. Con esta actualización, esas críticas se convierten en el fundamento para un escrutinio más estricto.
Project Firewall destaca también por la coordinación entre el DOL, la Equal Employment Opportunity Commission (EEOC) y otras agencias federales. A través del intercambio de datos y nuevas acciones de cumplimiento, se pretende vigilar con mayor precisión las prácticas de contratación y evaluar si realmente se está priorizando a los candidatos estadounidenses calificados.
Este endurecimiento no se presenta solo como un ajuste técnico del sistema migratorio. La medida coincide con una línea política más amplia que impulsa el discurso de “primero Estados Unidos”. Por ello, el cambio se interpreta como un intento de reforzar la protección laboral nacional dentro del marco de la política migratoria.
IMPLICACIONES PARA LOS EMPLEADORES
Para las empresas que utilizan el programa H-1B, el entorno regulatorio se vuelve más exigente. A partir de ahora, podrían enfrentar auditorías más frecuentes, mayores requisitos de documentación y una verificación rigurosa sobre la necesidad real de contratar talento extranjero. Esto puede representar un desafío particular para industrias que dependen de trabajadores altamente especializados.
EFECTOS EN LA FUERZA LABORAL ESTADOUNIDENSE
Al mismo tiempo, los profesionales estadounidenses calificados podrían ver estas medidas como una herramienta adicional para proteger sus oportunidades laborales. La administración ha insistido en que estas acciones buscan prevenir desplazamientos injustificados y promover condiciones equitativas en el mercado laboral.
CONSECUENCIAS PARA LOS SOLICITANTES DE LA VISA H-1B
Quienes aspiren a una visa H-1B probablemente enfrentarán procesos más lentos y exigentes. USCIS (U.S. Citizenship and Immigration Services) ya anticipó que reforzará las reglas de adjudicación, lo que significa que la ruta hacia una visa laboral en los próximos años podría ser más compleja y menos predecible.

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