Es solicitante de asilo en San Diego y fue incluida en la orden del ICE para poner grilletes a los inmigrantes que están en programas de seguimiento. Su nombre es Ismelda, una hispana que desde que lleva el dispositivo en el tobillo izquierdo, no se siente la misma. Ella afirma tener “vergüenza” ya que las personas “te miran como si fueses delincuente” y, en su caso, no tiene antecedentes ni ha faltado a alguna cita con la corta de inmigración. Esta es la historia de una mujer que se gana la vida limpiando casas y que tiene un hijo enfermo.
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Desde hace unos días se hizo efectiva la orden del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) para que se instale el aparato digital a todos los no estadounidenses que forman parte del programa de seguimiento “Alternativas a la Detención”. Según informa el diario The Washington Post, la medida afecta a 183,000 personas.
Esta medida tiene como función mantener ubicados en el monitor del ICE a todos los que forman parte del proyecto y la única excepción son las embarazadas, que en lugar de llevar un grillete les colocan una pulsera digital.
Ismelda no tiene antecedentes ni ha faltado a alguna cita con la corta de inmigración. (Foto: captura @noticias / YouTube)
Ismelda siente vergüenza por tener que vivir con un grillete
“No tengo ninguna violación, he estado en todas las citas, incluso dejo de trabajar para estar en casa y esperarlos (…) Pero aún así me lo pusieron”, reveló en un reporte de Noticias Telemundo.
La madre de familia que trabaja desde hace varios años limpiando casas para sostenerse económicamente y cuidar a su hijo enfermo agregó que “nunca he cometido un delito y realmente me da vergüenza, porque a la gente que es criminal le ponen este grillete. La gente te mira como si hubieras hecho algo malo”.
Ismelda es una hispana que desde que lleva el dispositivo en el tobillo izquierdo, no se siente la misma. (Foto: captura @noticias / YouTube)
Críticas al uso del grillete electrónico
El uso de estos aparatos es una alternativa a la detención física; sin embargo, es criticado por lo incómodo que resulta portarlo por obligación y la invasión a la privacidad.
Telemundo se comunicó con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) acerca de la nueva obligación y señalaron que cualquier inmigrante que se sienta incómodo ante la medida, tiene la libertad de autodeportarse (salida voluntaria del país) o “aceptar el pago de $1,000 del gobierno de Estados Unidos”.
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