El restaurante Tragaluz se convierte en galería para Art Lima
El restaurante Tragaluz se convierte en galería para Art Lima
Catherine Contreras

Hace nueve años que Augusto Baertl logró que el arte y la cocina del Perú dialogaran sentados a la mesa de su restaurante. Fue en su primigenio Tragaluz, el del Boulevard de Asia. Tras asumir las riendas del local, en el 2007, el cocinero y empresario culinario se obsesionó con darle al restaurante una nueva cara cada vez que llegaba la temporada de verano. Su aliado en este reto fue el artista plástico Mateo Liébana. 
"Logramos darle movimiento al espacio durante las temporadas de verano. Incluso tuvimos algunas noches donde Mateo se animó a pintar frente a unos pocos comensales. ¡Fue increíble!", recuerda Baertl, privilegiado testigo de esa interacción cliente-artista.

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Ante la entusiasta respuesta del público, era lógico que la experiencia se repitiera en la sede citadina de Tragaluz, donde Liébana también intervino con su arte las paredes del restaurante ubicado en el hotel Belmond Miraflores Park.

La propuesta de la cocina que comanda Jean Paul Barbier se empezó a servir en este ambiente, que con el tiempo tomó más presencia de arte contemporáneo. Con el apoyo del 'art dealer' Mauricio Aguirre, Baertl envolvió de arte peruano todo el comedor. En este espacio de exposición temporal, hoy se inicia la segunda exposición.

CREATIVIDAD PERUANA
En el marco de la feria Art Lima, el restaurante Tragaluz se une al circuito gastronómico que propone al visitante nacional y extranjero descubrir el nexo entre arte y cocina. En este restaurante, el viaje propuesto es 100% peruano, con la participación de 10 artistas: Miguel Andrade Valdez, Gabriel Acevedo (galería 80m2), Alberto Borea, Jorge Cabieses y José Luis Martinat (Lucía de la Puente), además de Diego Fernandini (Rottenslat), José Carlos Martinat y Jerry Martin (Revólver), Mariu Palacios y Silvana Pestana (Ginsberg).

A la mesa, la propuesta de la casa ofrece una selección tentadora [ver recuadro]. Entre los platos de entrada destacan los crab cakes con ensalada thai y el carpaccio Tragaluz. El magret de pato, higos y risotto de hongos trufados, o los gnocchis rellenos de queso cuartirolo, salsa de tomate y trozos de feta, son dos de los cuatro platos de fondo que animan en esta lista. Finalmente, de cuatro opciones de postre, el comensal debe elegir una. Gran dilema. Es posible ganador: el coulis de moras y frambuesas, queso de cabra y macarrón. Puro arte.

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