Hoy más que nunca somos dependientes de la tecnología. La pandemia originada por el coronavirus ha encaminado la hiperconexión de la humanidad hacia un punto de no retorno. Ya lo sabíamos, pero recién lo entendimos: una serie de dispositivos se han convertido en una extensión de nosotros mismos. Pero antes de todo esto, fueron cuatro mentes las que, en esencia, se encargaron de transformar nuestro comportamiento y concebir el mundo moderno gracias a sus inventos.
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Thomas Alva Edison (luz eléctrica)
La trascendencia de sus invenciones significó una importante contribución al desarrollo de la Revolución Industrial. Pero mucho antes de eso, cuando Thomas Alva Edison (Ohio, 1847) era un niño, vendía diarios, mantequilla, frutas y verduras en los vagones del tren. También era un gran lector, pero no le parecía suficiente. Fue así como empezó a realizar inventos basándose en lo que leía. Aprendió telegrafía y código morse hasta que 1868 ideó su primer invento: un instrumento que permitía el recuento de votos de forma mecánica.
Registró 1093 patentes a su nombre en Estados Unidos. Muchas de sus invenciones han tenido un gran impacto en la humanidad: el fonógrafo, el kinetoscopio y las pilas alcalinas, por solo mencionar algunas. En 1879, Edison abordó una de serie investigaciones sobre la electricidad. A él se le atribuye de forma oficial la invención de la luz eléctrica, luego de iluminar una bombilla por 13 horas y media. También inventó el primer sistema eléctrico que suministraba energía por medio de redes virtuales para la iluminación. Con esto, su fama se propagó por el mundo, al demostrar que el alumbrado eléctrico era más económico que el de gas.
Antonio Meucci (teletrófono)
Estudió ingeniería química e ingeniería industrial en la Academia de Bellas Artes de Florencia. El teletrófono, posteriormente conocido como teléfono, fue inventado por él en 1854. Lo construyó para conectar su oficina con su habitación y así poder hablar con su esposa, que estaba inmovilizada en cama por una enfermedad. Este dispositivo podía transmitir señales acústicas a distancia por medio de señales eléctricas. Sin embargo, Meucci (Florencia, 1808) no tenía dinero para patentar el invento, por lo que no fue reconocido por su descubrimiento mientras estuvo vivo.
Alexander Graham Bell fue considerado el inventor del teléfono por más de un siglo, pero solo porque fue el primero en patentar el dispositivo en 1876. Antonio Meucci murió sin ser identificado como el creador, a pesar de los juicios y batallas legales en las que estuvo involucrado para que eso suceda. Finalmente, en el 2002, el gobierno estadounidense publicó una resolución que lo reconoce como autor de dicha invención. El gobierno de Italia lo honra con el título de ‘Inventore ufficiale del telefono’.
Con el paso del tiempo, el teléfono evolucionó en los celulares que todos conocemos. Este invento fue patentado por Martin Cooper (Chicago, 1928),, quien fue uno de los pioneros en el desarrollo de la telefonía inalámbrica. Para desarrollar el teléfono móvil, cuentan que se inspiró viendo al capitán Kirk usar su comunicador en la serie Star Trek. Cooper, de 92 años, ha recibido una serie de reconocimientos por sus innovaciones tecnológicas en el ámbito de la comunicación.
Tim Berners-Lee (Internet)
Primera aclaración: la Internet no fue un invento de una única persona. Desde hace más de medio siglo, diferentes científicos han trabajado en el concepto, el desarrollo y las mejoras de este complejo sistema global. En principio, la Internet que conocemos fue una idea que se le acredita al norteamericano Leonard Kleinrock. Sin embargo, en la década del ochenta apareció la World Wide Web (WWW), una red de sitios diseñada por Tim Berners-Lee (Londres, 1955) que podían ser buscados y mostrados con un protocolo llamado HyperText Transfer Protocol (HTTP).
De esta manera, a Berners-Lee se le atribuye la invención del primer navegador y editor de páginas web y del primer servidor. A partir de la publicación de la tecnología WWW en 1993 y de los navegadores, como Mosaic, se comenzó a abrir Internet a un público más amplio. Este crecimiento se aceleró con la aparición de nuevos ordenadores más baratos y potentes, de distintas empresas de tecnología, hasta llegar paulatinamente a la extensión global de la que disfrutamos hoy.
Sin duda, la luz eléctrica, el teléfono y el Internet son las herramientas de transformación social más importantes de la humanidad. Hoy más que nunca lo sabemos. //